Vigentes ideales
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Opinión

Editorial

Vigentes ideales

 


Al conmemorarse el 113 Aniversario de la Revolución Mexicana, un suceso que marcó la historia y el rumbo del país, los ideales de mejorar las condiciones de vida de nuestras familias continúan vigentes, y la sociedad enfrenta nuevos retos. La Revolución también nos dejó una dolorosa lección que no debemos olvidar: como toda guerra, significó la pérdida de miles de vidas. Las nuevas revoluciones que necesita nuestro país no son revoluciones armadas, sino revoluciones de ideas, un cambio en pensamiento y conciencia social.

Es pertinente reflexionar sobre sus orígenes e ideales, que no son simples cuestiones del pasado, sino que influyen en el presente y perfilan nuestro futuro.

Las exigencias revolucionarias fueron guiadas por los ideales de libertad, equidad y democracia. El pueblo luchaba por liberarse de la opresión de la aristocracia y la dictadura, y conseguir mejores condiciones de vida para ellos y sus familias. Hoy el escenario demanda de la participación de todos los sectores para contribuir al crecimiento del país, comenzando por la organización y participación activa de la ciudadanía en la vida política del país, la defensa de los derechos humanos, y el fortalecimiento de las instituciones y leyes relacionadas con la transparencia y el ejercicio del poder público.

El sector productivo debe participar más activamente en los albores de una cuarta revolución industrial, basada en las nuevas tecnologías de comunicación, la inteligencia artificial y la automatización de procesos. Las nuevas economías del conocimiento saben que su principal recurso es su propia gente, trabajadores, investigadores y técnicos altamente preparados, capaces de desarrollar tecnologías disruptivas y aportar soluciones creativas a los problemas que enfrentan la sociedad y el planeta.

La demanda vigente es apostar enérgicamente por la educación y el desarrollo de la ciencia, la tecnología e innovación, así como favorecer la vinculación de todos los centros de investigación.

 

Crece obesidad

 

Ante el reto de revertir las cifras de obesidad es necesario apostar hacia una cultura de la prevención y el diagnóstico oportuno de las enfermedades que más afectan la calidad de vida de las familias mexicanas. De acuerdo con datos del INEGI, la Secretaría de Salud y el Instituto Nacional de Salud Pública, tres de cada cuatro personas presentan un problema de sobrepeso u obesidad en el país, por lo que México vive una emergencia epidemiológica debido a un aumento de 75.2% de la población con sobrepeso y obesidad.

El estudio alude que en el caso de niñas de 12 a 19 años de edad, la obesidad y el sobrepeso aumentó a 41.1%. En los niños de la misma edad se incrementó a 35.8%. Además, indica que 8.6 millones de personas reportan haber recibido un diagnóstico de diabetes. Hay varios factores: el bajo costo de alimentos procesados con altos contenidos de grasa, sal y azúcar, el aumento del consumo de comida rápida, menos tiempo disponible para cocinar, el aumento de publicidad de productos industrializados y la reducción de la actividad física en la población urbana.

Cuando se detectan las enfermedades oportunamente, aumentan las posibilidades de establecer un tratamiento efectivo; mientras que una detección tardía tiene como consecuencia procedimientos más invasivos y, por supuesto, mayores gastos para el núcleo familiar. La sociedad mexicana de todas las edades debe aprovechar este momento del año para comenzar a desarrollar nuevos hábitos alimenticios, pero a la vez, a hacer una revisión de su estado de salud para prevenir complicaciones y detectar oportunamente enfermedades que pongan en riesgo la salud.

Hay muchas razones por las que algunas personas tienen dificultad para perder peso. A menudo, la obesidad es el resultado de factores hereditarios, fisiológicos y ambientales, combinados con la alimentación, la actividad física y las opciones de ejercicio. Lo bueno es que incluso una modesta pérdida de peso puede mejorar o prevenir los problemas de salud relacionados con la obesidad.