Sin agua, la Primavera Oaxaqueña palidece
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Opinión

BARATARIA

Sin agua, la Primavera Oaxaqueña palidece

 


¿Qué parte de la crisis del agua no entienden los funcionarios? En Oaxaca hay ya una emergencia hídrica, una acumulada negligencia de autoridades y exautoridades que han profundizado la carencia de distribución de agua para consumo humano y ni la más mínima intención de solución a este problema que ya está aquí, que ya entró a nuestras casas y que la ignorancia, incapacidad de los funcionarios los gobiernos estatal y federal podrían decantarse y desencadenar una crisis social de inimaginables proporciones.

No exageramos. En verdad ¿para que podrá servir un “hidrante” (vulgo tambo) de 10 mil litros para una colonia como la Unidad Habitacional Ricardo Flores Magón donde el director de Soapa, Omar Pérez Benítez, embarcó al gobernador Salomón Jara y puso en marcha el Programa de Agua Potable y Saneamiento. Jara Cruz, ingeniero de profesión, debió hacer cuentas y percatarse que la propuesta de su subordinado es una, lo menos, vacilada.

Soapa y el gobierno estatal exhibieron que no tienen bien puestos los pies en la tierra. Proponen y repartieron botes de esos que se usan para pintura de 18 litros para los capitalinos acarreen el agua hasta sus domicilios. ¿Cuántos años se echó para atrás el “reloj del desarrollo” con esa propuesta? ¿Hace cuántos años los capitalinos cargaban sobre sus hombros toneles con agua, 20, 30, 40 años? ¡Esa es la salida de la Primavera Oaxaqueña, echar para atrás las manecillas del desarrollo!

Juan José Consejo, presidente del INSO reiteró “estamos en una emergencia, pero nos preocupa que no se pase de las medidas emergentes”.

Pero sigamos: 10 mil litros de agua, sin desperdiciar una gota, serviría para llenar 555 botes y medio con el vital líquido. ¡18 litros para bañarse, usar en el excusado, lavar los trastes! Imagine usted la familia promedio de 4 integrantes. De a 4 litros y medio por persona. Gobernador Salomón Jara ¿esa es el ofrecimiento de su empleado, Omar Pérez?. Creemos que cualquier vecino le pudo dar mejor uso a la materia gris o a los dos dedos de la frente.

Según el portal Marka Data México, la población de la unidad es de 4,910 personas en 1,350 casas. Fácil, 4 mil 355 personas se quedarán sin agua; si la distribución se hace diario, el 89% de la población de la zona no recibirán, como hoy, ni gota. Pero seamos benévolos: a 41% de los hogares contabilizados les correspondería una cubetita de 18 litros diarios.

El plan, reza el boletín oficial, “es colocar 30 hidrantes móviles para reducir de manera inmediata el impacto de una de las situaciones que más demandan los hogares oaxaqueños (sic)”. Multipliquemos las 555 cubetitas por 30 hidrantes. Se atendería a 16 mil 650 habitantes “dotándolos” con 18 litros por persona que acuda con su cubetita; ¿qué pasará los restantes 400 mil habitantes capitalinos o los casi 700 mil de la zona metropolitana? Porque, recordemos, como aquella película de 1973, Soylen Green, dirigida por Richard Fleischer, protagonizada por Charlton Heston titulada aquí como Cuando el Destino nos alcance, y la crisis ya nos alcanzó a todos.

El trance de desabasto de agua, ahora sí, se extiende como cáncer a todas las colonias de la capital. La crisis ha “democratizado” o “cubanizado” el tandeo, como quiera usted juzgarlo. San Felipe, Ejido Guadalupe Victoria, la colonia Reforma, La Cascada están ya sufriendo las mismas carencias ancestrales de San Martín, San Juan Chapultepec, las parte altas de las agencias como Santa Rosa o Pueblo Nuevo.

Es un festín, para los piperos, que están cobrando lo que quieren. Por su parte, el ineficiente Jesús Romero López busca desviar la atención y la paja en el ojo de “los piperos abusivos”, sin ver la viga en la incapacidad del equipo de trabajo que lo acompaña.

 

OPACIDAD

Por cierto, nos es que sea uno mal pensado: la instrumentación de Agua para todos señala que la distribución de los botecitos de agua se hará mediante vales que se repartirán a través de los Comités de Vida Vecinal, los vales “serán firmados por los beneficiarios y monitoreados por Soapa para garantizar una distribución equitativa del agua”, para ello se solicitará la credencial de elector de la ciudadanía. Dudas.

Dijo Omar Pérez Benítez que solo cuentan con 3 pipas porque Soapa tiene 10 pero “constantemente se están descomponiendo” por lo que rentarán hasta llegar a 50, pero el funcionario que no funciona “se reservó” el nombre de la empresa arrendadora y, por ende, costo o facturación de los viajes. Más dudas.

A los ciudadanos los tienen bien identificados pero, ¿qué esconde al evadir el nombre de quien abastecerá de agua a los “beneficiados”? Todavía peor, ¿de dónde sacarán o acarrearán el líquido? ¿Cuál es la condición sanitaria de pozos o lugares para abastecerse? los permisos de las piperas, los compromisos adquiridos; no vaya a ser que se continúen las prácticas, muy de la Primavera Oaxaqueña, de ligarse a belicosos sindicatos de transportistas.