La eterna batalla
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Debates y Deslindes

La eterna batalla

 


Esta semana cuando escuché al comentarista del canal 1, de TV Azteca, hablando sobre el peligro inminente que representaba para México los libros de texto gratuito los cuales constituían una invasión comunista casi me dio un infarto. Recordé que en la década de los 60 o sea así exactamente 62 años, surgió una gran campaña en contra del gobierno mexicano acusándolo de “comunista” por proporcionar libros de texto gratuitos para todos los alumnos que cursaran la educación primaria. En ese tiempo tenía 20 años, era la etapa de la Guerra Fría entre la URSS Y los Estados Unidos y me sorprendió la violencia con que la derecha, los grupos de la oligarquía más conservadores, hicieron un ataque frontal contra los libros de texto gratuitos. Yo, hijo de una maestra de la escuela primaria ligado al sistema de educación, sabía de las penurias y angustias que pasaban los padres de familia para comprarle los “útiles” a sus hijos que cursaba los primeros años de educación, los libros de texto fueron en este momento una salvación, un descanso para todos los padres de familia que ya no tuvieron que hacer grandes desembolsos al iniciarse el año escolar. 

Eso, además de los beneficios de proporcionar una educación universal a todos los niños del país. La campaña fue violenta, dura y prolongada contra la Secretaría de Educación. La iglesia católica desde que surge como una institución hace 2000 años, se adjudicó la educación de las nuevas generaciones. Nunca se ha resignado a dejar de participar en la educación, en la formación de los nuevos ciudadanos ha dado siempre la batalla por mantener una parte importante de la educación de las nuevas generaciones.

En la época del presidente Don Benito Juárez tenían los archivos y los asuntos públicos como registro de nacimientos, bodas, registros de nacimientos, muertes y herencias dependían de la iglesia. La mayor parte de la gente compraba su “entrada al cielo” dejándole cuantiosas fortunas, terrenos y casas, se le denominaba bienes de manos muertas, porque no producían nada para la sociedad, estaban en gran parte almacenados. La gran sabiduría de Don Benito Juárez en Oaxaca durante la gubernatura y más tarde como gobernante de la República fue separar los bienes públicos de la iglesia y hacer un gobierno laico. Nunca le perdonaron a Juárez las leyes de Reforma, todavía las atacan y vemos cómo en pleno siglo XXI siguen fortalecidos dando la pelea por participar en la educación o que esta sea dentro de las normas principios y objetivos que ellos tienen y no como ordena el artículo tercero constitucional donde se señala la educación libre, gratuita y laica.

Gracias a Juárez y a los constituyentes de 1917 tenemos una educación libre, laica, científica y gratuita, que proporciona el Estado y que tiene como condiciones indispensables hacer de las nuevas generaciones seres educados, libres y felices. La batalla que estamos viendo es una lucha que se inició hace más de 2000 años y que se ha dado en todos en todas las latitudes de la tierra donde la iglesia católica ha sentado sus reales, aquí en México, se dio a partir de la independencia cuando dos sacerdotes Don Miguel Hidalgo y Costilla y José María Morelos y Pavón inician la guerra de independencia. Desde este momento, hace dos siglos, la iglesia empieza a exigir hacerse cargo de la educación y de la administración pública en México. La primera oposición que tienen seria, estructurada científicamente fue con la generación de la reforma que entendió que la única forma de qué nuestro país avanzara en lo económico en lo político y en lo cultural fue separando la administración pública de la iglesia.

Tener un Estado laico permitió que nuestro país avanzara durante todo el siglo XIX y XX con una educación basada en los principios básicos de la educación científica que permitiera la libertad de pensamiento de las nuevas generaciones. Es evidente que el país ha avanzado de 1960, que fue la última lucha en la que se levantó como enemigo en el México al comunismo a estos tiempos, la sociedad se muestra más reacia a aceptar una propaganda trasnochada y asustarse con el comunismo que lamentablemente no pegó en ninguna parte y la Unión Soviética que era el paradigma de esta doctrina, tiene uno de los modelos más sofisticados de economía de mercado. 

Los únicos países trasnochados son Cuba y Corea del Norte porque China y la Unión Soviética en este momento compiten con los Estados Unidos en sus modelos de producción y crecimiento neoliberal. De manera que no nos espanten con el petate del muerto. El comunismo no pegó en ningún país y ahora queda dentro de las doctrinas como una reliquia histórica que lamentablemente no tuvo un espacio geográfico para instalarse. La campaña del canal 1 y su dueño Ricardo Salinas, el tercer hombre más rico de México, heredero de los dueños de las tiendas Salinas y Rocha, no puede estar más fuera de contexto, con una campaña trasnochada, pero, que suma en contra del gobierno de AMLO. Salinas Pliego participa a favor de los enemigos de AMLO y en contra de la Cuarta Transformación. Está en su absoluta libertad de ser un fascista. Lamentablemente el comunismo es ahora un recuerdo nostálgico de una parte importante de la humanidad y un “petate del muerto” del cual quieren aprovecharse para asustar a los ignorantes. Fin