El reducto del “Chapito”
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Opinión

BARATARIA

El reducto del “Chapito”

 


Justo cuando la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO) reiniciaba la academia después de las vacaciones decembrinas, la crisis estalló en la Escuela Preparatoria número 7, pues este martes fue tomada por alumnos, maestros y padres de familia, que ya están hartos por la forma nada pulcra con la que se maneja esa institución, la cual dirige Irma Yolanda Ortiz Acosta.

Según la denuncia de los inconformes, Ortiz Acosta está peleada con todo el mundo, pues ha impuesto su autoridad con la “ley del garrote”, al atemorizar al estudiantado y a los académicos, la mayoría conformada por mujeres.

A las maestras las excluye o minimiza por pertenecer a determinado sindicato, margina a los que no compaginan con ella y, por si fuera poco, se sabe que trafica con calificaciones, como si el salario que percibe no le fuera suficiente. Lo más deleznable: protege a catedráticos que acosan sexualmente a las jóvenes estudiantes.

Asimismo, la señalan de encubrir el tráfico de calificaciones, autoritarismo y el desplazamiento de los catedráticos, por lo cual demandan una auditoría a su administración.

Señalan a Ortiz Acosta de proteger a catedráticos acusados de acoso sexual, como es el caso de Omar Mora Cuevas.

Su prepotencia ha llegado al límite que tres sindicatos, STAUO, SUMA y SUA, están de acuerdo con la demanda estudiantil de exigirle su renuncia.

Irma Yolanda Ortiz Acosta ha usufructuado a la Escuela Preparatoria número 7 para lucrar con ella. Es más, se siente dueña, porque de ella ha vivido gran parte de su existencia.

Tiene el control de la escuela desde hace 20 años en que llegó como maestra, se hizo directora, abandonó el cargo, pero ha puesto a sus incondicionales en esa dirección, como si fuera una zapatería o un puesto de tacos.

Recientemente decidió regresar en tan importante cargo y ahora permanece ahí, fiel, servil, cuidando el último bastión del exrector Eduardo Martínez Helmes, alias “El Chapito”, quien fuera huésped distinguido del penal de Tanivet, Tlacolula.

Es ella quien maneja a un grupo de ingenuos catedráticos-porros, que todavía suspiran por el retorno de El Chapito, quien escondido en los rincones de la UABJO, todavía tira línea a sus esbirros para asaltar de nueva cuenta a la máxima casa de estudios, pues es la que le ha dado dinero a mano llenas y poder que ahora ostenta.

Pues bien, los estudiantes de la Prepa 7 ya se cansaron que su directora Irma Yolanda, quien es leal a los intereses del exrector Martínez Helmes, los utilice políticamente para llenar los actos intrascendentes que organiza en esa institución, como en otras escuelas de la UABJO, para congraciarse con la 4T de López Obrador, ese presidente que está dispuesto cerrar todas las universidades públicas para poner solamente las suyas, las universidades Bienestar.

A ese tipo de actividades internas, con fuerte carga política en donde los actores principales son los morenistas, invita a “distinguidos” personajes como Noé Jara, Silva Romo, así como a diversos diputados morenistas con quienes se toma la foto y presume que recibe línea de ellos para convertir a la UABJO en una universidad de avanzada, con el pensamiento obradorista.

Se sabe que hay catedráticos que se han opuesto a la politización de la Preparatoria 7, pero los ha amenazado con correrlos si no callan, aunque no avalen su proyecto.

Locura o simple pose, lo cierto es que Irma Yolanda pretende negociar la impunidad para su jefe político, el tal Martínez Helmes, que aún tiene un procedimiento legal en curso.

 

La sombra del “Cara Sucia”

Llegó a Oaxaca con las manos vacías; lo tuvo Gabino Cué cerca de él cuando gobernó Oaxaca, después se dedicó a hablar mal del exgobernante. Con el paso del tiempo se hizo de riquezas y de un envidiable poder político al aterrizar en el Partido del Trabajo en donde tiene bajo sus botas a los que militan en ese partido que fundó Anaya. Sí, acertó usted. Este columnista se refiere a Benjamín Robles Montoya, mejor conocido como el ‘Cara sucia’.

Actual diputado federal por Oaxaca, Robles Montoya se ha apropiado del Partido del Trabajo y ahora se dispone a abrazar la candidatura al Senado de la República, desplazando a los “oaxaquitas”, como se refiere despectivamente a sus correligionarios.

Quien sabe que le ha dado a la dirigencia nacional que encabeza Alberto Anaya, lo cierto es que hace lo que quiere en ese partido. Sus antagónicos dentro del PT lo acusan de haber sido el autor para que ese partido emitiera una doble convocatoria a efecto de que no se registraran como candidatos al Senado y a la diputación federal, gente que él no desea o que no le conviene.

Esto está a punto de provocar un cisma en el PT, pues a nivel nacional muchos perdieron la oportunidad de obtener algún cargo de representación popular, aún cuando se hayan esmerado en realizar el mayor número de afiliaciones.

Todavía está a salvo que esto no ocurra en la designación de candidatos a diputados locales y presidentes municipales.

Lo cierto es que, quienes militan en el PT ya se dieron cuenta que en donde manda capitán no gobierna marinero. O lo que es lo mismo: la democracia en los partidos, sólo es un sueño.