Inocentada morenista
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Opinión

BARATARIA

Inocentada morenista

 


Mientras este borrico tecleaba la columna del pasado martes, (teclear, porque escribir solo García Márquez) las redes sociales estallaban por los dichos del gobernador Salomón Jara en la mañanera al “destapar” para la gubernatura a la exdiputada costeña, Delfina Guzmán Díaz, hoy secretaria de Educación Pública, a Karina Barón, secretaria Ejecutiva del Sistema Estatal de Seguridad Pública y a ¡Saymi Pineda Velasco! expresidenta municipal de San Pedro Pochutla y quien hace, pero sobre todo, deshace en la Secretaría de Turismo Estatal.

Esto visto en un celular, portales o redes sociales tenía toda la cara de un meme, fake news, broma, inocentada adelantada o, sencillamente, un sinsentido.

Todo tiene el antecedente en la aprobación de la minigubernatura de dos años propuesta por Salomón Jara, iniciativa enviada al congreso y aprobada el 13 de diciembre, durante la sesión ordinaria de la Cámara de Diputados Local. El objetivo: empatar las elecciones estatales con las federales de 2030; que Oaxaca tenga elecciones concurrentes y, según la propuesta, “ahorrar” 350 millones de pesos en gastos electorales. Bueno, eso decía la exposición de motivos.

De inmediato los insidiosos analistas políticos la nombraron Ley Susana e indicaban que dicho documento tenía dedicatoria para la senadora Susana Harp, poco agradable para los planes de la Primavera Oaxaqueña y encaminada a acotar sus aspiraciones a un minigobierno de dos años.

Al respecto, el gobernador Salomón Jara respondió que el decreto no tenía dedicatoria y, mucho menos, la candidatura o la próxima gubernatura estaba escriturada en favor de la senadora. Dijo el gobernador ¡falta mucho tiempo!, pero mimetizando el discurso oficial, no se quedó con las ganas de indicar a sus favoritas y las puso frente a frente contra Harp: Delfina, Karina y Saymi, destapó sus fichas o, acorde con los tiempos, a sus “corcholatas”.

Basta algunas acotaciones: la próxima gubernatura tampoco está escriturada, aún, a favor de algún integrante de la Primavera Oaxaqueña. Falta definir de manera legal, en el papelito que importa, si Oaxaca tendrá alternancia; si es así, qué tanta solidez política tiene en Morena el grupo que busca imponerse en Oaxaca. También, está en juego la decisión del centro en donde, hoy por hoy, Susana Harp lleva la mano.

Además, está el factor de si se llevará a tribunales esta reforma, incluso el Tribunal Electoral del Poder Judicial podría determinar dos o tres escenarios: no importar el género para la minigubernatura y ordenar la alternancia de género en 20230; imponer alternancia en 2028 y, también, en 2030.

La lluvia de mensajes y el tráfico generado en redes parecía más bien un pataleo a las suposiciones y críticas, fundadas o no, de ubicar a una puntera para el muy lejano 2028; entonces la Primavera Oaxaqueña sobre reaccionó y, sin pensarlo, subió al ring a tres peso mosca que, al menos en este momento, tienen muy poca estirpe política para dar la pelea, primero y mucho menos para consolidar o dar continuidad a un ¿proyecto? político.

Bien a bien nada sabemos de la labor de la secretaria de Educación Delfina Guzmán. A un año nada desconocemos sus responsabilidades y el porqué de la creación de una dependencia paralela al IEEPO. Decíamos que no se ha sentado a negociar, por ejemplo, con la Sección 22, normalistas o para ofrecer programas o proyectos económicos. En la polémica sobre libros de texto ignoramos su posición, la injerencia sobre la contratación o búsqueda de solución a demandas de normalistas. Nada ha dicho sobre los resultados en torno a la prueba Enlace y la falta de aplicación del examen en Oaxaca. Una pregunta: ¿Qué plantea Delfina para sacar a la entidad del atolladero educativo en que se encuentra? ¿Qué para evitar la deserción escolar, contar con una mejor eficiencia terminal, resarcir el retraso causado de la pandemia?

La secretaria sale muy bien retratada en los actos políticos del gobernador pero, incluso, desconocemos sus habilidades y discurso político.

Y qué decir de Saymi Pineda. No digamos su carencia de liderazgo o hagamos a un lado la arrogancia y desplantes con que se maneja si lo supliera con una cultura política pero incluso, la crítica sobre el personaje se centra en que adolece de mínima cultura general.

Y de Karina Barón. Solo veamos los resultados en seguridad. No es lo mismo ser líder “social” a estar del lado de la toma de decisiones. Y su posición dentro del gabinete de seguridad es de resultados y estos no son muy halagüeños en asuntos como los delitos de alto impacto, la prevención del delito, la percepción de inseguridad, los homicidios y feminicidios. ¿Esa es su carta de presentación?

Lejos está la sucesión. Mucha agua tendrá que correr para definir la alternancia de género en Oaxaca. Hay tiempo para estructurar liderazgos, fortalecer algunos pero, lo que sí está claro es el canibalismo al interior del hoy partido mayoritario. Además del ADN priista el fratricidio, la disputa de clanes han tomado carta de naturalización en Morena y todo ello podría jugar una mala pasada al morenismo que, en 2028 y 2030 ya no tendrán a Andrés Manuel López Obrador en la boleta y muchos de los que irán quedando en el camino, los desplazados, podrían convertirse en una importante sangría y jugar por su cuenta.