La tragedia. Los pobres ponen los muertos
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

BARATARIA

La tragedia. Los pobres ponen los muertos

 


Oaxaca está de luto. Ayer se registró la que es quizá la mayor tragedia carretera en la historia de Oaxaca, o al menos en los 20 años más recientes. Alrededor de las 06:30 horas de este miércoles, un autobús de la línea Turísticos Yosondúa, que partió de la Ciudad de México, se accidentó en jurisdicción de Magdalena Peñasco, Distrito de Tlaxiaco.

El autobús se desbarrancó en una hondonada de 25 metros de profundidad aproximadamente, a la altura de la clínica 184 del IMSS en Magdalena Peñasco, Tlaxiaco.

Hasta mediar la tarde de ayer se tenía un reporte de 29 personas fallecidas, las cuales fueron trasladadas al auditorio de Magdalena Peñasco para el posible reconocimiento de los cuerpos. Esperemos que para cuando usted lea esta columna el número no se haya incrementado.

Este accidente, desnuda, de nueva cuenta, que son los más pobres, los más desprotegidos quienes ponen los muertos. Son los más pobres quienes deben viajar en autobuses que ya son una ruina, que, para ahorrar recursos, difícilmente son sometidos a revisiones periódicas. Los pobres quienes deben buscar opciones para realizar un viaje o salir de su comunidad y que ello no represente un gasto tan oneroso. Para ello basta darse una vuelta por la terminal de segunda clase o los paraderos del mercado de Abasto.

Los pobres quienes deben apoyarse ya sean en transportes habilitados por los ayuntamientos o por parte de “emprendedores” que ofrecen un servicio o, como en muchas comunidades de la Mixteca, sobre todo en la región triqui, “administrados” o “habilitados” por organizaciones sociales como el MULT o MULTI para sacar provecho de una necesidad, es cierto, pero que han visto en este tipo de negocios una veta para hacer negocio.

“Fue un accidente” sería la salida fácil de las autoridades, sin duda, pero ¿quién vigila las condiciones mecánicas y la forma en que estos vehículos ofrecen el servicio de transporte público? Las autoridades de la Secretaría de lnfraestructuras, Comunicaciones y Transportes pecan de omisos, son cómplices o incapaces para intentar regular, supervisar o revisar estos servicios.

Conforme se reúnan más datos, además, será posible juzgar las condiciones del camino y en qué situación se encuentran, en estos momentos las carreteras estatales, apenas iniciada la temporada de lluvias. ¿No hay acá responsabilidad, por ejemplo, de Caminos y Aeropistas de Oaxaca? ¿Qué hay de la Secretaría de las Infraestructuras? ¿Qué roll juegan entes públicos como la Guardia Nacional, la Policía Federal, las policías viales municipales y del estado e, incluso, las simples policías municipales?

Ahora que se multiplican retenes por aquí o por allá so pretexto de buscar personas indocumentadas que transitan por el estado. Que se colocan retenes hasta para sancionar a motociclistas sin casco o, como argumentan las policías, para detectar autos robados, sin documentación o te “aseguran” por carecer de licencia o estar vencida, tarjeta de circulación, pago de tenencia y muchas “irregularidades” más, ¿a nadie se le ha ocurrido vigilar en qué condiciones prestan el servicio los transportes comunitarios? ¿a cuántas revisiones deben ser sometidos los taxis foráneos, las suburban?

Cientos de autobuses, verdaderos ataúdes rodantes, brindan servicio de transporte a comunidades pobres, en condiciones de camino agreste, con mínimas condiciones de seguridad y caminos maltrechos. ¿Semovi no tiene injerencia en supervisar estos transportes? En esos famosos retenes que rallan en la violación al libre tránsito y a los derechos humanos por el tipo de revisiones que realizan ¿no hay una “mente brillante” para checar en qué condiciones físicas, emocionales, de cansancio ofrecen sus servicios los conductores? Hay legislaciones que se incumplen; organizaciones sociales que sacan raja y provecho de la necesidad y la pobreza y “autoridades” omisas.

¿Qué harán los gobiernos municipales, estatal y federal para atajar otra tragedia? Seguro harán lo de ayer: contar muertos.

Los caminos en Oaxaca están en pésimas condiciones. Si en las ciudades son una ruina, ¡imagine lector-lectora en la sierra. Los autobuses que brindan servicio a comunidades son desechos de los desechos de grandes ciudades o fueron sacados del servicio público por inseguros, viejos y las pésimas condiciones mecánicas.

¿Se buscará mejorar el servicio, el transporte comunitario? O, como siempre, ¿los más pobres serán quienes seguirán poniendo los muertos?

 

¿EN MANOS DE QUIÉN ESTAMOS?

Muy propio el director del Colegio Superior para la Educación Integral Intercultural de Oaxaca, René Vásquez Castillejos, al manejar el “lenguaje incluyente” en sus redes sociales y felicitar “a las y los jóvenes participantes” de la Muestra Cultural, Cívica y Deportiva CECyTEO 2023. Sin embargo, lastimoso que un representante de una de las principales instituciones educativas del estado carezca del más mínimo conocimiento de la sintaxis, hilar ideas y plasmar un discurso medianamente comprensible.

“De manera histórica, por vez primera (sic), un gobernador indígena voltea a los ojos (re sic) (que no “voltea los ojos”) hacia este gran subsistema educativo, único en el país.

“Fuimos recibidos junto al (integrantes del) Comité Ejecutivo del SUTCSEIIO, en La Casa del Pueblo por el Gobernador Constitucional del Estado de Oaxaca, Ing. Salomón Jara Cruz, como parte de la reparación histórica de nuestros pueblos (sic) (¿¿??) donde trazamos una ruta de apoyo y bienestar en beneficio de nuestros Bachilleratos Integrales Comunitarios, pertenecientes al Colegio Superior para la Educación Integral Intercultural de Oaxaca, que durante mucho tiempo estuvieron olvidados y marginados” ¿Está claro?

¿A quién le debe el puesto? O también lo “merece” por ser “activista” como la directora del Cobao, Verónica Hernández González; o la exoperadora telefónica del call center del IEEPO, ahora devenida en directora del Cecyteo, Blanca Luz Martínez, que aún no dan muestra de capacidad para dirigir el sistema de educación media superior del estado.

No sabemos a quién da más pena, a ellos no saber ni redactar un oficio o a nosotros “contar” con este tipo de “funcionarios y funcionarias”. Eso sí, muy propios, se les ha visto desfilar en favor de una de las “corcholatas”.

Dios los cría y ellos se juntan.