¡Haz deporte! ¿En dónde?
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BARATARIA

¡Haz deporte! ¿En dónde?

 


Hace apenas 5 a 7 años era posible, muy temprano, ir a caminar una mañana fresca por el bosque El Tequio. Algunos incluso darnos el privilegio de trotar en la pista de tartán de manera segura y observar a potenciales atletas realizar sus rutinas de entrenamientos en una superficie que comenzaba a mostrar fisuras o irregularidades pero, en ese entonces, quizá fáciles de reparar.

Uno o dos años después, con el funcionamiento de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales los lodos eran depositados a un costado de la pista de tartán y en la vecindad con los predios del aeropuerto de Santa Cruz Xoxocotlán, con el hedor que su descomposición desprendía y, en verano, respirar los polvos que volaban desde esos lodos con la consecuente amenaza a la salud de quienes acudían al lugar a ejercitarse, caminar de manera recreativa o llevar entrenamientos para competiciones. Al menos en parte, El Tequio cumplía medianamente con su labor.

En la alberca el servicio era intermitente; había grandes períodos inutilizada, abandonada, después abría por cortas temporadas de manera recreativa e, incluso, llegó a albergar una escuela pública de natación. Hay testimonios de la desatención de los gobiernos de Gabino Cué o Alejandro Murat y de la cínica desatención al lugar, pero estaba abierta y ofrecía un servicio, malo pero algo es algo. Hoy es lamentable la situación en que ese espacio se encuentra.

El abandono del deporte en general y de los escasos, muy escasos espacios “deportivos” o para ejercitarse es un atentado social para los oaxaqueños, tan poco propensos a ejercitarse.

La semana que terminó el Inegi publicó datos sobre del dañino sedentarismo en que hemos caído.

De acuerdo con el documento, el 39.8% de la población en áreas urbanas fue activa físicamente. Es decir, que en su tiempo libre realizó ejercicio físico o practicó algún deporte.

De acuerdo con el Módulo de Práctica Deportiva y Ejercicio Físico (MOPRADEF) 2023, en 10 años de seguimiento el porcentaje de población activa físicamente ha disminuido. En 2023, el porcentaje fue 5.6 puntos porcentuales menor con relación al dato de 2014 (45.4%).

¿Qué quiere decir ello? Que apenas poco más de uno de cada tres mexicanos realiza alguna actividad física recreativa; hace una década casi eran la mitad en México de personas mayores de 18 años quienes se ejercitaban. Entonces no nos lamentemos por la elevada incidencia de males cardiovasculares, la principal causa de muerte, diabetes u obesidad. Y vamos para atrás.

El ejercicio es la principal vacuna para los males de todo tipo: físicos, mentales o emocionales, pero una de cada cuatro mujeres de 18 años y más nunca ha realizado deporte o actividad físico en su tiempo libre; para los hombres la proporción fue de uno de cada 10.

Es demagógico que, tras el bombardeo de mensajes de ¿comida? chatarra se “obligue” a empresas a finalizar la propaganda comercial con una orden a sus consumidores “¡Haz deporte!”. ¿Dónde?

De acuerdo con los datos estadísticos, de la población que realiza alguna actividad físico-deportiva, 60.9% lo hizo en espacios públicos (parque, calle, campo, plaza). En Oaxaca, además del Tequio, se tienen remedos de parques para salir a caminar y nulos espacios verdes para la recreación y, si a ello agregamos las deplorables condiciones en que se encuentra este espacio, entonces estamos viviendo otro cataclismo social.

En su edición dominical, EL IMPARCIAL, El Mejor Diario de Oaxaca difundió un reportaje de las lamentables condiciones en que se encuentran las instalaciones del El Tequio invadido por la hierba sin cortar, con pastizales rebasando y rebozando senderos, la pista de tartán, las tribunas; con un remedo de “pista” víctima de una plaga llamada olvido y que se refleja con la “lepra” del desprendimiento del material plástico en donde antes había tartán; hay basura, suciedad, descuido.

Y la alberca de El tequio, una pileta vacía, arruinada y en ruinas, techos y cristales rotos. El espacio está bajo la responsabilidad de la Secretaría de Administración del Gobierno del Estado y, en un año ni el extitular Antonino Morales y su relevo Noel Hernández Rito, se preocuparon por mencionar alguna palabra de aliento a quienes realizan deporte en ese espacio u ofrecer la rehabilitación y rescate del lugar, aunque fuera una incumplida promesa de campaña. Pero ni eso les preocupa.

La Secretaría de Administración también tiene bajo su resguardo el Polideportivo Venustiano Carranza, la Ciudad de Las Canteras, el parque de beisbol Vinicio Castilla, el Parque Colosio, el Parque Deportivo Infantil Oaxaca Bicentenario; el parque Del Agua Centenario, vecino de los filtros de agua del Fortín y la Unidad Deportiva Santa Lucía CAPCE y todas ellas corren en mismo peligro de seguir el camino de El Tequio.

Seguiremos viendo a deportistas salir a correr entre las calles exponiendo el físico. Subir al cada vez más inseguro Cerro del Fortín, correr entre matorrales en El Tequio. Con Gabino, Alejandro y Salomón, a nadie les preocupa los espacios deportivos. La Primavera Oaxaqueña poco o nada ofrece para salvar estos emblemáticos espacios.

Tendremos un Parque Primavera en predios de la exfábrica de triplay, siempre y cuando se resuelvan las disputas legales que están pendientes, bien se haría en invertir en estas áreas, que están muy alejadas de ser “espacios verdes” pero que pueden contribuir a combatir el sedentarismo y la falta de ejercicio entre los oaxaqueños.

Es por salud.

 

“Se lo que hicieron el verano pasado”

Como en una película de terror, como en una comedia, se convirtió en una burla la “explicación” del gobierno federal en torno a la filtración de los datos personales de los más de 300 periodistas que acuden a las Mañaneras. El estado, responsable de nuestra seguridad, es fuente de la mayor amenaza para comunicadores.

Es claro el mensaje: sabemos quién eres, dónde has ido, con quien te reúnes, tu edad, la situación fiscal y financiera, domicilio, teléfono. Si eso no es una amenaza.

En otras latitudes, una filtración, pérdida o publicación de datos sensibles como estos hubiera puesto en jaque a un gobierno o a algunos funcionarios. Si fue, como dicen, producto de un “hackeo” entonces estamos ante un gobierno ineficiente e incapaz para protegernos y, también por ello deberían rodar cabezas.

Pero, si como parece, es un mensaje para comunicadores ¡cuidado! Estamos cada vez frente a un mayor peligro.

¡Ay nanita!

Y, sin la figura de Jefe de Gabinete ¿a dónde irá a parar mister Flavio Sosa? ¿Otra vez a las calles?