Gabinete habemus
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

Editorial

Gabinete habemus

 


El pasado martes, como se había anunciado previamente, el gobernador electo, Salomón Jara Cruz dio a conocer los nombres de al menos 12 personas que estarán al frente de las dependencias más importantes de su administración. La mayor parte son ex diputadas locales, presidentes municipales y cercanos colaboradores. No se ve por ningún lado experiencia administrativa ni tablas en cuestiones de gobierno. La currícula vitarum abreviada sólo reconoce algunos títulos académicos, de los que varios carecen, lo que implica que la aún desconocida Ley Orgánica del Poder Ejecutivo, es bastante laxa para ese tipo de exigencias. Además, se da cuenta de que la mayoría no han tenido en su vida cargos públicos. Siempre lo hemos dicho, no es lo mismo política que gobierno. Es cierto, pueden estar concatenadas pero son tareas diferentes.

La historia del país ha enseñado que la famosa curva del aprendizaje en una entidad con graves rezagos como la nuestra, no se factible. Durante al menos cinco sexenios se ha visto que en algunos casos la improvisación o la inmediatez no son compatibles con las tareas de lo que se llama un buen gobierno. Cuando el funcionario ya aprendió viene el fin de la administración, esto es, el aprendizaje es una tarea ardua y añeja. No es algo inmediato. Sin embargo, no podemos pedirle peras al olmo. Desde un principio advertimos que en el equipo de Jara Cruz se notaban sólo seguidores e incondicionales no profesionales calificados para la tarea de gobernar que es, asimismo, muy diferente a ganar elecciones. Si bien es cierto que se anticipó un gabinete paritario, este primer ejercicio muestra una tendencia a favorecer al género masculino. Más que tablas pues, para el ejercicio que implica la administración pública se percibe política y grilla.

Más allá del morbo que implica conocer los nombres de los nuevos y nuevas ricas y poderosas funcionarias, lo que Oaxaca requiere no es aquello de que echando a perder se aprende, sino de personas que conozcan el manejo de las tareas de gobierno; los programas; los contenidos de un incierto Plan Estatal de Desarrollo y otros elementos, que no llegan por acciones providenciales sino a través del conocimiento y la experiencia. Ya veremos luego los resultados que le darán los nuevos funcionarios tanto a su jefe, el gobernador Jara Cruz, como al pueblo oaxaqueño. Insistimos: el estado urge de política, pero también de administración.

 

Interés político vs ciudadanía

 

La actitud de dirigentes y trabajadores de limpia del Sindicato “3 de Marzo”, del ayuntamiento de la capital oaxaqueña, al arrojar basura y descargar los camiones recolectores en sitios emblemáticos de la ciudad, ha sido duramente criticado por la ciudadanía. Y hay razón para ello. Se presume que la problemática de la recolección y depósito de los desechos nos ha afectado a todos por igual. Es decir, si bien es cierto que la torpeza de la autoridad municipal estuvo en el eje de esta crisis, también lo es que existen visos de solución con la adquisición de un predio por parte del gobierno de Alejandro Murat, toda vez que el gobernador electo, Salomón Jara se lavó las manos, con justa razón: no es aún su competencia. Sin embargo, movidos por un interés evidentemente político, el citado gremio ha asumido actitudes disparatadas, como es el hecho ya referido de arrojar camiones de basura en sitios clave de la ciudad.

¿A quién o quiénes benefician estas conductas disparatadas y burdas? A quienes han movido a los trabajadores de limpia, en donde se han incubado los peores vicios, que todo mundo conoce. ¿A quién habrá de beneficiar la selección de la basura? Pues a ellos, que venden el cartón, los botes de PET, las latas de aluminio, etc. Obvio, la suspensión de la recolección mientras se habilita el predio para el relleno sanitario, les pega de lleno. No habrá dinero de mercados, restaurantes, tiendas de autoservicio, etc., en donde cobran una cuota diaria. Es decir, los peores vicios se han arraigado en dicho gremio. No es pues una demanda genuina la que los ha movido a arremeter en contra de la ciudad sino un interés político, bastardo y cínico.

Si en algún momento el gobierno de la ciudad tuvo en mente privatizar la recolección de basura y su manejo, tal parece que ello nunca será posible.

Y es justamente porque ello acabaría de golpe con todas las transas, los cochupos, las corruptelas y demás que se incuban en el citado gremio. Hay que recordar los negocios que se hacían con los camiones recolectores, con autopartes, manejo de la gasolina, etc. Que no nos vengan ahora con que las demandas de los trabajadores de limpia son genuinas o producto de sus años de lucha. Se trata de uno de los gremios más corrompidos del ayuntamiento capitalino. El mejor ejemplo de la podredumbre en que viven lo han puesto ya de manifiesto.