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Editorial

Apuntalar el desarrollo

 


La visita que hizo a Oaxaca el activo embajador de los Estados Unidos en México, Ken Salazar, con motivo del “Sexto Encuentro de gobernadores y gobernadoras del Sur-Sureste de México con la embajada de USA”, en el marco de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), que preside el ejecutivo estatal, Alejandro Murat, tendrá una gran relevancia para la agenda política del gobierno que entra el primero de diciembre. Sin embargo, también representa un reto que nadie puede soslayar. En efecto, los ojos de los Estados Unidos de América, como en los tiempos del Tratado MacLane-Ocampo, de mediados del Siglo XIX, Oaxaca y, particularmente el Istmo de Tehuantepec, siguen estando presentes en la geopolítica de nuestro vecino del norte, ahora con las expectativas del Corredor Interoceánico (CIIT).

En la reunión de referencia, a la que asistieron los gobernadores de Chiapas, Yucatán, Quintana Roo, Veracruz, Tabasco y la gobernadora de Campeche, se puso sobre la mesa la posibilidad de grandes inversiones en esa franja de México. A dicha reunión asistió como invitado el gobernador electo de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, quien reconoció como no puede haber desarrollo sin la participación del capital privado y la inversión externa. Oaxaca –dijo- no es industrial, somos más comerciales y de servicios. Se comprometió a trabajar en la línea de quien pronto será su antecesor. Este anuncio se da, a pocos días que grupos ligados al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), como es el que encabeza Flavio Sosa Villavicencio, acaba de asestar un duro golpe a las empresas privadas.

El pasado miércoles, en este espacio editorial abordamos el tema de que nuestra entidad parece ser prohibitiva para la libre empresa y las inversiones, justamente por este tipo de acciones que desalientan a quienes tratan de arriesgar sus capitales. El embajador Salazar, sin duda alguna, realiza un gran activismo en favor del gobierno que representa y es la voz del mismo, lo que implica que no es un juego el interés de los Estados Unidos en invertir. Oaxaca, no es un secreto, urge de capitales, de inversiones, pero el gobierno debe garantizarles no sólo el clima de seguridad que tanto ponderó el diplomático norteamericano, sino la certeza de que llegarán a un lugar con certidumbre jurídica y económica. El gobernador Murat Hinojosa llegó a su gestión con la bandera de las inversiones. Ojalá que su sucesor lo haga con éxito.

 

Las carreteras más caras

 

Alguien dijo hace algún tiempo y no le hace falta razón, que las carreteras más caras del mundo son las de Oaxaca. En efecto, no sólo la corrupción institucional que existe en todos los niveles de gobierno, haciendo una falacia aquello de que ya se acabó, sino asimismo, la que permea en las mismas comunidades, con autoridades municipales, comisariados de bienes comunales y órganos auxiliares, para exprimir en todo lo que da, al gobierno federal y estatal o las empresas constructoras, para darles el oro y el moro. El ejemplo más palpable está hoy en día en la atrasada obra de la carretera a la Costa, entrampada por el conflicto agrario que traen entre manos desde hace más de 40 años, San Vicente Coatlán y Sola de Vega. La terquedad de los primeros, dedicados a cultivos poco lícitos, es absurda. Sin embargo, las empresas constructoras, pese a suspender los trabajos, siguen ganando, gracias a la benevolencia de algunas dependencias federales como la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas y el Banco Nacional de Obras y Servicios (Banobras).

Todo mundo recuerda la promesa de campaña del gobernador Alejandro Murat, allá a mediados de 2016, cuando ofreció concluir dicha obra, además de la que va al Istmo en 15 meses. Han pasado seis años y ninguna se ha terminado haciendo cierto aquello de que el prometer no empobreces, el dar es lo que aniquila. Es importante recordar asimismo, las promesas del presidente López Obrador en una de sus primeras visitas a la entidad, cuando sostuvo que la vía a la Costa sería entregada el 21 de marzo de este año, luego que en julio, después que en agosto. Estamos ya en septiembre y nada de que se concluya, no obstante, la promesa del ejecutivo estatal de que habrá de inaugurarla antes de que concluya su mandato. Otra de las obras que se ha comprometido a entregar es la de Símbolos Patrios, que tantos problemas ha generado en la zona. Y por lo visto no será como ofreció, habida cuenta de la irresponsabilidad de la empresa Ingenieros Civiles Asociados (ICA).

En sentido contrario, ha trascendido que el gobernador electo, Salomón Jara Cruz, luego de intensos cabildeos con los que deciden en el gobierno de la Cuarta Transformación, habría logrado ya el presupuesto para construir un tramo de la carretera Tuxtepec-Oaxaca, es decir, al menos 80 kilómetros de Valle Nacional hacia la capital del estado, lo cual, de concretarse, será un bono favorable a su gobierno que iniciará el primero de diciembre, sin tanta alharaca ni falsas promesas.