Cárceles municipales, riesgo social

Durante 2022, se han dado hechos graves en los separos policiales de algunas partes de la entidad, por lo que es urgente que tanto las autoridades de procuración e impartición de justicia, así como la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), pongan en marcha mecanismos y protocolos para sensibilizar a las policías municipales, a fin de evitar el uso excesivo de la fuerza que deriva en la muerte de los detenidos. El caso más sonado fue el de la joven madre de familia, Abigail Hay Urrutia, quien fue sometida al ingresar a la prisión municipal de Salina Cruz, para encontrarla muerta poco después. El caso tomó visos nunca vistos, por lo cual hay dos detenidos y bajo proceso por este escabroso asunto. El 11 de octubre, un sujeto que habría sido sorprendido en flagrancia por vecinos de Tlalixtac de Cabrera, cuando habría penetrado en un vivero para robar y ser entregado a los policías municipales, fue encontrado poco después muerto.

A ello se agrega la detención y posterior encierro de una persona de origen centroamericano en la prisión municipal de Santa María Huatulco, en donde poco después se reportó su fallecimiento. De ambos casos, se desconoce las actuaciones de la Fiscalía General del Estado (FGEO), respecto a los presuntos responsables. No obstante, todo lo anterior, después de los hechos ya referidos, se presentó un nuevo incidente en los separos policiales de Santa Catarina Juquila. Una persona del sexo masculino fue detenida por escandalizar en la vía pública durante una fiesta popular. Poco después fue encontrada sin vida en la celda a donde había sido recluida. El edil de dicha población lanzó declaraciones a diestra y siniestra sin que se diera con los presuntos autores materiales o al menos saber las causas del deceso del detenido.

El pasado lunes, la FGEO, informó en boletín oficial haber dado inicio a la carpeta de investigación 39941/FIST/FAMI-IXTEPEC/2022 por el delito de homicidio, luego del hallazgo de una persona sin vida dentro de los separos municipales de Juchitán de Zaragoza, en el Istmo de Tehuantepec. La noche del 20 de noviembre de 2022, personal de la Vice-fiscalía Regional del Istmo acudió a los Separos Preventivos de la Comisaría de la Policía Municipal de la citada población donde estaba el cuerpo sin vida de una persona. La víctima fue detenida por elementos de la corporación por escandalizar en la vía pública. Los documentos que portaba permitieron establecer que se trata de un hombre originario de Senegal, identificado por las iniciales D. M. L.

Migrantes, la tragedia cotidiana

Desde hace meses y, a raíz del cierre de la frontera con Estados Unidos al flujo de migrantes originarios de Venezuela, nuestra comunidad limítrofe con Chiapas, San Pedro Tapanatepec, padeció uno de los episodios más cruentos de su historia: ser receptor de más de 25 mil personas, entre hombres, mujeres y niños de dicho país y de otros como Cuba, Ecuador, Panamá, Honduras, Nicaragua y hasta de países africanos que, en plena temporada de lluvias se hacinaron en campos provisionales montados por las autoridades municipales y federales. Enfermos y con graves padecimientos de cansancio y desnutrición muchos siguieron su marcha camino al norte del país, pidiendo limosna o totalmente desgastados, poniendo en riesgo no sólo su propia vida sino las de sus menores hijos.

En el trance de ir hacia los Estados Unidos muchos han perecido o atropellados, secuestrados por grupos criminales o bajo las ruedas metálicas del tren. Muchos otros deambulan por algunas comunidades istmeñas o, generando tristeza entre la población local, caminando con sus familias por la carretera en parajes inhóspitos, bajo el sol quemante del mediodía o en la noche. Hombres y mujeres cargando a sus pequeños sin abrigo ni nada para taparse de los inclementes rayos del sol. Muchos han tenido la fortuna de lograr una visa temporal y así como vivían en la comunidad istmeña antes referida, ahora lo están en poblaciones limítrofes con los Estados Unidos como Ciudad Juárez, Tijuana, Nogales o Laredo, a la espera de la visa humanitaria norteamericana o de asilo político, habida cuenta de las razones por las que han migrado de sus propios países.

A los casos de tragedias se suman los naufragios. Siempre se ha sabido que de los pueblos costeros de Chiapas se da un flujo permanente de migrantes ilegales a las costas oaxaqueñas. En el mes de julio una lancha naufragó, dejando al menos tres personas muertas. Desde el lunes anterior, la Fiscalía General del Estado de Oaxaca informó realizar las investigaciones pertinentes para hallar a al menos ocho personas reportadas como desaparecidas, luego de sufrir un naufragio en los límites entre el estado de Oaxaca y Chiapas. Se trata de un grupo de personas originarias de Ecuador, algunas de las cuales fueron rescatadas luego de sufrir un naufragio cuando viajaban en una lancha rápida con la promesa de llegar a la costa oaxaqueña y de ahí a los Estados Unidos, pero la embarcación se fue a la deriva cuando navegaban por el Océano Pacífico frente al litoral del Istmo de Tehuantepec.