Laringotraqueitis
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Opinión

Comentario Pediátrico

Laringotraqueitis

 


Es una enfermedad viral, común en del sistema respiratorio de los niños, que causa inflamación de las zonas iníciales del tubo respiratorio que describe su nombre: laringe (manzana de Adán) y tráquea (tubo inferior) de forma particular; y en ocasiones, con extensión inflamatoria a los tubos que van a los pulmones (bronquios), para causar las manifestaciones que la distinguen: voz ronca (disfonía), estridor laríngeo y tos seca (como perro). Asociado a grados variables de dificultad respiratoria, por la disminución en el calibre que causa la inflamación, de la capa interna (mucosa) respiratoria.
Tiene como causa, una gran variedad de agentes virales. Por lo general se contrae durante los meses de otoño e invierno. Afecta con mayor frecuencia a los niños con edades entre seis meses y tres años, con una incidencia mayor a los dos años. Por sexos afecta con mayor frecuencia al masculino. Durante la temporada de incidencia, se llega a considerar que cerca del quince por ciento de la población infantil, desarrolla esta alteración. Algunos niños pueden tener recurrencia hasta de tres ocasiones.
En cuanto a su pronóstico, es excelente ya que la recuperación casi siempre es completa en tiempos variables, pero en general breves (de 24 – 48 horas), sin necesidad en la mayoría de los casos de ameritar internamiento hospitalario.
Esta enfermedad inicia generalmente con síntomas respiratorios inespecíficos a base de escurrimiento nasal, dolor de garganta, malestar general, tos leve. La fiebre que la acompaña varía entre 38 a 39 grados. Luego de uno a máximo dos días de la evolución descrita, en forma repentina -principalmente por las noches-, se agudiza por el grado de inflamación que alcanza la mucosa del sistema respiratorio afectado, que produce engrosamiento de las cuerdas vocales, disminución del calibre en el trayecto del conducto aéreo e irritación de la superficie interna del tubo (tráquea) que lleva el aire a su división inicial (bronquios), por lo que aparecen en forma rápida:
Voz ronca, que evoluciona de forma rápida a perder su emisión. Está condicionado por la inflamación de las cuerdas vocales.
Estridor de la laringe, que es un ruido audible a distancia, que se produce a la entrada del aire a través del estrechamiento por debajo de las cuerdas vocales (laringe), que por el grosor de la mucosa, facilita que las superficies puedan plegarse, cerrando la vía respiratoria de forma parcial, ante la presión negativa que se produce en el momento de introducir el aire hacia los pulmones, que se abren de forma parcial con el esfuerzo realizado, pero generando el ruido ante su vibración especial. Cuando el ruido se escucha en los dos momentos respiratorios (de entrada y salida), manifiesta inflamación importante de los trayectos de bronquios con dificultad para sacar el aire.
Tos perruna. Se manifiesta por el grado de inflamación en la tráquea, que por lo agudo de la inflamación no permite la generación de moco asociado para dar a la tos su carácter húmedo habitual. Es incómoda para el paciente y tiene tono grave y seco.
La causa en mayoría de las ocasiones es por virus habituales del sistema respiratorio; de los cuales, algunos son identificados por grupos particulares de edades de los pacientes y tipo de evolución que muestran en su enfermedad.
En ocasiones algunas bacterias especiales, pueden condicionar una forma muy grave de enfermedad, que se identifica relativamente fácil por precederse de fiebre de intensidad muy importante (valores de 40 grados o mayor), acompañada de mal estado general, con rápida evolución, que causa de forma súbita: inflamación importante del sistema respiratorio, al grado que pueda comprometer la funcionalidad de los conductos, teniendo que ser de atención necesaria de hospitalización, para introducir un tubo que asegure la forma de respirar al niño, o incluso ameritar abrir el cuello para introducir un tubo a su través al sistema respiratorio, si se nota que existe dificultad para la colocación del tubo respiratorio a través de la boca, o en caso de no contar con el tubo señalado; logrando en ocasiones heroicas, dejar colocado algún otro dispositivo tubular que cumpla con la función de permitir la entrada del aire (popotes, carrizos, lapiceros, etc.).
Se desconoce en especial la causa que influye a que el cuadro se presente de predominio por la noche, pero se supone que corresponde a condiciones naturales de hormonas en el transcurso de la noche que puede llegar a influir.
En casi la mitad de los afectados no hay evolución a mostrar un grado preocupante de dificultad respiratoria; y sus manifestaciones desaparecen al segundo día de haberlo iniciado, pero se conocen casos especiales que pueden tener manifestación leve durante los cinco a seis días siguientes.
Por el tipo variado de manifestaciones que se presentan, se ha hecho práctico emplear un sistema especial de calificación para definir el grado de alteración presente, que justifica de forma similar un manejo especial de sugerencia. Clásicamente incluye los grados de leve, moderado e intenso, pero agrega en caso extremo la condición de falla respiratoria inminente para justificar su identificación inmediata para su atención en servicios de terapia intensiva. En las categorías que logre establecer esta calificación permite sugerirse la vigilancia en hospitalización y con el cuadro leve envío a domicilio.
Como estudios para valorar el tipo de inflamación respiratoria y su posible asociación con alguna agregación o causa bacteriana, se requiere de muestras sanguíneas para valorar la respuesta inflamatoria aguda o datos de descompensación metabólica. Los estudios de imagen son importantes para relacionar la agregación de inflamación pulmonar (neumonía) o bien, el grado de disminución del calibre por tejido inflamado.
Esta enfermedad deberá diferenciarse de otras que puedan tener manifestaciones parecidas y puedan confundir en sus manifestaciones, como la formación de un absceso en la parte posterior de la garganta, presencia de un cuerpo extraño en vías respiratorias, inmadurez de laringe (en niños muy pequeños), obstrucción respiratoria baja por un anillo formado por estructuras vasculares, enfermedad por reflujo asociando neumonía secundaria, aspiración de cáusticos, papilomas (abultamientos mucosos) en laringe.
En su tratamiento, se ha establecido la administración de un medicamento antiinflamatorio potente como esteroide, que evita el proceso inflamatorio progresivo y remite la inflamación para modificar los datos clásicos de la enfermedad. Por otra parte, se emplea también la exposición a la respiración de aire frío, que condiciona efecto a nivel de los vasos sanguíneos de la mucosa inflamada, al causar que disminuyan de calibre; y en forma secundaria, mejora el engrosamiento obstructivo del sistema respiratorio. En ocasiones con la aplicación de aire frío, se puede asociar un medicamento con potente efecto de cierre vascular en el sistema respiratorio. Otros medicamentos ya no son necesarios. Con este tratamiento referido es posible notar la mejoría sintomática de los pacientes en tiempos variables de ocho a doce horas.
Cuando la evolución no muestra mejoría con el tratamiento establecido, se podrá justificar realizar estudio de visualización de la región afectada (laringoscopía), que deberá contar con asistencia de anestesiólogo, para cuidar que no se produzca una estimulación refleja que pueda complicar su función respiratoria.
Se recomienda a los padres en especial, que en esta enfermedad no se comenten o se condicionen factores que hagan perder la confianza o seguridad a su hijo, ya que, bajo el temor o desconfianza, de forma natural se produce esfuerzo respiratorio mayor. Durante el tiempo que permanezca hospitalizado, se justifica que sea abrazado por el familiar con quien sienta mayor tranquilidad el niño. Si por esta enfermedad hay limitación para su alimentación, es posible poder proporcionar nieves o paletas heladas para mejorar su inflamación y acudir al médico sin esperar la dificultad en su respiración.