Las armas nacionales…
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Opinión

Editorial

Las armas nacionales…

 


Hoy se cumplen 160 años de la famosa Batalla de Puebla. Se trata de la derrota de las fuerzas de intervención francesas. En la página oficial del gobierno de México, se dice que la Guerra de Reforma trajo consecuencias severas para la nación mexicana, una de ellas fue la crisis económica que orilló al Presidente Juárez a suspender el pago de las deudas contraídas con otros países. Afectados sus intereses, Francia, Inglaterra y España enviaron tropas a las costas mexicanas; no obstante, debido a las negociaciones diplomáticas y a la firma de los Tratados de La Soledad, el gobierno mexicano se comprometió a realizar los pagos correspondientes. Por ello Inglaterra y España abandonaron el territorio nacional, sin embargo, el gobierno francés no cumplió con lo pactado en los citados tratados y comenzaron una intervención armada en México.

El avance de las fuerzas francesas, comandadas por el General Charles Ferdinand Latrille, Conde de Lorencez, provocó la movilización de las tropas mexicanas. El General Ignacio Zaragoza quien ostentaba el cargo de General en Jefe del Ejército de Oriente, decidió concentrar sus fuerzas en la Ciudad de Puebla y ponerla en estado de defensa, con el objetivo de enfrentar en ese lugar a las fuerzas invasoras. A las 9 de la mañana del 5 de mayo de 1862, con el disparo de un cañón mexicano dio inicio una de las jornadas más gloriosas que registran nuestra historia patria. El mando francés concentró su esfuerzo en el Fuerte de Guadalupe, por lo que lanzó un primer embate a este punto. A pesar de la superioridad en armamento de las fuerzas de Lorencez, éstas fueron detenidas por las tropas nacionales.

El ataque francés hacia el Fuerte de Guadalupe se repitió dos veces más, sin embargo, los soldados mexicanos lograron rechazarlos en ambas ocasiones y provocar con ello la retirada francesa. El arrojo, valentía y patriotismo mostrado por los hombres comandados por el General Zaragoza hicieron que este hecho de armas sea un símbolo de defensa de la soberanía e independencia de nuestra nación. En aquella gloriosa jornada, las armas nacionales se cubrieron de gloria ya que el mejor ejército del mundo fue derrotado por los primeros, hijos de México. Ahí participaron connotados hombres de armas mexicanos como los generales Porfirio Díaz, Miguel Negrete y Felipe Berriozábal, entre otros, que secundaron la estrategia militar de Zaragoza.

 

Robo impune

 

Varias zonas de la ciudad capital, agencias y colonias han sido visitadas en los últimos días por bandas de delincuentes dedicados al robo de autopartes, particularmente llantas y rines. Las fotos que han circulado en redes sociales son más que evidentes. Vehículos de modelo reciente montados prácticamente sobre tabiques. La lógica elemental enseña que el ladrón que sustrae lo que no es suyo, así sean las aludidas autopartes, joyas, teléfonos celulares, mercancía u otros, tiene compradores que son quienes los venden al público en una especie de mercado negro. Pasa algo similar con las tapas de alcantarillas, el cobre de los medidores de agua potable o el de los cables de luz. Los ladrones venden el producto a precio irrisorio. Quien compra bienes robados también participa en un delito y, por tanto, debe ser castigado.

Sin embargo, el robo de llantas y rines como antes fue el de autoestéreos, sigue sin castigo. Tal parece que hubiera una aberrante complicidad entre los elementos policiales o de investigación con los ladrones. En notas periodísticas de la nota roja o en comentarios hechos en redes sociales, se dice que dicha complicidad es lo que impide que quienes roban sean sujetos de investigación y lo hagan impunemente. Las corporaciones, tanto la Policía Estatal, Municipal o la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) tienen ubicados los negocios que venden artículos robados, pero no los pueden detener, porque casi siempre hay cochupos. En los últimos días, aún en zonas de alta plusvalía como San Felipe del Agua, el robo de autopartes se ha exacerbado. Y no son pocas las veces que los ladrones son video-grabados por cámaras de casas particulares. Lo extraño es que siguen operando.

Se trata obviamente de bandas que operan de manera similar a los grupos criminales. No son ladrones solitarios. No obstante, la autoridad no debe sorprenderse cuando la ciudadanía harta de tanta inseguridad, haga justicia por propia mano. Quienes roban vehículos o accesorios, están identificados en su mayoría, empero considerado un delito menor, purgan condenas irrisorias para salir y volver a las andadas. Hay que subrayar que la sociedad está cansada de este tipo de ilícitos. No hay que esperar a que haya acciones violentas, cuando los vecinos se junten y corra sangre. Las corporaciones deben incrementar no sólo los operativos de vigilancia sino también reventar deshuesaderos o talleres clandestinos en donde llevan el producto del hurto.