Mensajes y amenazas
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Editorial

Mensajes y amenazas

 


El pasado viernes aparecieron en distintos puntos de los Valles Centrales, una en Santa Cruz Xoxocotlán y otra en el puente de Santiaguito, Etla, dos narco mantas, esgrimiendo serias amenazas a uno de los sindicatos del transporte: la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM). En los textos de ambas se habla del tráfico de drogas y otros ilícitos que, obviamente, no corresponden a este tipo de gremio que, suponemos, tienen sus responsabilidades perfectamente delimitadas. Sin embargo, desde hace mucho se sabe que no es sólo el traslado de pasajeros o materiales pétreos lo que mueve a los diversos sindicatos de transportistas que existen en la entidad, sino otras acciones no precisamente lícitas. Hace algunos meses ocurrieron varios asesinatos de operadores de taxis y moto-taxis. Es más, de manera sádica y enfermiza, las ejecuciones se video-grababan y se difundían en las redes sociales con el velado propósito de crear temor en los adversarios. Un transportista fue degollado y otro fue ahorcado. Los responsables ya fueron detenidos por la Fiscalía General del Estado y vinculados a proceso. Lo que no se sabe es quiénes fueron los autores intelectuales de dichos asesinatos.

Ya es algo común la mención de ciertos dirigentes y personajes conocidos al interior de los sindicatos referidos en este tipo de mensajes y amenazas. “El Oaxaco” o “El Junior”, y hasta conocidos dirigentes estatales son señalados en dichos mensajes atribuidos presuntamente a grupos criminales. Se entiende que son amenazas para crear terror entre los grupos antagónicos que, por lo que se sabe, están hoy más que nunca enfrentados y enconados. Hace casi un mes que se dio un enfrentamiento por un predio ubicado en las Riberas del Río Atoyac. Es más, un joven de 15 años recibió un disparo que le provocó la muerte. De los responsables de este crimen nada se sabe. La Fiscalía General ordenó la detención de ocho personas, presuntamente involucrados en estos hechos violentos, empero, los detenidos jamás llegaron al Ministerio Público ni, mucho menos, fueron presentados a declarar. Si bien se dijo que eran víctimas y no victimarios, el hecho dejó entre la ciudadanía la sospecha de que habrían sido liberados sin más, en una clásica expresión de favorecer a unos en detrimento de otros. Las narco mantas aparecidas el pasado viernes se refieren, justamente, al sindicato que habría sido beneficiado con los favores del actual gobierno.

Crisis en abasto

Para los citadinos que ven a diario las enormes filas para recibir atención en el Hospital Civil “Aurelio Valdivieso”, sobre todo personas de comunidades alejadas que vienen en busca de remedio para sus males, es preocupante lo que ocurre en dicho nosocomio. Hace tiempo hubo denuncias de una red, en la que participaban dos o tres trabajadores que vendían los espacios de hospitalización. No es un secreto que dicho hospital, que raya ya en casi cincuenta años, ha bogado contra corriente, habida cuenta de que ha sorteado severas crisis a raíz de la escasez de recursos para operar. La semana pasada en las páginas de El Mejor diario de Oaxaca publicamos un documentado reportaje sobre la situación que guarda el abasto de medicinas, que hacen lucir la farmacia de dicho centro hospitalario, semivacía. En efecto, el desabasto de medicamentos y materiales de curación parecen ser el sino de la administración de Alejandro Murat. Hay que recordar que ante la serie de denuncias que hubo desde el sexenio pasado, a dos días de haber tomado posesión, el ejecutivo estatal realizó una visita al citado hospital para constatar la situación. A más de dos años de distancia todo sigue igual o peor.

A lo largo del actual gobierno uno de los sectores que ha exhibido más sus carencias es el sector salud. Durante el primer año de gestión toda la culpa se le echaba al de atrás. Es más, el ex titular de los SSO, Germán Tenorio Vasconcelos sigue privado de la libertad y con una cantidad impresionante de procesos que le han sido fincados por desvío de recursos, peculado y otros. Pero han transcurrido más de dos años de la actual administración y ya no se justifica estar buscando culpables. El abasto de medicinas es tan indispensable como el mismo avituallamiento de hospitales o centros de salud. Si bien es cierto que las reglas del juego han cambiado de manera notable con la entrada del gobierno llamado de la Cuarta Transformación, también es cierto que el gobierno estatal debe tomar sus propias previsiones en materia de salud, luego de dispararse algunos males que antes se decía estaban más o menos controlados. Es necesario hacer las gestiones necesarias y no entramparse en el pernicioso burocratismo que suele seguir a las nuevas administraciones, más aún en ésta, en donde se cree ingenuamente estar descubriendo el hilo negro de la corrupción y la innovación.