El dilema del PRI
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Opinión

Columna sin nombre

El dilema del PRI

 


Se le viene encima la asamblea y Ochoa reza. El Mapache Guasón.

Está a la vuelta de la esquina la Asamblea Nacional del PRI, que seguramente dará el próximo sábado algunas luces a los aspirantes del tricolor.

No va a ser una asamblea a la antigüita, en la que simplemente se de luz verde a un pre candidato, de ninguna manera.
Vamos a ver con toda seguridad, una reforma a los estatutos que eliminará candados para los candidatos del futuro.
Por ejemplo, actualmente para ser candidato a la Presidencia de la República por el PRI, son necesarios al menos diez años de militancia.

Al eliminar ese candado, los tricolores se abren a candidatos de reciente militancia y en un caso extremo para el 2018, que no lo creo, a un ciudadano externo.

Entonces los ansiosos seguramente buscarán nombres como por ejemplo, simple imaginación mía, Meade Kuribeña, actual Secretario de Hacienda.

Otro candado que se eliminará de los estatutos será, a mi juicio, aquella norma que exigía que todo aspirante a un puesto de elección popular, debía haber ocupado precisamente algún puesto como el de regidor, presidente municipal, diputado, senador o incluso Presidente de la República.

En ese contexto y de eliminarse este candado, cualquier simpatizante del partido histórico de México, podrá ser nominado para ocupar alguno de los más de tres mil puestos de elección popular que se elegirán el próximo año, luego, el PRI se abre y se vuelve más democrático, lo que seguramente le atraerá votos adicionales a los de la militancia activa, de su voto duro pues.

La dirigencia nacional ha señalado, siguiendo a Jesús el de Veracruz, -por supuesto que a Reyes Heroles- que primero es el programa, el plan, y después el hombre.

De ser acertado ese pronunciamiento, no se adelantará el destape aunque se incomoden los veteranos que se han manifestado a favor que se acelere el nombramiento del candidato principal, es decir del sucesor de Peña Nieto.

Se aduce por los ansioso, que ya es necesario que el país conozca al pre candidato del tricolor, con el objeto de no seguir dando ventajas a quienes ya están en campaña pór otros partidos.

Es posible que tengan razón, pero me inscribo entre quienes opinan que el camino que se está eligiendo es el correcto, y que no es necesario “destapar” al bueno para que inicie una campaña anticipada.

Lo expreso con un argumento: los posibles del PRI tienen, gracias a sus encargos actuales, la plataforma más amplia que se pueda uno imaginar para muestrearse dentro de sus atribuciones como secretarios de estado.

En efecto, a Osorio Chong le sobran plataformas para seguir como aspirante viable.

De Luis Videharay no se diga, con la negociación del TLC tiene y le sobran espacios para seguir adelante con sus aspiraciones.

Meade lo mismo en su asignatura.

Nuño Mayer, el joven maravilla, bueno, sigue adelante con la Reforma Educativa que sigue consolidándose aunque ladren los perros.

¿Eruviel Ávila? Desde luego, ya que el gobierno del Estado de México tuene y le sobran para prestar, sucesos políticos en los que se puede dejar ver el gobernador.

Por lo demás, se piensa que algún candidato ya en campaña, entre más hable más se va a hundir, o en otras palabras según el refrán: “el pez por su boca muere”.

Yo también soy Pueblo.
Por allí nos encontraremos.