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Columna sin nombre

Cuba

 


Después de más de sesenta años de dictadura castrista, quienes hemos vivido la historia de ese país hermano, podemos recordar desde sus inicios ese episodio caribeño.
Gobernaba Cuba por los años cincuenta un corrupto presidente: Fulgencio Batista.
Se levantó en armas por allá por la Sierra Maestra, contra ese régimen, un grupo de jóvenes “idealistas”, Fidel y Raúl Castro Ruz, Camilo Cienfuegos, Ernesto Che Guevara y muchos otros.
Recibieron el apoyo internacional casi unánime, al grado que la prestigiosa revista de la época, LIFE, le dedicó a Fidel una portada y varios artículos, y se llegó al grado de afirmar por articulistas de los medios, que la Revolución Castrista era apoyada e incluso financiada por USA.
Triunfó Castro, Batista huyó de Cuba y se inició un régimen de izquierda, que para empezar destrozó las máquinas y equipamiento de los casinos.
Avanzó el régimen de Castro y en México se cantaba por los jóvenes soñadores un estribillo entre muchos que decía: “La espina se ha vuelto clavel, y ahora en Cuba se llama Fidel”.
Pasaron los meses y cosa de un par de años, y Fidel Castro se echó en brazos de la entonces Unión Soviética, y claro, se declaró comunista.
Empezó el éxodo de cubanos que huían del régimen, para refugiarse principalmente en Miami, Estados Unidos, de donde surgió el grito de “Cuba sí, Castro no”.