Derechos humanos: El desafío
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Editorial

Derechos humanos: El desafío

 


Durante la visita que realizara a las modernas instalaciones de EL IMPARCIAL. El Mejor diario de Oaxaca, el jueves 22 de junio, la titular de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), Elizabeth Lara Rodríguez, dejó en claro que la tarea del ombusdperson no es tarea simple: se necesita verdadera vocación de servicio y apostolado para luchar en contra de los abusos que se cometen desde la estructura del poder público. Sin embargo, es un hecho que la ciudadanía no sabe a ciencia cierta la labor que desarrolla el organismo. Hace falta capacitación, formación en la cultura de los derechos humanos, cuestión que debe ser una obligación en las corporaciones policiales municipales, en donde se genera el mayor número de denuncias de violaciones, lo que ha motivado, asimismo, más recomendaciones. Reconoció que existe confusión en torno a las tareas específicas que tiene la Defensoría, muchas veces interpretadas como si fueran acciones de gobierno.

Reconoció que poco se puede hacer con presupuestos limitados, como el que padece hoy en día la DDHPO, además de bajos salarios, los más castigados del país. Ello obstaculiza el despliegue de programas ambiciosos que penetren en el entorno social, porque impide también la contratación de personal capacitado, preparado y con vocación en el tema. En efecto, se sabe que, durante las gestiones anteriores, diversos personajes que han militado en las organizaciones sociales han hecho ahí un coto de poder, con personas que no tienen ni idea de la labor de la institución, pero que sí lucran con los espacios que, en otras circunstancias, debería ocupar personal capacitado. Se sabe, por ejemplo, que en la gestión de Arturo Peimbert, fue el hoy flamante encargado del despacho de la Jefatura de la Gubernatura, Flavio Sosa Villavicencio, quien tenía ahí su coto de poder.

De gran trascendencia fue la apertura de nuestro diario en apoyo a la gestión, tareas y desafíos que tiene enfrente la nueva titular, siempre apuntando a mantener su autonomía frente a presiones, amenazas o insinuaciones que podrían darse de parte de funcionarios. La tarea pues de quien está al frente de la DDHPO no es un simple reto sino un grave desafío. No es fácil echar abajo las inercias, los vicios y la visión del poder como un instrumento para violentar la ley. Por fortuna, como se dijo, Oaxaca tiene en funciones el juicio de protección para los derechos humanos, que será útil para acotar la soberbia y los abusos.

 

¿Feria del Antojo?

 

Si bien es cierto que el ejecutivo estatal, Salomón Jara, ha insistido en socializar a todos los sectores sociales las fiestas de julio, en particular La Guelaguetza que, en el pasado reciente era calificada como elitista y exclusiva para el turismo nacional y extranjero, hay servidores de su gabinete que persisten en esta postura. El calendario de ferias y eventos cada año tiene más de inventiva de los funcionarios que de originalidad. Feria del Tamal, del Tejate, del Alebrije, del Mole o la Nieve, etc. Es posible que hayamos estado mal informados, pero eso de la Feria del Antojo, sencillamente nada tiene que ver con nuestras tradiciones ancestrales o, al menos desde que se celebra nuestro evento folklórico más famoso, hoy conocido como Guelaguetza, que nació en 1932 como “Homenaje Racial”, con una filosofía como la que hoy se le quiere imprimir en este gobierno de la Primavera Oaxaqueña.

Se le ha acuñado a la titular de la Secretaría de Turismo del gobierno estatal, Saymi Adriana Pineda Velasco, la obsesión por instalar la llamada “Feria del Antojo” en uno de nuestros sitios de convivencia social y pulmón natural citadino: el Paseo Juárez El Llano. A la fecha ha ignorado los reclamos y peticiones de grupos ambientalistas que prevén mayor daño a dicho parque, afectado durante años por la operación ahí, todos los viernes, del tianguis comercial que hoy en día funciona en la calle de Derechos Humanos. Estos grupos civiles han estado atentos a los daños que han provocado en dicho parque, las tormentas de los últimos años que han devastado por completo su población de árboles. Especies centenarias se han venido abajo gracias a la apatía del gobierno municipal en el combate a plagas o el tratamiento de especies enfermas. Hoy en día El Llano luce devastado, pues sólo de 2021 a la fecha se han venido a tierra al menos cuatro enormes especies.

De ninguna manera existe el propósito de ser aguafiestas o echar por la borda la “creativa iniciativa” de la titular de Turismo, sino de razones justas para evitar un mayor deterioro del multicitado parque público. Empecinarse en ello, puede traer consecuencias legales irreversibles como el hecho de que los vecinos o los grupos ambientalistas, recurran al amparo del Poder Judicial Federal. Algo similar ocurrió cuando el referido tianguis de los viernes se ubicaba en el Jardín Conzatti, hasta que los vecinos lograron que se reubicara en El Llano y luego en el sitio donde actualmente opera.