Unidad nacional: El llamado
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Opinión

Editorial

Unidad nacional: El llamado

 


Nuestro país, como Nación soberana, vive hoy en día uno de sus momentos más aciagos: el grave riesgo de ruptura del Pacto Federal, ante la postura cerrada, obtusa y de un gran resentimiento de parte del presidente Andrés Manuel López Obrador. Diez estados del país lanzaron, desde la semana pasada, un ultimátum, el mismo que ha sido desestimado por el gobierno federal. La disparidad, discrecionalidad e indolencia para el otorgamiento de recursos en el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2021, ha levantado ámpula en algunas de las entidades del país que más aportan impuestos a las autoridades hacendarias. Con justa razón piden un trato equitativo no migajas. Cada uno de los mandatarios estatales fijó ya su postura, mientras quien debería escuchar la inconformidad y dialogar, simplemente se encierra en su torpeza, creyendo, ingenuamente, que el poder es perpetuo. 

A nadie, absolutamente a nadie medianamente cuerdo le convence una ruptura con la Federación. Eso es ignorar la grandeza y la historia de nuestra Nación. AMLO está jugando con fuego. En menos de dos años ha dado muestras de que lleva al país a un callejón sin salida, porque no es solamente la lucha contra la corrupción la prioridad, reabriendo para sus cercanos, prácticas discrecionales, como en el caso de la Secretaría de Energía o la Comisión Federal de Electricidad (CFE), sino de polarizar al país y abrir la confrontación, que son premisas del encono, el odio y la división. Nada bueno augura este llamado de los gobernadores de entidades como Jalisco, Guanajuato, Nuevo León, Durango, Colima, Aguascalientes, Michoacán, Coahuila, Chihuahua y Tamaulipas, cuyas autonomías han sido motivo de escarnio, de insultos y otros.

En Oaxaca, todos sabemos que dependemos del gobierno federal, sin cuyo apoyo no podemos salir adelante. Tenemos claro que hay proyectos que caminan con la subvención de la Federación. Se entiende pues la actitud conciliadora del gobernador Alejandro Murat quien, ante la propuesta de la Alianza Federalista, ha llamado a la cordura y a cerrar filas en torno al gobierno federal. La convocatoria a la unidad no ha tenido el eco que se esperaba, pues hay algo que ningún mexicano puede ignorar, aún los fanáticos y chairos más recalcitrantes: el país está en vilo, sin que quien manda tenga la menor idea de ello. Inseguridad, militarismo, ocurrencias, gracejadas, etc., son los fantasmas que se ciernen sobre una gran Nación llamada México.

Energías limpias: Ignorancia y torpeza 

Desde hace más hace más de una década, el concepto de energías renovables, que son fuente de energías limpias, se puso en el eje de las discusiones en foros internacionales. A diferencia de aquellas que se alimentan de combustibles fósiles como el petróleo y el carbón, no producen gases ni el efecto invernadero, que son los causantes del cambio climático, justamente por su emisión de contaminantes. Adicionalmente, las energías producidas por fósiles son más onerosas, que aquellas que se encuentran en el ambiente, como el sol o el aire. El mundo, hoy en día, les apuesta a las energías renovables, justamente por las llamadas de alerta que ha emitido el sistema de Naciones Unidas y otros organismos no gubernamentales, ante la catástrofe que se avecina de seguir estimulando el llamado cambio climático, cuyos efectos hoy en día, son más que evidentes: el calentamiento global, el deshielo de los polos, el deterioro notable de la capa de ozono, etc.

Oaxaca ha sido pionera de las energías renovables. Es el caso del aprovechamiento del viento para generar energía eléctrica en el Istmo de Tehuantepec, por parte de decenas de empresas nacionales y extranjeras, que no sólo aprovechan estos recursos naturales, sino que, en cierto modo, están generando empleos y pagando la renta de terrenos que, en otras condiciones estarían ociosos, pues no son susceptibles ni para la siembra ni para el ganado. Eso es lo que no entienden algunos falsos defensores del territorio e inclusive, es parte de la ignorancia que priva en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, en donde un octogenario director de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett y una ignorante y empecinada titular de Energía, Rocío Nahle, insisten en que la energía siga dependiendo de fuentes tradicionales como el carbón, el combustóleo y el agua.

Desde este espacio asumimos que luego del affaire Iberdrola, que anunció no más inversiones en México, sería una desafortunada contradicción que el gobernador no asuma una defensa enérgica de las empresas que en Oaxaca han incentivado las inversiones en energías sostenibles. Si bien es cierto que tenemos para el estado grandes proyectos, como la terminación de las súper carreteas al Istmo y a la Costa, el Libramiento Sur y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, ello no es suficiente para darles la espalda a los inversionistas del país o el extranjero que han arriesgado sus capitales en Oaxaca.