Mayor carestía
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

Editorial

Mayor carestía

 


El precio de la canasta básica alimentaria en México inició el año con un aumento del 2% respecto al mismo mes de 2023, lo que representó un incremento de 33.49 pesos. En el segundo mes de este 2024 su precio promedio es de 1 mil 829.40 pesos, lo que merma considerablemente el poder adquisitivo de los trabajadores y de los sectores más vulnerables.

A pesar de que en este año el salario mínimo registró un aumento de 20 por ciento con respecto a 2023, aún es insuficiente para adquirir los 123 productos que integran la canasta básica. Aunque sean incrementos pequeños de 10, 50 centavos o un peso, todo esto, acumulado, provoca dificultades para las personas que perciben un salario mínimo.

A pesar de que con este incremento las personas tienen mayor poder adquisitivo, también ocurre un aumento en el precio de productos, servicios e impuestos, los productos genéricos con mayor incidencia en la inflación al alza han sido entre otros el tomate y la cebolla, así como precios en loncherías, fondas, torterías y taquerías; cigarrillos; gas doméstico; vivienda propia; restaurantes similares; refrescos envasados; calabacita y derecho por suministro de agua.

A lo anterior hay que agregar que el incremento en los precios de los alimentos se acentuará este año como efecto del cambio climático, a nivel local e internacional. Las cosechas son menores, cada vez más difíciles de financiar, obviamente el precio de los productos sube, tenemos la ventaja de tener un mercado abierto, que permite la importación, pero esta situación está generalizada en todo el planeta, ya hay países que están dejando de exportar granos.

En los mapas de sequías de México, la mayoría del territorio se encuentra en rojo, lo que ha complicado las cosechas del sector agropecuario, ya que, al no conseguir las ventas completas, se complica el financiamiento para las siguientes cosechas. En el futuro, se espera que la situación se agrave debido a la caída tanto en el rendimiento de los cultivos como en la productividad laboral agrícola, por el estrés térmico que sufren los trabajadores del sector durante los periodos de elevadas temperaturas.

 

Urge estrategia

 

Ante las altas temperaturas que se empiezan a registrar en nuestro territorio y que se prolongarán por los próximos meses, es necesario una estrategia general de prevención y control de incendios forestales, sistematizada a través del Programa Nacional de Protección contra Incendios Forestales, y en cuya aplicación participan instituciones de los tres órdenes de gobierno, organismos civiles y voluntarios.

El riesgo de que se presenten nuevas conflagraciones en las diferentes regiones del estado es muy alto, pues a nivel nacional Oaxaca se ubica como una de las entidades con mayores registros, tanto en el número de incendios, como en hectáreas afectadas. No solo se trata de establecer estrategias e invertir recursos económicos, materiales y humanos para tratar de reducir al mínimo posible los efectos de los incendios forestales, también de impulsar una cultura entre toda la población.

Los incendios forestales en Oaxaca son causados por las acciones del ser humano, que ha obligado a coordinar y evaluar las acciones en la entidad. Las regiones más afectadas por la presencia de incendios forestales son el Istmo, Valles Centrales, Costa y Sierra Sur.

Desde hace mucho se ha identificado 284 municipios críticos por la incidencia de incendios, por eso las zonas prioritarias de atención la Cordillera Norte, los Chimalapas, la Costa, la Sierra Sur, Cañada y Mixteca, además están consideradas como prioritarias ocho comunidades que mantienen problemas por límites, en cuyos territorios ocurren incendios intencionales.

Existe confianza que este año se logre abatir los índices de incendios, lo cual solo se podrá lograr como resultado de las políticas que en materia de prevención y capacitación y orientación para evitar incendios derivados accidentalmente por las actividades agropecuarias por la roza, tumba y quema que practican los campesinos previos a la temporada de lluvias.