Excesivo burocratismo
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Opinión

Editorial

Excesivo burocratismo

 


Como lo hemos apuntado ya en las páginas de El Mejor diario de Oaxaca, existe en ciertas dependencias del gobierno federal, un burocratismo pernicioso y obsoleto. A partir de las nuevas disposiciones fiscales de la Federación en el sentido de que personas de 18 años o más son ya susceptibles de darse de alta para obtener su Registro Federal de Causantes, las filas y lentitud con la que atienden este tipo de solicitudes, además de las personas físicas o morales que acuden en busca de asesoría, son contradictorias a los tiempos que vivimos. Tal parece que, en dichas dependencias, como el Sistema de Administración Tributaria (SAT), seguimos en la prehistoria del burocratismo. Una situación similar ocurre en otras dependencias como la delegación estatal de la Secretaría de Relaciones Exteriores, para tramitar un nuevo pasaporte o renovar el existente. La documentación requerida es la misma, tal cual si se tratara de un nuevo trámite y no de una renovación.

Si bien en la página electrónica se exige hacer cita para poder ser atendido, la situación es similar en quien la hace y quién no. La espera es de horas en un lugar estrecho, un edificio habilitado como tal, pero sin las condiciones propias para funcionar como oficina de tal importancia. Según el reportaje que presentamos, carecen de baños y éstos de los elementos necesarios. Si como afirma el discurso presidencial que jamás se aplica, son necesarias las medidas de austeridad, que ellas se apliquen en los grandes y cuestionados proyectos en donde se han dilapidado miles de millones de pesos, no en aquellas dependencias que generan recursos por el pago de servicios.

Es una contradicción el discurso presidencial en torno al ahorro de recursos, cuando el pueblo de México ha constatado el dispendio en gastos superfluos. Para medir a todos con el mismo rasero, hay que empezar en casa. El caso de otras dependencias federales es similar a los que hemos mencionado. Tal parece que el tiempo se detuvo y mucho de ello tiene que ver con el papel de inútiles que tienen los llamados súper delegados, que no tienen injerencia ni control sobre los representantes, la mayoría de ellos “encargados del despacho”, que tienen a su cargo las diversas delegaciones estatales de dependencias federales. En fin, hay mucho qué hacer para revertir esta inercia perniciosa de tortuguismo y pérdida de tiempo.

 

Ley en transporte urbano

 

El jueves 10 de febrero, ocurrió un incidente que, por su importancia no debe quedar desapercibido. Un autobús urbano, de la chatarra que maneja la empresa “Choferes del Sur”, se quedó sin frenos en una importante avenida de la capital, provocando un accidente que, por fortuna no tuvo daños personales, sólo materiales. No obstante, que están ya en operación las unidades del llamado “city bus”, siguen operando unidades obsoletas, en malas condiciones mecánicas y físicas, sin que las autoridades hayan mostrado la vigencia de la ley. Tal parece que hubiera una especie de complicidad entre permisionarios y autoridades para permitirles seguir operando. Las unidades del sistema oficial contrastan con las que maneja el llamado pulpo camionero, pues éstas son de modelos con más de 20 años de antigüedad.

Después del incidente del autobús urbano sin frenos, la Secretaría de Movilidad (Semovi), hizo circular un boletín de prensa para aclarar que la unidad no había acreditado ningún programa por parte de la dependencia, es más, la citada unidad no cuenta con placas, tarjeta de circulación, mucho menos cuenta con la revisión físico-mecánica, que le permita prestar el servicio. La pregunta obligada es: ¿y cómo es que se le ha permitido circular con todas esas irregularidades? Y estamos convencidos de que no es el único caso. Hay aún muchos más. Y ello sin contar con toda la serie de anomalías que se han documentado en el transporte foráneo, en donde hay centenas de unidades piratas que circulan libremente en toda la entidad, además, claro, de esas hormigas denominadas moto-taxis que lo mismo sirven para el secuestro, que para cobrar extorsiones o, como en Juchitán de Zaragoza, para operar ejecuciones.

Hay que recordar que uno de los puntos básicos en el inicio del gobierno de Alejandro Murat, fue poner orden en el transporte público concesionado. Ex funcionarios del pasado fueron puestos en prisión por presuntas irregularidades, pero las cosas siguieron igual y para mal. Hechos como los que comentamos hacen pensar que las cosas no han cambiado desde los gobiernos anteriores. El transporte público concesionado sigue caminando al filo de la ley, sin control, sin orden. Seguimos teniendo chatarra en vez de unidades dignas y decorosas. El transporte foráneo sigue como una de las principales causas de muerte después de la Covid-19. En la política sobre este rubro, se ha dejado hacer y dejado pasar. Así de simple.