Ejemplo de organización
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Opinión

BARATARIA

Ejemplo de organización

 


El incendio forestal ocurrido el domingo pasado en la zona boscosa de Santa Catarina Ixtepeji y Tlalixtac de Cabrera, nos dejó algunas enseñanzas que valen la pena reflexionar:

1.- Que estamos inermes ante la naturaleza.

2.- Que las comunidades tienen una capacidad de organización mejor que el gobierno para actuar en eventos de este tipo.

3.- Que los políticos carecen de solidaridad para apoyar a la población en desastres y sólo se acercan a ella cuando requieren del voto ciudadano.

Veamos por qué.

Esta emergencia nos mostró, una vez más, que estamos desvalidos frente a la naturaleza y requerimos de mucha conciencia para cuidarla y para no dañarla más de lo debido.

Estamos inermes ante un sismo, una inundación, una sequía o un incendio forestal. Apenas en la república chilena se prendieron las alertas al ocurrir hace unos días quemazones en la zona centro sur de Chile, en la región de Valparaíso.

Los datos recientes señalan que 130 personas perdieron la vida, y al menos otra cifra preliminar está desaparecida, en tanto que 15 mil viviendas fueron convertidas en cenizas por el fuego y 55 mil hectáreas de bosques resultaron afectadas.

En California. Estados Unidos, cada año se producen incendios forestales que consumen miles de hectáreas de bosques.

En diciembre de 2018, por ejemplo, los incendios ‘Camp Fire’, ‘Woolsey Fire’ y ‘Hill Fire’ dejaron decenas de muertos, decenas de desaparecidos y miles de viviendas completamente destrozadas, convirtiéndose en la peor temporada de incendios forestales de toda la historia de California.

El violento incendio de “Woolsey Fire” registrado en el norte de Los Ángeles, en el área de Malibú, arrasó con casas de celebridades del espectáculo. Mansiones de cantantes y actrices como Miley Cyrus o del mexicano Guillermo del Toro fueron presas de las llamas

La leyenda del rock Neil Young indicó en su portal de noticias que también “perdió” su casa por el fuego. “California es un paraíso para todos nosotros. Un regalo. Estamos tristes de no ser capaces de defenderla frente a la ira de la Madre Naturaleza”, escribió el conocido autor de “Rockin in the free world”.

En Ixtepeji, por fortuna, el fuego pudo ser controlado en cuestión de horas, gracias a la oportuna intervención de los comuneros que cuidan con celo sus recursos naturales. Son ellos, los campesinos, los principales protectores de esos bosques que nos alimentan con oxígeno y son un factor importante para atraer las nubes que generan las lluvias.

Este tipo de siniestros nos muestra que no estamos preparados ante cualquier eventualidad. Antes, los gobiernos de los estados echaban mano del Fondo para los Desastres Naturales, el famoso Fonden, pero ahora ni eso, pues lo desapareció en el 2021 el presidente Andrés Manuel López Obrador por supuesta corrupción.

Desde entonces y de acuerdo con el gobierno federal, ante un desastre natural la atención de los damnificados está a cargo de varias dependencias del gobierno federal, las cuales, de manera “coordinada”, atienden de manera directa a la población.

 

LA SOLIDARIDAD

La comunicación entre las comunidades fue fundamental en la ayuda para apagar este incendio forestal. Gracias a las redes sociales, comenzó a fluir la información. En cuestión de minutos comenzaron a llegar al sitio del siniestro camionetas con campesinos a bordo, los cuales llevaban palas, machetes, rastrillos para atacar el fuego. Antes que llegara gente del gobierno, así como elementos del Ejército Mexicano, la Guardia Nacional y las brigadas contra incendios, los campesinos serranos ya estaban combatiendo el fuego hombro con hombro; era domingo y a diferencia de la burocracia, los campesinos no tienen días de descanso. Tampoco esperan recompensas porque no están en nóminas.

A la par que combatían el siniestro forestal, los que se quedaron en la comunidad se dieron a la tarea de instalar un centro de acopio que la burocracia gubernamental no hizo. En cuestión de horas recolectaron toneladas de víveres, así como cientos de botellas de agua. Mientras las mujeres preparaban tortas, los hombres cargaban de manera rápida y ordenada, las camionetas que transportarían los comestibles hasta la zona del incendio.

El centro de acopio fue un éxito debido a la eficaz respuesta de los ciudadanos que, de esa forma, llegaban con su granito de arena al auxilio de sus hermanos serranos que padecían la contingencia. Una muestra de cómo, cuando la sociedad civil quiere, puede.

A través de las propias redes sociales pudimos darnos cuenta del reclamo ciudadano hacia la clase política que, como es común, no está con el pueblo, al que dice representar, en los momentos difíciles.

“Que esos que quieren ser candidatos salgan a ayudar”; “que lleven ayuda para los que están combatiendo el fuego”; “Que no nada más busquen el voto y no ayuden en momentos difíciles como éste”, se leía en mensajes de WhatsApp. Estos personajes o fueron tontos o no entendieron el mensaje, pues ninguno se hizo presente en el lugar y mucho menos acudió al centro de acopio para llevar su ayuda.

Peor todavía. Hubo uno, Mauro Cruz, titular de Protección Civil del gobierno estatal, quien se encuentra de gira promocionando su imagen, pues busca la candidatura a la diputación federal, mientras el bosque de Ixtepeji ardía.