Los Lord Molécula de Oaxaca
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BARATARIA

Los Lord Molécula de Oaxaca

 


Como en las conferencias matutinas que ofrece el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, donde hay reporteros serviciales o complacientes como Carlos Pozos, alias “Lord Molécula”, en Oaxaca también hay “periodistas” que se disputan este privilegio.

Por fortuna no son muchos. La gran mayoría de reporteros que asiste a estas conferencias que encabeza Salomón Jara, Jesús Romero o Saymi Pineda, cumplen con su trabajo, que es el de realizar preguntas sensatas, serias; lo que saben, necesitan sus lectores.

En cambio, hay otros que se dedican a dar discursos frente a los funcionarios antes de realizar la pregunta, como si el periodista debiera ser el protagonista de la propia información.

Esos tal vez se salvan, porque hay otros que le hacen caravana al gobernante; le hacen preguntas a modo, para que éste se adorne frente a las cámaras de la televisión oficial, pero lo que es peor: sacan de contexto el tema que su compañero está tratando, al formular preguntas para desviar la atención, lo cual es terrible.

“La naturaleza de la ética periodística está centrada en los valores del compromiso con la verdad, la independencia y de la responsabilidad social, que son los altos niveles del mejor periodismo”, escribió el periodista y literato colombiano, Javier Darío Restrepo, al hablar sobre la ética periodística.

Él mismo definía al periodista “como un servidor público; esa condición es la que le da dignidad y peso moral a su trabajo, y la que hace del medio de comunicación una empresa diferente”.

Este jueves, en la conferencia de prensa que ofreció la cuestionada secretaria de Turismo, Saymi Pineda, -por cierto, muy en el ánimo del titular del Ejecutivo-, ningún reportero ahí presente, se atrevía a preguntarle a la funcionaria, sobre la seria acusación de la empresaria, Carla María Isla Gómez, de negarse a devolverle un préstamo de seis millones de pesos, hasta que el reportero J. Guerrero le formuló la pregunta obligada, en el sentido que sí había recibido dicha cantidad.

Obvio, Saymi Pineda dio su versión sobre este señalamiento y negó que haya recibido dicha cantidad al tiempo que emplazó a la empresaria a recurrir ante los tribunales.

Pero, antes que alguien volviera a tocar el tema, uno de los reporteros, el cual se identificó cono Omar Colmenares, de Panorama Informativo, hay que decirlo, porque uno de los principios éticos del periodismo es no autocensurarse, como el tal Lord Molécula, salió en defensa de la funcionaria pública, con las siguientes palabras:

“Bueno…una acusación sin fundamento. La señora que la exhibe en redes sociales, no presenta ningún documento que…eso ya lo tendrá que dirimir las autoridades correspondientes. Nos es la primera vez que le imputan una situación y ahora la agarran como costal de box, bueno, bueno…”.

Sabemos que los periódicos atraviesan por una grave crisis mundial a grado tal que varios de ellos han desaparecido, dando pie a la era del periodismo llamado digital, que le está quedando a deber a los lectores.

Este caso nos muestra cuánta falta hacen las redacciones, que eran la verdadera escuela del periodismo, porque en ellas se formaba el periodista empírico y terminaba de formarse el egresado de la carrera.

Hace unos días, EL IMPARCIAL, El Mejor Diario de Oaxaca publicó una entrevista con uno de los extraordinarios periodistas, Leandro Hernández Romero, quien a la pregunta de que si el periodismo ha perdido su esencia original, respondió en los términos siguientes:

“Pues los reflejos los tenemos en los medios, cómo están. Yo digo que nos hemos deshumanizado mucho; la tecnología nos hace ser compactos. Nos hace ser limitados; bueno, ¿vemos crónicas sabrosas en los medios? ¿Entrevistas que te hagan sentir bonito? ¡No! Antes sí las teníamos”.

¿Qué clase de periodismo se está practicando hoy día? Las escuelas, de las cuales egresan año con año decenas y decenas de comunicadores, les explican sobre lo que es la ética?

¿Los periodistas viejos, están cumpliendo con su papel de orientar a los periodistas jóvenes?

¿Estos últimos tienen tantita humildad para acercarse a los periodistas viejos para platicar con ellos, escucharlos, para saber cómo le hacían para reunir seis notas con riguroso contenido y excelente ortografía? ¿O cómo formular las preguntas sin convertirse en el hazme reír de sus propios compañeros?

Ya sabemos cuál es el papel de los titulares de las áreas de Comunicación Social para salir en defensa de sus jefes, pero lo lamentable es que los periodistas le sigan el juego a cambio de unas cuantas monedas.

Por lo pronto, ya sabemos que en Oaxaca, los émulos de Lord Molécula están en acción, prestos a hacerle caravana a los gobernantes que anhelan una prensa complaciente, porque la prensa crítica, les produce escozor.

 

DENGUE, SIN CONTROL

Ahora que ya se salió de control y se espera la confirmación de más decesos por dengue en las próximas semanas, las autoridades de la Secretaría de Salud de Oaxaca inician una jornada en el combate, enfocada sobre todo a las redes sociales.

Las actividades de prevención debieron intensificarse desde el momento en que los trabajadores del área de vectores pronosticaron un incremento de casos este año, por las deficientes condiciones en las que están trabajando en el combate al mosquito transmisor y la apatía de una secretaria de salud que evita a los medios de comunicación por su falta de conocimiento en el área.

La situación se sale aún más de control porque además de los casos de dengue, hay registro de paludismo y sospecha de casos de zika que solo han sido notificados por diagnóstico clínico, sin confirmación por laboratorio.

Los trabajadores de vectores lo advirtieron en su momento, exigían actuación inmediata de las autoridades que no hicieron caso y pronto podríamos ver a un Oaxaca en máxima alerta por el dengue y otros padecimientos transmitidos por vector.

El personal del área señala además que las autoridades de salud se niegan a reconocer casos de dengue y de eso también se ha dado cuenta el gobierno federal, cuyos representantes no fueron muy bien recibidos hace unas semanas por los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO).

Esperemos para el bien de las y los oaxaqueños que las autoridades logren controlar los casos de dengue, porque ya se analizan dos defunciones en menores de edad por esta enfermedad.