Ecos del Informe
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Editorial

Ecos del Informe

 


El pasado domingo, el presidente Andrés Manuel López Obrador rindió su Primer -¿o Tercer?- Informe de Actividades al frente del Poder Ejecutivo Federal. El formato fue diferente al usual. Un mensaje al pueblo mexicano, para dar a conocer lo que se ha hecho durante este período de nueve meses. Es evidente que los resultados son magros, limitados y aún modestos. Hay resabios que no se pueden superar de la noche a la mañana. Sin embargo, para los oaxaqueños –hay que reconocerlo- debe ser motivo de satisfacción estar por primera vez a lo largo de la historia, en el ánimo y las prioridades de la Federación. AMLO ha hecho a Oaxaca ocho giras y se ha pasado en promedio, durante las mismas, al menos catorce días. Jamás un presidente de México que se tenga historia, ha tenido esa deferencia para con nosotros. Hay pues un gran optimismo ciudadano. Dos ejes de su plan de gobierno tienen arraigo en nuestro terruño: el programa de caminos rurales, que inició en enero de este año en San Juan Bautista Analco y el Proyecto de Corredor Interoceánico, que unirá el puerto de Salina Cruz con su similar, Coatzacoalcos, en Veracruz. Se trata de un proyecto que al menos tiene más de 120 años de serlo.
Oaxaca pues, constituye un eje fundamental en el gobierno de López Obrador, más allá de la crítica y la descalificación; más allá de la desaparición de importantes programas asistenciales. Aquí arrancó asimismo, el proyecto de retroalimentar financieramente el sector salud, a raíz de la crisis que ha vivido desde el punto de vista laboral y carencia de medicinas. Pero también –hay que admitirlo- no todo será miel sobre hojuelas pese a encontrarnos en el ánimo presidencial. El tema de las dos súper carreteras al Istmo y a la Costa constituye un agravio para los oaxaqueños. No es posible que después de que la primera tiene ya 18 años de estar en espera y la segunda al menos 10, tengamos que admitir que serán concluidas si bien nos va, en 2022 y 2023. Un revés más lo constituye la excesiva tolerancia en el sector educativo, en donde se le ha otorgado a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y su parte más beligerante, la Sección 22, la potestad de seguir manejando a su arbitrio la educación que imparte el Estado, con el argumento de que es el magisterio más responsable, aunque para quienes vivimos aquí sea el motor del atraso y el rezago educativo.

Malas prácticas

A menos de un año de gestión, hay presidentes (as) municipales que no sólo han omitido cumplir con sus responsabilidades sino más aún, han incurrido en prácticas nocivas y corruptelas. En los últimos días ha sonado con insistencia la denuncia que interpusieron ante la Fiscalía Especializada para Delitos de Corrupción, un grupo de concejales de la ciudad y puerto de Salina Cruz. Señalan la opacidad y la discrecionalidad con la que el edil, Juan Carlos Atecas ha operado durante los ocho meses que lleva en el cargo. Es importante recordar que hubo un hecho que se hizo viral, previamente a una de las visitas que hiciera a la entidad el presidente Andrés Manuel López Obrador, en el cual el edil ordenaba a la Tesorería Municipal, pagar una determinada cantidad en efectivo, al senador Salomón Jara, “un político de gran envergadura”. Poco después una nueva nota se filtró e hizo viral en redes sociales, dando cuenta de otra operación similar, sólo que en una cantidad mucho mayor, para apoyar el informe que dicho personaje presentó en la capital oaxaqueña. Y éste fue de tal magnitud que despertó las sospechas de que jamás había sido financiado de su bolsa sino, justamente, de los erarios municipales.
Se sabe que las quejas en contra de los malos manejos de Atecas Altamirano, han llegado incluso a las oficinas del presidente de México y de la prensa internacional. Nada bueno pues de los ediles y su partido Morena, dado que lo que tanto criticaron de la “Mafia del poder” en el pasado, la están replicando con precisión cronométrica. Sin embargo, debe ser el área dedicada a las auditorías y revisión de cuentas del Órgano Superior de Fiscalización del Estado de Oaxaca (OSFEO), quien tenga iniciar las investigaciones correspondientes. Agua lleva el río cuando suena. Algo debe haber ahí que no anda bien, por lo que los mismos concejales han denunciado, más aún, por la información que se ha vertido en las redes sociales. Las pruebas están a la vista. Nada cuesta a los sabuesos de la OSFEO cumplir de manera anticipada con su labor, a fin de dar certidumbre a la función municipal. Se habla de que ya hubo en Salina Cruz un deceso por dengue hemorrágico. En parte gracias a que cuando se le solicitó apoyo para la gasolina de los vehículos que habrían de nebulizar, el edil lo negó. Hay pues más negativos que positivos en la gestión de este importante municipio que, todo mundo sabe, está entre las prioridades del gobierno federal.