Mejor ser bella que comer
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Mejor ser bella que comer

 


Antonio Espinosa que dirige un grupo comercial de productos de belleza me hizo un comentario que me dejó sorprendido. En las peores crisis económicas los productos de belleza no dejan de consumirse. Estos artículos se han convertido en necesidades básicas de la mujer. En esta última crisis los productos de belleza mantuvieron su lugar en el mercado y casi compitieron con los productos de primera necesidad. Parece mentira que las amas de casa prefieran dejar de comprar un kilo de huevo y no un lápiz para las cejas. Eso nunca llegué a pensarlo de nuestras abnegadas mujeres, pero por lo que me comenta este experto y nos dice el mercado así es. La presencia y el arreglo del ser humano tiene tanta importancia para el sexo femenino que los artículos de belleza son artículos de primera necesidad en este mundo que vivimos.

La belleza es un concepto, una cualidad presente en una cosa u objeto o persona que produce un placer intenso a la mente, y proviene de manifestaciones sensoriales.  Ser bello equivale a ser aceptado, por eso cualquier esfuerzo que se haga para ser o parecer bello vale la pena porque en ello nos va nuestra estima y si con un peso de artículos de belleza podemos lograrlo es verdaderamente maravilloso

La belleza nos permite percibir momentos de epifanía, tanto en las personas como en las cosas. Son instantes en los que captamos una revelación repentina, y pueden producirse al contemplar un rostro, un cuadro, escuchar un concierto. Ante esta situación es fácilmente comprensible que las mujeres y parte muy importante del sexo masculino busquen verse bellos y no les importe sacrificar un kilo de jamón por varios lápices labiales.

Los lápices labiales son los productos de belleza más vendidos, siguen los del cuidado de la piel, del cabello, maquillaje, artículos para el afeitado masculino, fragancias, artículos de cuidado oral, desodorantes de baño y ducha. Los que rompen récord de ventas son sin duda alguna los lápices labiales los hay de todas clases y colores y forman parte importante del mensaje de cualquier mujer.

Entre los productos que más compran las mexicanas están la máscara de pestañas, los lápices labiales, la base de maquillaje, el lápiz de cejas y el rubor y, en promedio, cada mujer tiene ocho labiales, tres delineadores de labios, tres rubores, cuatro máscaras de pestañas, ocho esmaltes de uñas y siete sombras de ojos.

Ahora me entero que el mercado de los productos de belleza tiene uno de los lugares más importantes en el consumo humano y que muchas veces sacrificamos otras comprar con tal de obtener un objeto que nos permita mejorar nuestra presentación ante la sociedad y eso hasta este momento es uno de los valore básicos del ser humano. ¿Quién no quiere verse mejor?

En el mundo occidental Helena Rubinstein, es la mujer que popularizó y establece las reglas básicas de la belleza del mundo occidental. Podríamos decir que inventó los parámetros de la belleza en la etapa contemporánea y de comercialización masiva de productos de belleza le dio valores a la apreciación sensible del mundo. Con ella se inicia la venta masiva de productos y el establecimiento de reglas básicas de qué es ser bello o bella en el mudo occidental. Comercialización aparte, los artículos destinados a la mejora y al embellecimiento personal constituyen una industria de miles de millones de pesos ya que el arreglo personal constituye uno de los valores fundamentales de la sociedad del siglo XX y XXI.

Fin de año

Un artículo de fin de año forzosamente requiere un balance de aciertos y errores. Para AMLO los resultados son más que satisfactorios. Algunos indicadores básicos como la paridad del dólar-peso es importante, que hay el menor índice de desempleo es básico, la gente trabaja y gana dinero, nunca se habían tenido esos números, el control que tiene sobre las variables del desarrollo del estado y sus instrumentos, la popularidad que goza como el segundo mandatario más aceptado en el mundo son logros que a sus enemigos políticos los enferma pero que no pueden dejar de reconocer. ¡Qué bueno! Nos hacía falta un presidente que amara al pueblo y que el pueblo le correspondiera. Por primera vez desde que tengo memoria se llega a un cuarto año de gobierno en una comunidad de estado y pueblo que es muy difícil de lograr y más difícil mantener. Veamos todo lo positivo Así no estaremos amargados. Fin