Hepatitis B
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Opinión

Comentario Pediátrico

Hepatitis B

 


Es una enfermedad inflamatoria del hígado causada por la invasión y proliferación del virus de la hepatitis B, que se transmite a través de la sangre, secreciones genitales, saliva, leche, sudor y lágrimas. Aunque su huésped natural es el hombre, este virus puede sobrevivir fuera del humano y ser muy resistente. Por esto, distintos materiales, contaminados con el virus, tales como agujas, instrumentos de cirugía, dental, etc., pueden transmitir la infección mucho tiempo después de haber sido contaminados.

Este tipo de infección afecta a más de 350 millones de personas en todo el mundo. Aproximadamente el 5% de la población mundial tiene infección crónica por este tipo de virus (diferente al tipo A) y es la principal causa de hepatitis crónica que como complicación puede dar origen a cirrosis y/o cáncer del hígado en todo el mundo. Cada año, se estima que 500.000 personas mueren de cirrosis y cáncer hepático causado por una infección crónica y 40,000 personas más mueren de hepatitis B aguda. Se estima que entre 500.000 y 1,000,000 personas mueren anualmente a causa de una enfermedad hepática relacionada con el virus de hepatitis tipo B.

De acuerdo con estudios de laboratorio, la distribución de esta enfermedad varía en diferentes partes del mundo, considerándose presente en forma endémica alta cuando su porcentaje de población afectada es mayor del 8%, intermedia del 2 al 8% y baja cuando es menor del 2%. Así China, sudeste asiático y África son los países con mayor cantidad de afectados señalados hasta en 10% de su población. América del norte incluye a menos del 1% de su población total de enfermos crónicos. 

Aproximadamente un tercio de los pacientes adquieren la infección durante su nacimiento y la primera infancia. La mayoría de las infecciones agudas, ocurren entre los adultos jóvenes. Todos los infectados pueden transmitir la enfermedad en la fase aguda y también muchos con infección crónica. Su forma de transmitirse puede tener cuatro posibilidades especiales: vertical, transversa, sexual y parenteral. 

La forma vertical o perinatal se produce de una madre con infección aguda o portadora crónica del virus, fundamentalmente en el momento del parto, al entrar en contacto el recién nacido con sangre y/o secreciones vaginales maternas contaminadas por el virus.

La transmisión horizontal es la que se produce entre personas que conviven en el mismo espacio. Se considera que se debe al contacto de sangre o de fluidos orgánicos contaminados con heridas de la piel y/o de las mucosas. 

La transmisión parenteral o conocida también como de jeringas por la trasfusión de sangre, es muy poco probable por las medidas que se toman en los bancos de sangre respecto a control de los donantes, y reactivos especiales en el control de la sangre antes de administrarse. Es mucho más significativo en este aspecto, la administración de drogas inyectadas que lo definen con un comportamiento de alto riesgo de infección. También deben incluirse la acupuntura, tatuajes, perforaciones para pendientes, etc.

La transmisión sexual, se establece cuando un integrante de la pareja es portador del virus. Lógicamente la promiscuidad sexual y la coexistencia de otras enfermedades de transmisión sexual facilitan, el riesgo de infección por el virus de la hepatitis B. 

En forma asociada, se puede establecer entonces los grupos de personas que pueden estar expuestas a este contagio, y son aquellos que por razones profesionales tienen un mayor riesgo de entrar en contacto con líquidos orgánicos contaminados con el virus. Es decir: personal sanitario, policías, bomberos, funcionarios de prisiones, militares, etc. También son personas con riesgo muy elevado los adictos a drogas por vía parenteral al compartir agujas, jeringuillas, etc., los pacientes sometidos a hemodiálisis, las personas sexualmente promiscuas tanto homo como heterosexuales, las que conviven con portadores crónicos de hepatitis B y muy especialmente los hijos de madres portadoras del virus. También tienen un mayor riesgo las personas que viajan a zonas con alta endemia de infección de hepatitis B (África, Asia, Amazonas, etc.). Se consideran también como de alto riesgo a muchachos por encima de los 15 años y en los adultos jóvenes, porque en esta edad es cuando se inician preferentemente los comportamientos de riesgo (sexual, consumo de drogas, etc.), que son los factores que condicionan y facilitan la infección por el virus.