Sucesión presidencia
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Columna sin nombre

Sucesión presidencia

 


A pesar de los pesares, la realidad no se olvida, la Pandemia, la inseguridad, la inflación, la línea 12, los cárteles, los homicidios dolosos, los feminicidios y otros males sociales presentes, que son imposible borrarlos con un juego político anticipado más de dos años, como la sucesión presidencial, que pretende y casi lo logra, distraernos de la pesada realidad.
Mencionados los problemas, entro al juego.
Aparentemente, la persona favorita del señor presidente López Obrador para sucederlo es Claudia Sheinbaum, a quien desde hace tiempo en varias reuniones públicas, los asistentes corean la palabra “presidenta, presidenta”.
En ese tenor y en vista que el propio AMLO mencionó varios nombres, ni tardo ni perezoso Marcelo Ebrard ” se “destapó”” ante el mismo presidente.
Claro, el juego es muy entretenido, pero hay que recordar la historia reciente de México y la figura del “tapado”, que desde Lázaro Cárdenas, los mandatarios utilizan las más de las veces para ocultar a su auténtico preferido.
Quizás el caso más notorio, fue cuando Don Luis Echeverría dejó correr la imagen de Don Mario Moya Palencia, para finalmente señalar a su amigo de juventud Don José López Portillo, a quien fue formando desde una subsecretaría en la desaparecida Secretaría de la Presidencia, Director de la CFE y Secretario de Hacienda, para desde esa posición dar el “dedazo” a su favor.
Así las cosas, los favoritos de hoy, pueden ser los desplazados de mañana, sobre todo si se mueven demasiado durante el mandato del supremo poder, y pudieren opacarlo algo; de tal modo que los presidentes no toleran a nadie, pero a nadie, que les haga la más mínima sombra, y en lugar de escoger a alguien capaz y competente, prefieren a una persona dócil y manejable, para conservar la ilusión de que siguen mandando.
“Qué horas son”, las que usted diga señor presidente,
En el actual partido hegemónico que ha sustituido al PRI, con cosa del sesenta por ciento de ex priistas, incluida el propio AMLO y el carnal Marcelo, Morena, las cosas pueden ser idénticas, un Presidente absoluto y una serie de colaboradores más o menos conocido.
Sigue siendo válida en esta presidencia, la expresión de Fidel Velásquez “El que se mueve no sale en la foto”.
Digo, no corramos, esperemos.
Yo también soy pueblo.
Por allí nos encontraremos.