¿Necesario legalizar uso de armas?
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

BARATARIA

¿Necesario legalizar uso de armas?

 


El controvertido empresario que, por cierto, tiene fuertes deudas en los Estados Unidos, Ricardo Salinas Pliego, ha puesto en el centro de la discusión el tema de la legalización de las armas de fuego.

A través de las redes sociales, el empresario ha sugerido legalizar la portación de armas en México. Es decir, que esto se masifique.

La pregunta la lanzó a los usuarios a través de sus redes sociales: “¿Ustedes estarían de acuerdo en la legalización de la portación y uso de armas?… digo, ya si no nos pueden cuidar, que nos dejen cuidarnos”, se lee en la publicación.

Aunado a ello, consideró que con la legalización disminuirían los robos y asaltos. “Fuera una repartidera encabronada de abrazos por todo el país… es más creo que los asaltos y robos disminuirían”.

A lo mejor, como comerciante voraz que ha sido, Salinas Pliego pretende vender armas en sus tiendas “Elektra” en “abonos chiquitos”, como oferta sus lavadoras o estufas en sus establecimientos que tiene esparcidos en el país.

O tal vez le preocupa en serio la inseguridad que se vive en México, en donde muchos jefes de familia desean tener una pistola en casa para hacer frente a la delincuencia cada día incontenible.

Lo cierto es que esta propuesta de armarse no es nueva en México. Con frecuencia, líderes de la iniciativa privada han externado su deseo de que se legisle para que el ciudadano que así lo requiera, pueda contar con un arma de fuego, de mayor calibre, para ejercer su legítima defensa.

Hay que recordar que en junio de 2022, el dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional, hoy en la debacle, Alejandro Moreno, anunció la presentación del paquete de reformas legales, que proponía facilitar el acceso de armas a ciudadanos.

Anunció, en esa ocasión, la presentación ante el Congreso de la Unión de un paquete de reformas legales para facilitar el acceso de armas a los ciudadanos y puedan defenderse del crimen organizado, y que los militares, marinos e integrantes de la Guardia Nacional puedan portar sus armas de cargo estando francos también para su defensa.

Una de las propuestas, adelantó, consiste en modificar la Ley de Armas de Fuego para que las familias mexicanas puedan “con mayor facilidad acceder a las armas de mayor calibre, a efecto de que puedan proteger su casa, su negocio, sus vidas.

El dirigente partidista reconoció que se trata de una propuesta polémica, pero dijo que ante situaciones extraordinarias como la que se vive en México, se requiere de soluciones también extraordinarias.

Podríamos decir que en México las opiniones están divididas respecto a la legalización de las armas de fuego, porque muchos saben de los riesgos que implica tenerlas.

Permitir que todos anden armados provocaría que las cosas se salieran de control, como en los Estados Unidos, donde, en 2021 murieron 48 mil 830 personas con heridas relacionadas a armas de fuego, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).

Este 2023 se han reportado más de 130 tiroteos en Estados Unidos, incluyendo el ataque en una escuela de Nashville, Tennessee, donde murieron tres niños y tres adultos.

Datos del Archivo de Violencia de Armas de Fuego, un centro de investigación sin fines de lucro, muestran que el número de tiroteos masivos ha aumentado significativamente en años recientes.

En cada uno de los últimos tres años ha habido más de 600 tiroteos masivos, casi dos al día como promedio.

El ataque masivo más mortífero ocurrió en Las Vegas en 2017. Murieron más de 50 personas y 500 resultaron heridos. La gran mayoría de tiroteos masivos dejan menos de 10 muertos.

En México, por fortuna son contados los incidentes de este tipo; casi no son frecuentes como en el vecino país del norte.

El tráfico de armas es un negocio millonario. Cada año ingresan a México unas 200 mil armas, han afirmado las secretarías de Seguridad federal y Relaciones Exteriores, es decir, que en el periodo señalado habrían entrado al país 2 millones 266,664 piezas, de las cuales se aseguraron sólo 4.6 por ciento.

De las más de 73 mil armas provenientes de Estados Unidos y traficadas a México entre 2004 y 2014, la mayoría fue adquirida de manera legal en tiendas de armas de aquel país -gun shops- o en tianguis de armas -gun shows-, principalmente en la zona fronteriza sur de los Estados Unidos, señala un estudio del Instituto Tecnológico de Monterrey.

En Oaxaca, el tráfico de armas existe, tal vez en menor grado, pero existe. El alto número de crímenes violentos ocurridos en las ocho regiones, especialmente en el Istmo, así lo manifiesta.

Por ejemplo: ¿Quién o quieres surten de armas a los indígenas triquis en donde el número de homicidios es elevado?

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su capítulo II, Artículo 1 O, señala que con el objeto de dar seguridad a las personas, y con fines de legítima defensa, se permite que éstas tengan en su domicilio armas en su poder, siempre y cuando no sean de las que están reservadas para las fuerzas armadas. Se podrá llevar este tipo de armas a la calle, taller u oficina, etc., siempre que cuente con la autorización de la Secretaría de la Defensa Nacional, quien revisará las características del solicitante, especialmente su modo honesto de vivir, no haber sido condenado por un delito cometido por medio de armas y no tener impedimento para manejarlas.

Luego entonces, no hay nada que modificar. Quien pretenda estar armado tiene el derecho de tramitar un permiso ante la Defensa Nacional y el asunto está concluido.

Ojalá que nunca se llegue a la masificación de las armas en México; más bien, lo que se requiere es reforzar la seguridad con más policías, pero que sus integrantes estén lo suficientemente capacitados y con buen armamento para hacer frente a la delincuencia. ¡Ah!, y bien pagados para no ser cooptados por los malos. ¿Usted, qué opina?