El feminismo es un movimiento que comienza a tener expresiones destacadas en movimientos como la revolución francesa y posteriormente en la revolución industrial, una de sus máximas exponentes es Olimpia de Gouges quien emite su “Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana”, quien es guillotinada por éste acto, posteriormente surgen otras figuras en 1792 que plantean demandas inusitadas para la época como la igualdad de derechos civiles, políticos, laborales y educativos y derecho al divorcio como libre decisión de las partes.
Uno de los puntos cardinales del feminismo que se dio siglos anteriores a nuestra época es la desigualdad salarial que se daba al interior de algunos centros laborales, por lo que las mujeres exigían que se les pagara equitativamente ya que muchas ganaban la mitad o menos de lo que ganaba un hombre por hacer las mismas actividades en alguna fábrica.
La ideología Marxista toma la desigualdad salarial que sufren las mujeres como una de las expresiones del sistema capitalista que se basa en modelos de producción y plusvalía, así como el acumulamiento de la riqueza, por lo que ésta ideología no reconoce otras vertientes feministas y les denomina “feminismo burgués” por reivindicar expresiones feministas que considera superfluas, un ejemplo es el que la mujer expresaba como feminismo el uso de minifaldas, pero existen otras y muy diversas corrientes feministas.
En la actualidad existen circunstancias económicas, políticas, sociales, culturales y religiosas que determinarán las diversas expresiones del feminismo, éstas expresiones podemos imaginarlas todas como un abanico, en donde en un extremo podemos encontrar expresiones feministas como el desnudarse, pintarse el cuerpo, quemar objetos (para hacer actuaciones o representaciones) y otras expresiones de éste tipo, expresiones que algunas personas pueden catalogar como dementes, así como en algún momento se catalogó a Olimpia Gouges, pero también está la otra parte del abanico en donde podemos encontrar las aportaciones científicas que dejan muchas mujeres como legado a la humanidad, las aportaciones literarias y médicas entre otras.
El ser profesionistas les permite a muchas mujeres tener herramientas que les hacen expresar su feminismo desde el mundo de su profesión, pero no se le puede exigir a una mujer que no ha tenido acceso a ciertos conocimientos que exprese su feminismo como las profesionistas lo pueden hacer, porque más allá de ver la expresión feminista que se equipara con el síntoma de una enfermedad, lo que se debe mirar es la enfermedad, y la enfermedad que ha atacado a las mujeres por siglos y generaciones es el trato desigual, la violencia y la falta de oportunidades.
No necesariamente una mujer que expresa su feminismo desnudándose y pintando su cuerpo o quemando objetos es porque no tuvo acceso a alguna profesión, porque hay de todo en todo, pero sí es importante destacar que en la diversidad de las expresiones y de los mundos individuales cada quien tiene sus actitudes y aptitudes para expresar lo que a veces es inexpresable en palabras, pero que se debe entender por medio de la empatía.
Hay feministas que expresan con su voz y con su cuerpo el síntoma de la enfermedad, ya que son las únicas herramientas que tienen a su alcance, seamos sensibles a esas expresiones pero propiciemos que las expresiones feministas sean más que eso, porque la expresión máxima del feminismo se manifiesta cuando hacemos crecer a otras mujeres, la expresión máxima del feminismo la veremos cuando las mujeres alcancen su máximo potencial y que sea reconocido y por lo tanto las mujeres ya no se tengan que desnudar, que pintar sus cuerpos o quemar objetos para hacerse respetar.
Yo tengo la oportunidad de expresar mi feminismo desde mi profesión, desde la abogacía y el mundo del derecho, desde el mundo del derecho defenderé otras expresiones, aunque sean desnudarse y pintarse el cuerpo porque talvez yo no esté de acuerdo con su expresión de feminismo pero estoy de acuerdo con su derecho a expresarlo.
