Amor apache o desgobierno
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Opinión

BARATARIA

Amor apache o desgobierno

 


Bastó una convocatoria al cuarto para las doce, un llamado por redes sociales y el pánico en altas esferas del gobierno para trastocar el Día del Gobernador. Aun sin cumplir el primer año, Salomón Jara rindió ayer su primer informe ¿de resultados?

Para preparar el camino, a la vieja usanza priista que “corre por las venas” y cuenta con los genes políticos, el gobierno estatal emplazó al acarreo desde comunidades cercanas y convocó a personal de confianza del gobierno a prepararse para realizar una calenda que partiría de la fuente de la 8 Regiones al Zócalo capitalino, a donde se emitiría el mensaje político del gobernador.

La Sección 22, en la persona de la indígena mixe, Yenni Aracely Pérez, enfrenta severos cuestionamientos a su liderazgo, sobre todo del profesorado istmeño controlado por los Murat. Ese que Jara acusó de corrupto, maiceado.

Aracely Pérez ha dado muestra de un liderazgo débil, incapaz y encima, ninguneado por las autoridades federales de una ineficiente Secretaría de Educación Pública, la opaca Leticia Ramírez, y la imberbe secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, desconocedora de lo que enfrenta con el magisterio oaxaqueño y lo que significa ningunear a la S-22 al aplazarle una “mesa de diálogo”.

El informe de gobierno de Salomón Jara se constituyó en una gran oportunidad para que la sección 22 mostrara el músculo. En el caso de Yenny Araceli Pérez, buscar consolidar su legitimidad a través del único camino que conocen: la confrontación directa con el gobierno, la protesta, enfrentar al Ejecutivo… y cerrar las escuelas.

Por otro lado, el magisterio istmeño, al convocar a la movilización y paro de 72 horas, da cuenta de la fuerza que tiene, el poder político y de convocatoria que goza; con los bloqueos no solo pone en jaque la “elocuente” “gobernabilidad” que dice tener la Primavera Oaxaqueña; de paso, dejan mal parada a la actual dirigencia de la Sección 22 al desnudarla que carece del apoyo homogéneo e, incluso, su liderazgo es cuestionado.

¿Cuál fue la respuesta de los estrategas del gobierno? Dicen ellos que “evitar la confrontación”. No, le rehuyeron al bulto. El vociferante llamado de la Sección 22, que ayer no fue más que eso, un grito hueco, obligó al gobierno a trastocar todo el festejo preparado en eso que quería ser el Día del Gobernador.

Les aguaron la fiesta: no hubo calenda; la entrega del Primer Informe en el congreso fue, lo menos, un acto anárquico, de secuestro y agresión. periodistas incluidos. Se trastocó el festejo obligando al traslado de todos los acarreados y trabajadores “invitados” a llenar el auditorio Guelaguetza.

Un dato revelador: de nueva cuenta los operadores cercanos al gobierno, esos que no tienen nombramiento alguno y están muy, muy cercanos al primer círculo del gobernador echaron mano de nueva cuenta de grupos de choque de dudosa reputación para cercar la subida al Fortín, permitir el acceso terso del gobernador, evitar “agresiones” de los profesores que, extrañamente se apostaron en las escaleras del Fortín, pero se retiraron “en marcha” minutos antes del inicio del mensaje político de Salomón Jara.

Por la mañana, en lo que parece más una carnada, fueron colocadas vallas y sillas en el Zócalo, donde inicialmente se emitiría el mensaje oficial. El magisterio “mordió” o fingió morder al anzuelo, retiró valla y sillas en una acción “muy combativa”. Una comedia de ambos lados.

A media tarde, ya sabedor de la movilización magisterial, los bloqueos en el Istmo, el zipizape en el congreso y la toma escenográfica del Zócalo, Jesús Romero López, el que cobra como secretario de Gobierno, se atrevió a señalar que “hay una relación positiva de amor y paz con el magisterio contrario a los gobiernos que los reprimían”.

En pocas palabras ¿es amor apache? O muestras de ingobernabilidad.

No quedó muy claro qué quiso decir Romero López ¿acaso fue una comedia la “combatividad” del magisterio y el boicot al Informe? Les colocaron escenarios a destruir para, de forma paralela, llevar a cabo las actividades ligadas al informe, aunque sufrieran algunos contratiempos.

Igual que cuando se casó Elba Esther Gordillo en Santo Domingo. Se casaba en un salón mientras el magisterio destrozaba otro.

O, como también un análisis puede extrapolar: el gobierno de la Primavera Oaxaqueña no las tiene todas consigo. Un acto político, entre los tres más importantes en el año para el gobernador, fue trastocado por las huestes magisteriales. Entonces no pudieron garantizar una tersa ejecución del programa oficial por el Informe, hay ingobernabilidad y un grupo, así sea del sindicato más fuerte del estado, puede tomarles espacios, agenciarse decisiones y obligar a cambiar el escenario del gobierno.

GOLPE A LA RESERVA ECOLÓGICA

En lo que parece ser un nuevo golpe a la ciudad, la comisión de Medio Ambiente y Cambio Climático del municipio capitalino y donde el regidor Pável Renato Gómez tiene un papel protagónico, propondrá hoy al cabildo levantar las restricciones a la licencias de construcción en la zona de reserva ecológica de El Crestón, al norte de la ciudad, con lo cual se abriría un suculento bocado a la especulación inmobiliaria en esa zona.

El lugar, colindante con áreas de alta plusvalía como Ejido Guadalupe Victoria o San Felipe es muy atractiva para constructores que buscan el dinero fácil, por sobre el interés común. Dice el dictamen que se presentará: que ordenarán a la Secretaría de Obras Pública y Desarrollo Urbano dar trámite las solicitudes de propietarios o poseedores de predios en la zona para el cambio de uso de suelo, alineamiento, actualización de vialidades, densidades, estacionamiento y rescate de espacios públicos.

¿Qué significa esto? Pues manga ancha o luz verde a que esa zona entre de lleno al mercado inmobiliario “a cambio” que los dueños coloquen arbolitos y el municipio reforeste zonas o espacios públicos. El dictamen no dice cómo, dónde, de dónde, cuándo se abastecerá de agua, de servicios públicos, de vialidades, de electricidad a la zona, de por sí sobrecargada de esta parte de la zona urbana de la metrópolis.

Falta ver que dicen los vecinos