Lucha de clanes, ciudadanía como rehén

Los habitantes de la ciudad de Oaxaca y municipios conurbados, principalmente del poniente de la ciudad y del valle eteco, han sido presas de una descarnada lucha política que tiene al Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez como joya de la corona con el conflicto armado y la mano negra ubicada en el primer círculo familiar de Palacio de Gobierno y que hoy tiene como rehén a la zona de la colonia la Joya con un presunto basurero clandestino.

La oportunidad, dicen, la pintan calva y, a unos días del informe del Presidente Municipal, Francisco Martínez Neri, que rendirá el próximo sábado, le orquestan un sainete para golpear su imagen e intentar descarrilarlo, de manera definitiva, de la posibilidad de reelección en la capital y, además, desnuda la carencia de un adecuado “control de daños”, nula operación política y mucho menos anticipación a las crisis de inoperantes oficinas municipales que en poco o nada le ayudan al titular.

Martínez Neri sigue como el personaje más conocido entre los capitalinos, en corrillos políticos es evidente que cuenta con el apoyo ciudadano como primer concejal, aún y a pesar de la crisis de la basura y los problemas que afronta la capital.

Del otro lado no “levantan” tanto el diputado local, Alfonso Silva Romo (el rey del acarreo, dicen algunos) y las dos mujeres que dicen buscan encabezar la administración capitalina.

La mejor manera de sacar de la jugada al presidente municipal es armarle una rebelión en la granja. El equipo de trabajo del municipio, sin duda la proporcionó esa oportunidad dorada con apoyo, anuencia y bendición de los Comvive de la zona y los alfiles de organizaciones “sociales” dieron cuenta de un presunto “basurero clandestino” e iniciaron los bloqueos en los límites de la ciudad.

De manera tardía, el gobierno municipal difundió la donación de composta a solicitud de los ejidatarios de Pueblo Nuevo y avalada por especialistas del Conahcyt. Sin duda, material convertido en composta para renovación y restauración de suelos depositada en un presunto predio de cultivo; pero en plena época electoral, la basura se ha transformado en rico bocado para intereses de grupo y políticos que buscan adueñarse de la capital.

Hoy, así sea aparecer en todos los noticieros o estaciones de radios del estado, emitir videos por redes sociales o dar explicaciones, no habrá poder humano para convencer a los habitantes de Pueblo Nuevo y de la ciudad que ese material orgánico no es contaminante o dañino. De hecho, en redes sociales la posición ciudadana fue “¿de qué nos sirven esas explicaciones? ¿qué van a hacer para retirar los bloqueos?”

El problema es que en Oaxaca se está intentando reditar lo sucedido en el ámbito federal: la de un hombre fuerte que controla decisiones en el estado y que pone o quita a conveniencia del grupo político o círculo familiar.

Es claro que, en el caso del estado general de Oaxaca y de la zona metropolitana en particular hay una verdadera lucha fratricida por posiciones, puestos de elección y consolidación de grupos para el debilitamiento de los “adversarios”. La lucha hoy es interna, con fuego amigo.

El gobernador en la semana previa indicó respecto a la violencia desatada por grupos de Tlajomulco: “son tiempos electorales”. Sin embargo, en Palacio de Gobierno han olvidado que ya son gobierno, que administran para todos, no solo para un partido y que los “tiempos electorales” les deben ser ajenos en aras de dar resultados.

Incluso los morenistas que detentan el poder no vislumbran un enemigo externo, en Oaxaca no hay oposición y, quienes lo eran han sido cooptados, maiceados o incorporados mansamente a sus filas.

No es contra la persona, es por la posición y, luego de la gubernatura, la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez es la niña de los ojos.

La mala noticia para la ciudadanía es que el problema de la basura, que el gobierno estatal señaló que iniciaría su traslado en marzo se irá hasta más allá de 2024; la razón: no le van a entregar a Martínez Neri ese “premio” electoral, como no entregó AMLO la supercarretera para que la inaugurara Murat. Ese es el tamaño de la indigencia política de quienes nos gobiernan.

Y, por esa “razón”, pues seguirá el golpeteo político, así se lleven a los ciudadanos entre las espuelas.

En redes sociales era insistente que rondaba un nombre, una hipótesis: el gobierno tiene en Noé Jara un “operador incómodo”, la correa de trasmisión con grupos violentos, sindicatos al límite de la legalidad, y grupos sociales para “mover el tapete” al más pintado.

¡Benditas redes sociales! Había dicho hace algunos ayeres el “líder moral” nacional del “movimiento”.

Disputa de clanes y la ciudadanía como rehén.

 

SEQUÍA DE SOLUCIONES

Trabaja Soapa en la rehabilitación y recuperación de 23 pozos para aumentar el suministro de agua. ¿Trabaja? Solo estarían empleando lo que ya tienen, nada de proyectos, planes. Si a corto plazo (mañana) no hay solución, mucho menos para los próximos años. ¡Ay señor Omar Pérez Benítez!

 

OPOSICIÓN AUSENTE

¿Alguien ha visto a los priistas, panistas, verdes o partidos de nuevo cuño que levanten la voz ante tanto problema? La crisis política, del agua, de la basura, los bloqueos serían buenas fuentes para acercarse a la ciudadanía, para literalmente “sacar raja política”. Pero duermen el sueño de los justos.

 

RETRATO DE FAMILIA

Edith Santibáñez es un estuche de opacidad, la actual secretaria del Trabajo ha sido acusada de litigar contra el gobierno que ella misma representa. Fue “asesora” de defraudados por cajas de ahorro, también “jurídico” de la Sección 22; defensora de comunidades en litigios agrarios y con particulares.

Incluso, en un asunto no aclarado, fue señalada en 2015 por presuntamente prefabricar 102 delitos a una ex defensora de oficio a quien hostigó hasta obligarla a exiliarse a otra entidad.

Ayer las redes sociales difundían que familiares cercanos en pleno se hallaban en la nómina de esa dependencia.

 

OAXACA, REPROBADA

Tanto Emilio Montero, titular del IEEP o la exdiputada Delfina Guzmán Díaz, no han abierto la boca respecto a los lamentables resultados arrojados por la prueba PISA para México, conocedores de que Oaxaca es aún una de las entidades más rezagadas de entre los rezagados.

A un año nadie sabe con precisión cuales son las responsabilidades de Guzmán Díaz, pero ambos son invitados permanentes en las fotos del gobernador cuando este acude a repartir dinero a las autoridades de los municipios de Oaxaca.

¿Y la educación?