Cinismo y ¿dinero sucio en campañas?

Tanto el Instituto Nacional Electoral como los Organismos Públicos Locales Electorales (Oples) o en el caso de Oaxaca, el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO) deben fajarse bien los pantalones para hacer creíble que el 2 de junio habrá elecciones limpias, creíbles, legítimas y legitimadas. El reto es encabezar un proceso con dinero limpio y con candidatos, sino impolutos, que carezcan de nexos oscuros.

Los árbitros electorales deben tomar medidas para garantizar que quienes resulten ganadores pasen la prueba de limpieza política, que sean merecedores de los cargos de elección popular que ostentarán, desde la Presidencia de la República, las gubernaturas en disputa, las presidencias municipales y hasta un simple cargo de concejal.

En Oaxaca, el IEEPCO y, en su caso el INE, deben realizar una acuciosa revisión y evitar la mínima sospecha de uso de dinero público en campañas en beneficio de algún jugador. Más aún, es clave cerrar la puerta y evitar cualquier duda de empleo de financiamiento del dinero sucio provenientes del narco o del crimen organizado.

Sin embargo, transitar a diario por las principales vialidades de la capital e interior del estado, entrar a plataformas digitales, escuchar la radio o ver mensajes televisivos o propaganda enmascarada de “entrevistas” levantan muchas, serias y severas sospechas de que quizá el dinero sucio esté detrás de campañas de varios personajes políticos.

Hay ya indicios de que en algunas regiones del país el crimen organizado lleva la mano en la designación y elección de posiciones políticas. En Oaxaca hay sospechas de oscuras ligas de funcionarios estatales y municipales con “malosos”. La vía más socorrida para ello es el financiamiento de carreras “artísticas” y políticas. El brinco de un@ don nadie, mediante una meteórica carrera política, a un puesto de decisión.

Decimos esto puesto que, aún sin iniciar formalmente las campañas la ciudad, las calles, las bardas y las carreteras están ya tapizadas de mantas, lonas y espectaculares con personajes hasta hace un año desconocidos que, si atendemos solo su imagen, no sabemos qué persiguen, a qué posición política apuestan o por cuál cargo van.

A una diputada local, por ejemplo, esta columna le ha detectado al menos 10 espectaculares en diversos puntos de la ciudad, sobre la carretera 190, en plena central de abastos, en la bajada/subida de El Fortín, en la colonia Reforma, Símbolos Patrios. Su contrincante, Alfonso Silva Romo, le compite en espectaculares, anuncios en autobuses o colocados en taxis foráneos o de sitio que brindan servicio en la ciudad.

Ambos aparecen hasta en la sopa en plataformas digitales.

De acuerdo con el calendario electoral difundido por el IEEPCO, la campaña electoral para las concejalías inicia el 30 de abril y concluirá el 29 de mayo, misma fecha para las diputaciones locales cuyas campañas iniciarán, por ley, el 20 de abril, 10 días antes que para presidencias municipales; sin embargo, a ¡3 meses de que inicie la contienda formal! ya hay mensajes políticos bajo la mirada laxa y cómplice de los árbitros electorales.

Pero, además, hay calcomanías en mototaxis, en taxis concesionados, en taxis ilegales o pirata. En este último caso ¿quién puede confiar de legalidad cuando se han establecido nexos con organizaciones de oscuro origen y se promocionan en unidades sin concesiones, que atropellan la ley?

Hoy, en este momento quienes auditan los procesos electorales deberían estar muy preocupados de lo que se observa en las calles: el descarado uso de dinero (no sabemos el origen) para promocionar a neo políticos que no atienden a reglas, con una actitud cínica, arrogante y retadora.

Y son exdirigentes partidistas, actuales diputad@s, presidentes municipales, concejales, ex secretarios de estado, ex funcionarios, hij@s de políticos, familiares de funcionarios quienes nos ponen sus rostros de frente una cuadra sí y la otra también.

Hechos: la o el diputado que pujan por la presidencia municipal ¿de dónde sacan recursos para pagar 10 espectaculares en “sitios estratégicos” de la ciudad e, incluso, en municipios conurbados? Se las dejamos fácil: cada espectacular cuesta en promedio 50 mil pesos al mes, por diez, ¡medio millón de pesos al mes! solo por promocionarse. La dieta de un diputado local, dice “transparencia” oscila en los 50 mil pesos al mes. ¡No alcanza!

Y nos quedamos cortos.

¿Han explicado quién paga esos espectaculares? ¿Es el partido, son sus simpatizantes o partidarios? ¿Lo hacen con su anuencia? ¿De dónde salen tantas “revistas políticas y del corazón” o dónde circulan para que se permitan colocar uno, uno solo de esos espectaculares que bien vale un tiraje de mil ejemplares de algún pasquín?

En Santa Lucía del Camino, por ejemplo, con Dante Montaño predominaban espectaculares del PT, de Gerardo Noroña, Benjamín Robles y “100% obradoristas” durante su administración. Hoy, con Juan Carlos García Márquez los petistas están vetados y las “rentas” de esos espacios son para los morenistas, aunque no vivan en Santa Lucía. Por cierto ¿alguien conoce a Daniela Toribio, qué cargo busca y porqué tantas mini lonas que tapizan postes, bardas, y espacios públicos?

Los Reyes Soto, Silva Romo, Toribio, Arroyo, Morales Toledo, Estrada Mauro, Robles Montoya, Martínez Ruiz, García Márquez; el concejal Ramírez Puga, Gabriela Pérez, quien brincó del PRI al Verde, Benítez Tiburcio y muchos más “brincan” de plataformas digitales como YouTube, Instagram, Facebook, twitter e “infectan” nuestros celulares con mensajes de texto, llamadas grabadas o mensajes de whatsapp.

Aquí la “inversión” se factura en dólares y se fija de acuerdo al alcance que pueda tener, al tráfico del sitio, al público que se llegar y las cifras son en miles de pesos.

Se asegura que, al menos en Oaxaca, “no hay dinero sucio” en campañas. Sin embargo, con el cinismo que se manejan y las huellas dejadas por aquí y por allá está muy bien sembrada la duda.

¿Quién paga las campañas? ¿De dónde sale el dinero? ¿Qué tipo de compromisos han establecido los políticos? Dudas y opacidad.