Esperanza o rebelión
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

Debates y Deslindes

Esperanza o rebelión

 


El régimen de Enrique Peña Nieto, está terminando como uno de los más graves descalabros que ha tenido la administración. Miles de asesinatos, penetración del narcotráfico en todas las esferas de gobierno, crecimiento cero y una corrupción que según ha dicho el presidente electo, combatirlos nos metería en un pantano. Los corruptores activos como son los miembros de la iniciativa privada, los narcotraficantes, los Zambada y el Chapo, han penetrado hasta las más altas esferas de gobierno. Me imagino que es difícil que Calderón o Peña Nieto reciban en un paraje solitario a los narcotraficantes y estos les entreguen personalmente maletas llenas de dinero, pensarlo me parece ingenuo. Junto con la corrupción se han sofisticado los mecanismos para transferir dinero, acciones en empresas de sociedad anónima, bonos, depósitos en cuentas numeradas. No es necesario transportar maletas llenas de dólares. Eso solo sucede en los films. Van de una cuenta a otra y a segundos, terceros o cuartos amigos del personaje al que se quiere corromper.
Un amigo me comentaba que lo único que no se acaba en la vida es la ambición por el dinero, lo vemos en que los supermillonarios y los políticos ricos que cada día quieren más y más y más dinero. Inventan negocios, participan con nuevas tecnologías, defraudan a la gente, todo con tal de obtener ganancias ilimitadas. Si bien ha dejado de ser sorprendente esta ambición desmedida por el dinero, no me sorprende ver que el sistema bancario es terriblemente inteligente y se mantenga estable. No hay resistencia del público a las demandas que establecen para quitarle peso tras peso y centavo tras centavo a la gente. Nadie presenta resistencia sobre los cobros y demandas de la banca toda resistencia se desvanece rápidamente cuando uno ve a los empleados, tan explotados como nosotros, defiende las decisiones de la banca.
¿Por qué nadie se revela? Las diferencias brutales que existían entre ricos y pobres hicieron estallar la Revolución Francesa, la Rusa y la Mexicana por hablar de las más conocidas. Ahora eso parece imposible. Dicen los teóricos que el carácter estabilizador del sistema ya no es represor, como era antes en la sociedad industrial, en la cual ante la protesta de los obreros, las manifestaciones se terminaban a palos, ahora el sistema es seductor. La dominación neoliberal moderna está estructurada totalmente distinta, ya no hay lucha de clases, no hay oponentes. Ningún patrón oprime la libertad. La lucha de clases se ha convertido en una lucha interna, una batalla consigo mismo. Hoy el trabajador oprimido es amo y esclavo al mismo tiempo y en su persona, el que fracasa se culpa a sí mismo, no al sistema y se avergüenza. La persona se cuestiona a sí misma, no a los capitalistas y a los dueños de las empresas, no a los bancos.
En México parece mentira que ante tanta corrupción y tanta inmoralidad que ha salido a flote y ante la ineficiencia de un sistema admirativo como nos dice Andrés Manuel López Obrador que ha encontrado, nadie haga nada, ni él mismo presidente electo quien ha declarado como una mera expresión política, que habrá borrón y cuenta nueva. Hombre previsor se da cuenta que si dedica sus esfuerzos y el de sus colaboradores a combatir a los corruptos más conocidos, empezando por Salinas de Gortari, sería entrar en un pantano de dimensiones imaginables que impediría llevar a cabo una serie de reformas y políticas públicas de beneficio popular.
Como buen hombre pragmático habla de un borrón y cuenta nueva. De partir de cero pero advierte que no permitirá corrupción en su gobierno y que se castigará a cualquier persona, aún de su familia, que intente violar las normas y caer en actos ilícitos.