Atención a infantes
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Opinión

Editorial

Atención a infantes

 


Mejorar la nutrición y la salud, asegurar el acceso al agua potable y saneamiento, y promover hábitos saludables, logran prevenir y tratar las principales causas de mortalidad infantil, ofreciendo a todos los niños y niñas la oportunidad de crecer sanos y desarrollarse plenamente. El reto es que disfruten de una vida plena en condiciones acordes a su dignidad y en condiciones que garanticen su desarrollo integral.

Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a no ser privados de la vida bajo ninguna circunstancia, ni ser utilizados en conflictos armados o violentos, por eso las autoridades de la Federación, de las entidades federativas y municipales, en el  ámbito de sus respectivas competencias, deben llevar a cabo las acciones necesarias para garantizar el desarrollo y prevenir cualquier conducta que atente contra su supervivencia, así como para investigar y sancionar efectivamente los actos de privación de la vida.

En México y el mundo las niñas, niños y adolescentes tienen derechos, básicamente a la vida, a la supervivencia y al desarrollo, y al celebrarse el Día Mundial de Acción para la Supervivencia Infantil, se deben fortalecer los derechos, básicamente a la vida, a la supervivencia y al desarrollo.

En Oaxaca, para reducir la mortalidad infantil en áreas rurales, es imprescindible mejorar el acceso geográfico y cultural a los servicios de salud, así como incrementar los recursos y las competencias técnicas y de interculturalidad del personal de salud. Se ha planteado la importancia de diseñar una relación estratégica con la sociedad y la academia para construir un futuro de bienestar para Oaxaca.

No solo se trata de garantizar la vigencia de los derechos de niñas, niños y adolescentes, comenzando desde la primera infancia, también destinar recursos para garantizar, entre otros, su derecho a la supervivencia, a la protección y al bienestar. Diseñar una política integral y transversal contra la violencia que afecta a las niñas y niños, incluyendo el matrimonio forzado.

 

Deterioro ambiental

 

Urge adoptar patrones de producción y consumo sustentables, hacer más eficiente la manera en que utilizamos los recursos naturales y disminuir los residuos y emisiones que generamos y que contaminan el aire, el agua y el suelo. Ante las actuales condiciones, es fundamental reforzar acciones como frenar erróneas políticas agropecuarias, la deforestación, la contaminación de los ríos por el crecimiento anárquico de sus centros urbanos, cuyo mejor ejemplo es la ciudad de Oaxaca.

Junto con ello se debe alentar la cubierta vegetal en las partes medias y altas de su orografía, atender el azolve de los ríos y sistemas de captación de agua por la erosión que deja la deforestación y el mal uso de la tierra. Todo esto se podrá alcanzar si hay una efectiva participación de la gente del campo y las ciudades, pues es la que sufre directamente los efectos de la devastación ambiental y la contaminación, además de que son los mejores aliados en las tareas para hacer realidad las ambiciosas metas.

Ante el creciente deterioro ambiental, se debe promover el manejo integral de los residuos sólidos urbanos, de manejo especial y peligroso, lo cual incluye la prevención y reducción de su generación, su valorización económica, su aprovechamiento máximo y su disposición final adecuada. El gran reto del siglo 21 para todas las naciones del mundo es evitar el deterioro ambiental porque están generado serios estragos, desde del aumento de temperatura del planeta, sequías, golpes de calor, huracanes, heladas y lluvias atípicas, que a su paso causan inundaciones, damnificados y daños en la infraestructura de comunicación en todo el mundo.

Debido a que el calentamiento global ya nos alcanzó se deben tomar acciones inmediatas para evitar el deterioro del planeta, porque sus efectos no van a esperar que los humanos y sus naciones se ponga de acuerdo para enfrentarlo.