Anti-minas, ¿o simples peones?
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Editorial

Anti-minas, ¿o simples peones?

 


Desde el pasado lunes, grupos denominados anti-minas iniciaron una serie de protestas, empezando por un bloqueo carretero en la vía 175, a la altura de Magdalena, Ocotlán. Están presionando para evitar la ampliación de la empresa Cuzcatlán, filial de la trasnacional “Fortuna Mines”, que explota minerales preciosos en la comunidad de San José del Progreso, cercana a donde se montó el bloqueo. El grupo que ha abanderado dicha oposición no es el único. Tiene ramificaciones de militantes que se oponen por sistema a la explotación de fundos mineros en todo el estado, bajo el supuesto de que dicha acción contamina las tierras de cultivo, los mantos freáticos, así como los ríos y afluentes. Al igual que los llamados anti-eólicos, toman como argumento la defensa de la tierra, el territorio y los derechos indígenas de las comunidades que abanderan.

Sin embargo, hay datos que exhiben a algunos de dichos grupos y organizaciones como simples peones de fundaciones extranjeras, que tienen sus sedes en países con intereses específicos en los recursos naturales de México y de otras partes del mundo. No es fortuito que cuestionen a unas, pero a otras no, lo que implica su juego perverso de favorecer, tras bambalinas, a ciertas empresas, pero a otras les hacen vivir un infierno. Con el arribo de la llamada Cuarta Transformación dichos organismos se han fortalecido, con la política de nacionalizar los recursos naturales del país, con la idea de que no deben estar en manos de extranjeros. Tal es el caso de la energía eólica que generan en el Istmo de Tehuantepec empresas españolas o francesas. La mayoría de éstas han estado sometidas no sólo por la presión de dichos grupos, sino asimismo, de amparos interpuestos ante la justicia federal o por las exigencias de pagos a comunidades y municipios.

Oaxaca y ello se puede constatar en mapas y estudios al respecto, tiene una gran riqueza tanto de minerales metálicos como no metálicos. Incluso se habla de yacimientos de uranio y litio, éste último en el ojo del huracán de las polìticas de pseudo nacionalismo del gobierno del presidente López Obrador. Existe en comunidades de la Sierra Sur, como Santiago Amoltepec, Santa María Zaniza, San Lorenzo Texmelucan y otros, uno de los yacimientos de hierro más grandes del mundo. Y ahí sigue en el subsuelo. Imposible de explotar y convertirse en un pivote del desarrollo económico de dichas comunidades, precisamente porque nadie quiere invertir, ante el constante acoso de grupos y organizaciones que, como ya hemos dicho, con la máscara de ambientalistas, trabajan para sus patronos financieros en el extranjero.

Cúpulas bajo escrutinio

Si bien en nuestro país los medios y periodistas han sido –y siguen siendo- estigmatizados, sobre todo desde el mismo gobierno federal, hace poco más de una semana se hizo público el trabajo del Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación, que cimbró a México y al mundo. Se difundió el trabajo denominado, Pandora Papers que fue, literal, como abrir una caja de Pandora y exhibir a las élites políticas y económicas. Más de 3 mil mexicanos, entre ellos políticos, funcionarios de gobierno, ex funcionarios, empresarios, etc., aparecen en esta lista. Es el nombre de una investigación periodística basada en una gran filtración de documentos confidenciales de 14 despachos de abogados, especializados en la creación de sociedades en países como Panamá, las Islas Vírgenes Británicas o las Bahamas. 

También validaron dicho proyecto, prestigiados medios impresos, como Le Monde de Francia, The Guardian del Reino Unido, The Washington Post de los Estados Unidos, L´Espresso de Italia y La Nación de Argentina, entre otros A lo largo de casi dos años periodistas de investigación trabajaron en el análisis de más de 11,9 millones de archivos entre los que figuraban documentos de texto, hojas de cálculo, correos electrónicos o imágenes. También se revisaron actas constitutivas, registros de accionistas, facturas, pasaportes y diarios de viaje, para develar la cara oculta de las finanzas internacionales. La investigación señala a más de 27 mil compañías creadas entre 1971 y 2018, y a casi 30 mil beneficiarios, al menos 3 mil mexicanos.

Pandora Papers revela cómo algunos de los personajes más ricos y poderosos del mundo recurren a empresas de papel, fideicomisos opacos y maniobras financieras para trasladar sus fortunas a jurisdicciones offshore, lejos del alcance de las autoridades fiscales. Sin embargo, en México no pasa nada. Aquí la impunidad campea. La culpa de todo la tienen los conservadores, los gobiernos neoliberales y los corruptos del pasado. No obstante, la investigación hecha por estos periodistas, puso sobre la mesa una realidad inobjetable, que salpicó de lodo y expuso la podredumbre de los círculos más altos de poder en México. Mientras tanto, aquí, a las infanterías y medios, se les pretende exhibir a diario, estigmatizando un oficio noble y ciertamente peligroso, en un país como el nuestro, calificado como uno de los de más riesgo del mundo, para el ejercicio periodístico.