Amenazas de boicot
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Opinión

Editorial

Amenazas de boicot

 


La eterna amenaza del magisterio afiliado a la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), de boicotear las fiestas de julio, particularmente La Guelaguetza, ha revivido, pero no por los mentores y sus dirigentes, sino por parte del líder del Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT), Rogelio Pensamiento Mesinas. En efecto, hace unos días, luego de rasgarse las vestiduras porque algunos funcionarios menores del gobierno estatal no acudieron al encuentro que el dirigente había programado, con el objeto de meter de nueva cuenta a las autoridades en la farsa del retorno de las supuestas 73 familias a Tierra Blanca, Copala, lanzó amenazas de bloquear la vialidad en el Cerro de “El Fortín” e incluso, el auditorio.

No es un secreto que quienes han obstaculizado el retorno de aquellos que se han asumido desplazados han sido los propios dirigentes, incluyendo a Pensamiento Mesinas, además de sus adversarios Macario García Merino, del Movimiento de Unificación y Lucha Triqui Independiente (MULTI) y Fabián Pereda, de la Unión de Bienestar Social de la Región Triqui (Ubisort), por el clima de violencia que siguen alentando y del cual viven. Varios intentos promovidos por los gobiernos federal y estatal han sencillamente fracasado. Cuando las cosas están listas para proceder al retorno, de pronto asesinan a un miembro de una u otra organización o se desatan las balaceras para intimidar. En pocas palabras, la paz entre quienes forman parte de este grupo étnico es una ficción. Los dirigentes –insistimos- viven de administrar la violencia. Es la bandera con la que chantajean al gobierno de Alejandro Murat, tal cual lo han hecho con los últimos cinco gobernadores.

Para el oaxaqueño común ya es tiempo de que el gobierno ponga en su lugar a estos falsos redentores sociales, chantajistas y demagogos. El directorio es enorme. Ahí está el violento Frente Popular Revolucionario (FPR), cuyo guía moral es Germán Mendoza Nube, que han tomado la muerte de uno de sus dirigentes regionales, Tomás José Martínez Pinacho, como estandarte eterno para presionar a las autoridades a otorgarles cuanto se les antoja. Pero no es el único que utiliza a las víctimas como estandarte. Este ardid se ha convertido en el mazo con el que golpean al gobierno. Visto en perspectiva, tal parece que buscan con afán el sacrificio de alguno de sus militantes para tener una “bandera de lucha”.

 

Contra mafia del transporte

 

Hace poco más de una semana, volvió a resurgir en Oaxaca la vieja y criminal disputa de cotos de poder, por parte de dirigentes de sindicatos y confederaciones del transporte. No es un secreto que en un lapso de al menos seis o siete años, dicha disputa ha dejado decenas de muertos. Los contratos, las concesiones y todo lo que implica mover pasajeros, mercancía o materiales de construcción ha sido el eje de enfrentamientos mortales a veces a plena luz del día. El atentado que padeció el dirigente de la organización llamada “Jóvenes Catem”, Eduardo Luis Villaseca y uno de sus ayudantes hace unos días, por parte de sicarios de la Confederación Internacional de Trabajadores (CIT), que dirige en el estado, Hipólito Rojas y la intención de éste, de acudir al hospital a rematar a uno de los que resultaron heridos, develó la disputa criminal que existe entre sindicatos opositores.

El asunto llegó hasta la mañanera del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador quien, sin mencionar nombres, sí dio su versión de los hechos. Es importante subrayar que las personas mencionadas traen tras de sí un historial ciertamente delictivo. Luis Villaseca, es hermano de Erick, Iván y Juan Yahvé, todos ellos hijos de quien fuera fundador en Oaxaca de la Confederación Nacional de la Productividad (CNP), Juan Luis Martínez, que dio origen a la Confederación Libertad y cuyos hermanos, la mayoría, han fallecido por asuntos de ajustes de cuentas. Los hermanos Luis Villaseca, señalados de violentos, están presuntamente prófugos de la justicia local. Por su parte, Rojas, tampoco es una Hermanita de la Caridad. Formado en la Confederación de Trabajadores de México (CTM), su actitud ha sido la de un sicario y violento. Luego de un episodio oscuro en dicha confederación buscó cobijo en la CIT, que dirige a nivel nacional, el senador, nacionalizado canadiense, Napoleón Gómez Urrutia, conocido como “Napito”.

Hipólito fue detenido por elementos policíacos luego de su fallido intento por terminar con la vida de su adversario y, en el término constitucional respectivo, fue vinculado a proceso. Es importante recordar que si bien quiso desviar la atención con argumentos falsos, cuando la policía le echó guante iba armado. El gobierno de Alejandro Murat, con el apoyo de la Federación debe extirpar por el bien de la sociedad oaxaqueña, esta podredumbre sindical, que se ha convertido en un permanente desafío para la gobernabilidad.