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Opinión

Columna sin nombre

Nicaragua

 


Si no fuera cierto, risa me daría lo que sucede en aquel país hermano, y nosotros no más mirando.

El mapache guasón

        

Escribo en jueves, razón por la que no es posible hablar del juicio de Genaro García Luna, (exdirector de Seguridad Pública en el Gobierno de Felipe Calderón) en Brooklyn, Estados Unidos, ya que el jurado está en estos momentos deliberando sobre su culpabilidad o inocencia, por lo cual las opiniones y comentarios estarían sujetas a la incertidumbre.

Así las cosas, prefiero comentar los hechos en Nicaragua, con el Gobierno, francamente brutal, de Daniel Ortega, presidente y Dictador de aquel país. Son tales las medidas que está tomando este dictador, que llegan al grado de “increíbles”.

En efecto, meter a la cárcel a sus opositores, luego liberarlos y enviarlos a Washington, EU como expatriados, pero después de haberles expropiado su nacionalidad; apenas se puede creer de un hombre que luchó por la libertad de Nicaragua durante el Gobierno de los Somoza, de la cual salió triunfador y en calidad de héroe, para años después convertirse en un dictador peor, quizás el más sanguinario de América.

Adicionalmente, el obispo de aquel país, no aceptó ser expulsado y permanece en prisión.

El colmo es que su antiguo compañero de armas, el escritor Sergio Ramírez, fue incluido en la repatriación, se le decomisaron sus bienes y se le expropió también se nacionalidad.

Increíble de creer y menos aceptar, que sea posible jurídicamente hablando, expropiar la nacionalidad, aunque a pesar de todo las palabras del escritor son adecuadas, patriotas y exactas cuando escribió un Twitt; parafraseo: Entre más Nicaragua me quiten, más nicaragüense soy.

Yo también soy Pueblo.

Por allí nos encontraremos.