Ediles responsables y omisos
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Editorial

Ediles responsables y omisos

 


A lo largo de esta contingencia hemos visto acciones enérgicas de parte de algunos presidentes o presidentas municipales de la atomizada nomenclatura oaxaqueña. Las primeras que pusieron manos a la obra en proteger a sus respectivas comunidades fueron las autoridades municipales de Santiago Laollaga y Magdalena Tlacotepec, en donde existen dos balnearios naturales muy visitados en la Semana Santa. Anunciaron el cierre total de los mismos para evitar contagios. Otra fue la autoridad municipal de San Juan Guichicovi, con la advertencia de que no dejarían entrar a nadie a su comunidad. Y de ahí para delante se han dado decenas y decenas de casos, principalmente en donde existen playas o balnearios y aún donde no los hay. Vecinos y autoridades han puesto verdaderos retenes y sitios de vigilancia, lo que también ha provocado malestar entre muchas personas, pues se violenta en principio constitucional de libre tránsito. 

Si bien es cierto que es difícil vivir en aislamiento o creer ingenuamente que el coronavirus, que ha provocado cientos de miles de muertes en el mundo, no va a penetrar a tal o cual comunidad, bajo la creencia –infantil- de que los que llegan traen el contagio, no está por demás que las autoridades de nuestros municipios tomen sus providencias. Hay quienes han ido más a fondo. Por ejemplo, en la capital oaxaqueña se puso en marcha un programa piloto de drones para fumigar, vigilar o advertir a la población mantenerse en casa. El costo, seguramente será grande, pero vale la pena. Otras comunidades, como Ayoquezco de Aldama, en los Valles Centrales, han hecho labores de fumigación y limpieza de calles y parques públicos. 

En Tlacolula de Matamoros, por ejemplo, ante el arribo de cientos de paisanos que llegaron para pasar las vacaciones de Semana Santa con la familia, les advirtieron tomar una cuarentena, antes del contacto con sus familiares. Pero, así como sean dado ejemplos de responsabilidad y sentido común, hay ediles, como la de San Pedro Pochutla, Saymi Pineda Velasco, que hizo caso omiso de las recomendaciones de las autoridades sanitarias. Como lo informamos en nuestras páginas el pasado martes, los mercados trabajaron con normalidad, los parques atiborrados de gente, las tiendas abiertas al público. El resultado fue preocupante. El primer caso positivo de Covid-19 ya se dio en la Costa, justamente en Pochutla.

Apretar en el transporte

Como si la contingencia fuera un juego, operadores de los llamados taxis foráneos, insisten en seguir fuera de la ley y haciendo su voluntad. La semana anterior publicamos una fotografía de un sujeto que agredió y bajó de su unidad a un usuario que le reclamó el por qué no usaba cubre-boca. El viernes 3 de abril, ante la sanción que impuso la Policía Vial a otro operador, por llevar más de los usuarios autorizados al interior de su unidad, de inmediato, sus compañeros bloquearon la carretera 175, a la altura de San Agustín de las Juntas, en un abierto chantaje, dado que estos trabajadores llevan en las pequeñas unidades que conducen, hasta seis personas, además del conductor, lo que ha provocado accidentes mortales. No son pocos los ciudadanos que califican a estos pequeños vehículos como ataúdes rodantes, lo cual refleja el estado tan deplorable e indigno del transporte público en Oaxaca.

En virtud de la poca disposición de los concesionarios del transporte urbano de pasajeros, que circula en la capital y el área conurbada, tuvo que intervenir el gobierno estatal. En cumplimiento a la instrucción del gobernador Alejandro Murat Hinojosa, la Secretaría de Movilidad (Semovi) y la Secretaría de Seguridad Pública (SSPO) a través de la Policía Vial Estatal, llevaron a cabo operativos de supervisión al transporte público, donde se verificó que las unidades cumplieran con las medidas sanitarias para evitar la propagación del Covid-19. Como parte de estos operativos, se exhorta a la ciudadanía a que haga uso responsable del transporte público y no utilice vehículos con sobrecupo, de esta forma se garantiza una sana distancia entre los usuarios.

Como parte de estos trabajos, durante esta jornada personal de la Policía Vial y de Semovi apoyaron en la correcta distribución de las y los usuarios en centenas de vehículos que presentaron sobrecupo. En estas jornadas, se proporciona a la ciudadanía información acerca de las medidas de prevención que deben tener al usar el transporte urbano; guardar una sana distancia al interior de la unidad, no subirse a un vehículo con sobrecupo, no abordar el transporte si se presenta tos o gripe, evitar el contacto con usuarios que presenten enfermedades respiratorias, no ingerir alimentos, no tocarse la cara y utilizar gel antibacterial al subir y descender del vehículo. Por fortuna, la circulación del transporte público se ha reducido de manera considerable, justamente porque la mayor parte de la ciudadanía ha decidido quedarse en casa.