Dos mujeres

Destacan a mi juicio esta semana en el ambiente administrativo, que puede influenciar a la política nacional, la nominación y —en su caso— nombramiento de dos mujeres a los más altos puestos en el gobierno federal.

Me refiero a la nominación realizada por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), de la señora licenciada Loreta Ortiz, para que ocupe un escaño como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN); aunque no sería la primera mujer en serlo, el mérito de ella es muy grande y un acierto de AMLO. Hay que recordar que la primera mujer ministra de la SCJN fue la inolvidable oaxaqueña doña Cristina Salmorán de Tamayo.

Una vez confirmada por el Senado, la mencionada dama ya ha tomado posesión.

Por otro lado, y ante el inminente cumplimiento de su periodo el próximo mes de diciembre, por uno de los varones de la Junta de Gobierno y presidente del Banco de México (Banxico), el propio AMLO nominó a otra mujer como miembro de dicha Junta de Gobierno, me refiero a Victoria Rodríguez, quien se desempeñaba como subsecretaria de Hacienda.

La dama en cuestión tiene los méritos suficiente para tal cargo, aunque no debemos olvidar que debe ser ratificada por el Senado y, posteriormente, en diciembre, de entre los miembros de la Junta de Gobierno de Banxico donde seguramente ya estará ella, deben elegir entre ellos y sin intervención ni de AMLO ni del Senado, al nuevo gobernador —en su caso gobernadora— de la más importante institución financiera y autónoma de nuestro país.

El Banco de México tiene, entre otras facultades, la obligación de imprimir el papel moneda —los billetes, pues— y la acuñación de las monedas metálicas.

De ser elegida por sus pares, la señora Rodríguez sería la primera mujer en México en ocupar tan importante cargo.

Solo queda la duda en los corrillos políticos del porqué AMLO sacrificó a Arturo Herrera, ya que lo separó del cargo de secretario de Hacienda el pasado mes de junio, con la promesa pública de llevarlo al Banco de México.

Yo también soy Pueblo.

Por allí nos encontraremos.