Pañales y ropa del bebé
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Opinión

Comentario Pediátrico

Pañales y ropa del bebé

 


El cambio de ropa suele ser un momento que causa inquietud en los bebés y lactantes, por su percepción a la pérdida del calor retenido, con exposición adicional a la temperatura ambiental, manifestado en forma asociada con irritabilidad, llanto o agitación, que muy frecuente causa ansiedad variable en los familiares.

En relación con los pañales, se cuentan con dos alternativas: desechables y de tela. Los desechables actuales, tienen un forro interior que ayuda a eliminar la humedad de la piel del bebé, un centro absorbente hecho de pulpa de madera purificada y polímeros superabsorbentes, así como una cubierta exterior impermeable. A través de los años, los pañales desechables se han vuelto más delgados y ligeros, sin dejar de satisfacer las necesidades de contención, comodidad, facilidad de uso y cuidado de la piel. Al cambiar un pañal sucio, tire los excrementos sueltos en un inodoro. No tire el pañal al inodoro, porque puede bloquear la tubería. Enrolle el pañal en su cubierta exterior y deséchelo en un recipiente de basura. Los de tela, están disponibles en una variedad de absorbencias y texturas. Para su limpieza en casa, se deben mantener separados de otras prendas. Después de tirar los excrementos en el inodoro, enjuague los pañales en agua fría y luego póngalos en remojo en una solución de detergente con blanqueador. Exprímalos y luego lávelos con agua caliente y un detergente suave.

En cuanto a su elección personal, los pañales desechables añaden 1 o 2 por ciento a los residuos sólidos municipales, mientras que los pañales de tela utilizan más energía y agua en el lavado y contribuyen a la contaminación del aire y el agua. Por otra parte, con los desechables, la piel puede estar excesivamente húmeda y en contacto con la orina y el excremento, por un tiempo probable mayor que el de tela, siendo factores que pueden causar irritación (dermatitis) en la piel del bebé. Debido que los pañales de tela no pueden evitar la humedad en la piel de su bebé tanto como los desechables, eso condiciona cambiar estos pañales rápidamente y disminuye el riesgo de la dermatitis.

Para realizar el cambio de pañal a los niños se tomará en cuenta que algunos tienden a orinar tan pronto como se exponen al aire; así, siempre es conveniente mantenerlos cubiertos la mayor parte del tiempo para evitar que usted, la superficie donde se cambie y/o la ropa del bebé se mojen. Hasta los cuatro meses la mayoría de los niños permanecen quietos al acostar boca arriba, primero levante sus piernas con una mano y ponga un pañal limpio en la parte de abajo con la otra. Asegúrese de que el lado con figuras del nuevo pañal esté al frente; y el lado con las lengüetas, en la parte de abajo. Luego, desabroche el pañal usado y limpie la parte sucia de su bebé con la parte de enfrente (parte interior) a medida que se lo quita. Esto le ayudará a quitar una cantidad significativa de heces antes de que use la primera toallita húmeda. Si el pañal usado no está muy sucio, déjelo doblado, pero aún debajo de su bebé, para que le ayude a evitar que su piel aún sucia tenga contacto con el nuevo pañal y lo ensucie antes de limpiarlo, y también le servirá para absorber la orina que pudiera eliminar durante el cambio de pañal. Limpie luego las áreas sucias alrededor con una toallita húmeda, papel húmedo o toallita para lavarse, quite el pañal sucio junto con las toallitas húmedas de abajo de su bebé (si aún no lo ha hecho) y busque un lugar “seguro” para ponerlos para evitar mancharse. Para saber si colocó bien el pañal, solo necesita asegurarse de que el frente del pañal esté centrado entre las piernas y que haya jalado la parte posterior al menos al mismo nivel de la parte de enfrente, usualmente al nivel del ombligo. Verifique que las lengüetas estén aseguradas uniformemente al frente de modo que no haya espacios alrededor de las caderas. Además, para ayudar a evitar fugas, asegúrese de que el contorno alrededor de las piernas no esté metido en los bordes elásticos del pañal.

Las prendas de vestir en el bebé son importantes para regular su temperatura corporal y evitar el daño directo con algunos agentes físicos del ambiente. De preferencia, siempre deberán ser fabricadas de materiales naturales (en especial algodón), ser holgadas y suaves para evitar malestar o irritación de su piel.

Para el primer mes de vida, conviene tener a los recién nacidos con su ropa, en habitaciones con temperatura ambiental variable entre 25 a 28 grados y después del primer mes en temperatura de 22-25 grados. De ser posible, al momento de realizar el cambio de sus prendas, se deberá contar con algún calefactor cercano para proporcionar una temperatura de 28-30 grados. Texto completo en https//alevascommx.blogspot.com