La presidenta será ¿narco o corrupta?

¿Los mexicanos merecemos una Presidenta corrupta o, peor aún, una narcopresidenta mentirosa? No lo creo y los 125 millones de habitantes de este país, en su gran mayoría quieren eso.

Entonces qué afán de las dos candidatas mujeres de lanzarse ese tipo de injurias que, de ser ciertas, deberán ser investigadas por las autoridades.

Segundo debate que parecía más un careo que presentación de propuestas, un careo sin ministerio público presente, aunque presenciado por 10, 15 millones o más de personas, donde nos quedamos esperando pruebas de sus dichos.

Propuestas sí las hubo, pero lo que marcó el encuentro fueron las acusaciones de Claudia Sheinbaum contra Xóchitl Gálvez y las de esta última contra la candidata puntera. Jorge Álvarez machacaba con sus proyectos, pero nadie le ponía atención y menos las dos candidatas sumidas en su pugna.

Y aunque las dos mujeres carecieron del punch suficiente para noquear a su adversaria, se fajaron en el ring de los Estudios Churubusco dejando satisfecho a su público que coreó el triunfo de una o de la otra.

No hubo round de sombra, para detectar las armas de la adversaria, pero traían un propósito fijo, desacreditar a la contraria y no considerar para nada al único hombre sobre el ring, quien parecía un espíritu solitario, tanto que ni siquiera un par de jabs lanzados a Xóchitl y uno más a Claudia obtuvieron respuesta.

La contienda inició con una Xóchitl fría con cara de espantada que en cuanto calentó soltó su metralla y una Claudia que soltaba golpes de defensa, hasta que alcanzó su clímax, cuando en el intercambio, Claudia le aplicó el primer golpe contundente, acusando a Xóchitl de obtener una serie de contratos con Conagua, siendo funcionaria del gobierno de Vicente Fox. El golpe acusó recibo y Xóchitl le devolvió con un contundente uno, dos, sacando un conejo de la chistera, la foto de Carlos Imaz, exesposo de Claudia, acusado de recibir fuertes cantidades de dinero proveniente de un contratista argentino, Carlos Ahumada que hizo lo mismo con varios militantes de la actual 4T.

La cara de Claudia se contrajo y por vez primera los músculos de la cara se contrajeron e hizo una mueca de disgusto.

Eso entusiasmó a Xóchitl que remarcó con otras acciones que le disgustan a Claudia que se le restrieguen: el colegio Rébsamen, la L12 del Metro y otras acciones más que se le responsabilizan a Claudia.

Xóchitl pudo satisfacer a sus seguidores cuando aceptó lo de los contratos y dijo que no eran en su área e invitó a Claudia a responder sobre los suyos y no lo hizo.

Claudia le tiene tomada la medida a Xóchitl y sabe cómo desesperarla y es cuando no responde a sus cuestionamientos y ni siquiera voltea a verla, fue ante esta indiferencia y desaire recibidos que Xóchitl soltó la contundencia del golpe, ya que ni siquiera las reiteradas veces que la acusó de mentirosa la habían inquietado, pero sí lo hizo el de “narcocandidata” que sonó contundente.

El rostro de Claudia se contrajo y se lanzaron repetitivas las palabras dolorosas que parecían gancho al hígado, mentirosa y narcocandidata contra corrupta.

Estas palabras no se las llevará el viento y quedarán por el resto de la campaña, por más de 30 días y las refrescarán una y otra vez cuando sea necesario.

Jorge Álvarez también asistió a la cita, guardó prudencia, presentó algunos proyectos, destacó lo maravilloso que, dice, se vive en Nuevo León y Jalisco y ya, hasta ahí llegó.

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El Presidente se mostró contento por la forma en que se realizó el debate, porque no hubo groserías, aunque sí acusaciones graves que, para él, no son importantes.

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