Esto es democracia 
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Opinión

Debates y Deslindes

Esto es democracia 

 


Todas las opiniones que estamos escuchando, las nuevas formas de participación política, las diversas opiniones contra la Cuatro T y la triste oposición que existe. El hecho de que no haya “dedazo”, de que no sea una sola persona la que decida quién será el nuevo presidente de la república y varias personas participen como precandidatos, así como las nuevas formas que han diseñado los partidos de oposición, después de los diversos llamados de atención del presidente Andrés Manuel López Obrador para que se organicen y participen, todo eso se llama democracia. Por primera vez en la vida vivimos una democracia mexicana plena. 

Mi alumno, amigo y luego maestro Víctor Manuel Muñoz Patraca, publicó a principios del siglo XXI un libro que había trabajado más de 40 años intitulado “Del autoritarismo a la democracia”. Dos decenios de cambio político en México”. En su texto se lee: “el cambio político operado se inscribe dentro de un amplio proceso de transformación de las estructuras de la sociedad mexicana económicas políticas sociales y culturales en el que destaque el papel desempeñado por las ideologías los valores y las creencias de la sociedad. En este terreno se ubica la adopción de las reglas de juego que guían el funcionamiento económico político y social, así como el proceso de toma de decisiones que hace posible que dichas reglas sean puestas en la operación”. “A lo largo del siglo XX México ha tenido un sistema político autoritario sin embargo y en los últimos años hubo una creciente necesidad de apertura y de competencia tanto en el terreno económico como en el político que explican el proceso de liberalización en marcha” 

El tema es tan importante, lastimosamente poco analizado, sin embargo, en forma esporádica aparecen textos analizando el proceso mexicano de la democracia. La sociedad mexicana, principalmente la clase política analiza en esta época el texto: “La casa de la contradicción” de Jesús Silva Herzog Márquez, joven heredero de una de las familias más importantes del México político. Su abuelo don Jesús fue uno de los intelectuales más prestigiosos desde el cardenismo hasta su muerte. Publicó “Cuadernos Americanos”, la primera y más importante publicación de estudios latinoamericanos que circuló varios años con textos de los mejores pensadores. Don Jesús fue además un hombre clave en la expropiación petrolera de 1938 y durante su vida política fue una de las mentes más lúcidas para apoyar los avances de la revolución mexicana. 

Ahora el nieto, quien mantiene una posición antilopezobradorista publica este texto crítico donde señala que el proceso democrático que estamos viviendo apunta a ruinas prematuras. Para Herzog Márquez, “la democracia es un estanque donde desembocan todos los ideales políticos de la modernidad. Ahí se vierten las aspiraciones de libertad y de igualdad de soberanía y de tolerancia de participación y prudencia. Herzog Márquez no desperdicia una línea en su importante análisis para tirar de ladrillazos al gobierno de la cuarta transformación y principalmente a AMLO a quien compara con “una estatua por encima de la constitución”, “libre de las restricciones de la aritmética y ajeno a los fastidios de la realidad”. 

La amplia publicidad que le ha dado el autor a este libro lo hacen el quinta columnista de la oposición al gobierno de Andrés Manuel, afirma que hemos caído en el populismo, con esa fobia brutal y falta de análisis que le hacen los neoliberales al populismo, cuando algunos de ellos lo utilizan durante sus administraciones para aumentar su popularidad. El libro, “La casa de las contradicciones” se presta para ir hoja por hoja y casi párrafo por párrafo contestándole a un intelectual que siempre que me dirijo a él, digo que su abuelo don Jesús Silva Herzog a quien conocí y le publiqué uno de los mejores reportajes sobre su revista Cuadernos Americanos se avergonzaría de él. En fin, sigamos analizando, divulgando, combatiendo las ideas, eso es la democracia. 

La Guelaguetza

Ya estamos en el mes de la Guelaguetza, julio, que es un mes de comparsas, de convites y de gran alegría de los oaxaqueños. Estas fiestas nos han hecho mundialmente conocidos, el encuentro de los pueblos que ofrecen sus bailables, costumbres y artículos que regalan constituyen una de las grandes fiestas de Latinoamérica. Es tan importante que los grupos anti-Oaxaca empiezan a amenazar con suspenderla, con bloquear la llegada de los visitantes, con impedir que se lleve a cabo. ¿Qué nos pasa a los oaxaqueños? Lo de siempre, que tratamos a agredir, molestar, lesionar a los grupos más débiles, sean éstos, alumnos de escuelas primarias, público inofensivo y en este caso al turismo que para esta ciudad es vital.  Habrá que pensar cuál es el monto económico posible para que estos grupos “Anti” permitan seguir adelante con la fiesta, hasta qué punto trataran de imponerle a la nueva administración del estado sus exigencias y necesidades políticas, y hasta qué punto va a resistir esta administración. Cada nuevo sexenio esperamos que las cosas mejoren, que el nuevo gobernante no se deje chantajear. Sueños imposibles. En una ocasión un gobernador dijo en la Cámara de Diputados de la ciudad de México. “Qué puedo hacer, yo tengo 8 mil policías, ellos son 80 mil”.