Alarmante escasez de agua
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Opinión

BARATARIA

Alarmante escasez de agua

 


En la calle Presidentes de México, perteneciente a Pueblo Nuevo, un hombre descarga una pipa con agua en una residencia que se ubica en ese sector. Una mujer de condición humilde se le acerca al pipero y le pide que le regale dos cubetas con agua para hacer su comida, pues en su humilde vivienda el tinaco en donde recopila el agua, el líquido se ha agotado. Hace casi un mes que el agua no llega, dice la señora con la preocupación reflejada en su rostro, mientras el pipero le dice que el dueño de la casa compró la pipa y tiene la misión de entregarla toda. En ese momento sale una dama, quien no vacila en regalarle las dos cubetas, luego se sube a su coche y se aleja. Ella le agradece el gesto y con la mano en alto bendice la casa. Un chamaco la alcanza y le ayuda a cargar los dos recipientes. Ambos se pierden, como decía, el poeta León Felipe Galicia, “por esas calles de Dios” y bajo un sol demoledor, que cae a plomo como a las 2 de la tarde.

Entre un ruido ensordecedor de la bomba y ladridos de perros, la voz del pipero se escucha bajita, mientras se echa su cocacolota. ¿No es mejor una caguama?, se le dice para abrir plática. “Más tarde, al terminar la chamba”, revira, mientras saca su pañuelo y se limpia el sudor que escurre de su frente.

Con recelo mira a su interlocutor; lo barre de pies a cabeza. Tiene desconfianza cuando se le pregunta sobre el precio de una pipa de agua, y en dónde tiene la empresa para la cual trabaja, los pozos para extraer el líquido indispensable para poder vivir. Casi balbuceando, dice que la pipa de 10 mil litros está costando mil pesos, pero que hay empresas que venden una pipa de esa misma cantidad, hasta en mil 200 y mil 500 pesos, dependiendo de la lejanía. Por ejemplo, cuesta más cara una pipa que surte el agua a los colonos de El Manantial, La Joya o San Isidro, que se encuentra al norte de la Presidentes de México, las cuales son marginadas y donde esas familias difícilmente tienen esa cantidad para poder comprar una pipa. Como es de suponer, el pipero no revela el lugar en donde están los pozos de su patrón, simplemente dice: “por el aeropuerto”.

Sin embargo, reconoce que las pipas que hay en la ciudad no se dan abasto para surtir de agua a los habitantes de la ciudad de Oaxaca. “A todos le está pegando la crisis de agua potable por igual”, señala y agrega que la escasez se siente lo mismo en el Centro Histórico que en las colonias y agencias.

¿Qué hay qué hacer ante la falta de agua potable? ¿Estamos conscientes de esta escasez? ¿Existe cultura para no tirar a lo tonto el agua potable, mientras hay personas que no tiene el líquido para preparar sus alimentos? ¿Qué está haciendo el Gobierno del Estado para hacer que haya agua en todos los hogares de la ciudad de Oaxaca?

Parece que nada. O al menos no se sabe. O tal vez, nos tenga una bonita sorpresa para un día de estos informarnos que han perforado nuevos pozos que surtirán del líquido vital a los sedientos habitantes de la ciudad de Oaxaca.

Así como usted, tampoco lo creo; por el contrario, las cifras recientes que ha dado el Sistema Operador de Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (Soapa), son preocupantes, por lo tanto, alarmantes. El titular de la dependencia, Omar Pérez Benítez, a quien le ha tocado bailar con la más fea, declaró hace unos días que esa dependencia ha estado bombeando 280 litros de agua por segundo, cuando antes, tal vez en los gobiernos pasados, era de mil 100 litros por segundo. Con razón no le llega el agua a usted ni a los habitantes de la Nuevo México, ni en Candiani, ni en lo que era la colonia de ricos, La Reforma. Con razón tarda 25 días, un mes y hasta dos meses como ocurre con los habitantes de la colonia Aurora, los cuales salieron a las calles a protestar ante la falta del líquido.

Dentro de las principales causas de la escasez de agua se encuentra el consumismo desmedido de los recursos naturales y la sobrepoblación humana. Pareciera que cada vez es más difícil tener acceso a fuentes de agua potable y de buena calidad, por lo que se necesita actuar con urgencia por nuestro bienestar y el del planeta.

Una de las empresas que vende tinacos, le atribuye la falta de agua en las ciudades a los siguientes factores:

Urbanización desorganizada: Hoy en día, resulta muy difícil transportar agua a las comunidades debido a la falta de infraestructura. Esto sucede muchas veces porque no existe una planificación de una población o una ciudad. Las personas comienzan a desarrollar y construir viviendas sin asegurar primero el abastecimiento de agua. En algunos casos, sobre todo en comunidades rurales, la gente construye sus casas cerca de un río o una laguna para poder tener acceso a este recurso, sin embargo, con el tiempo y la sobreexplotación, estos lugares naturales se ven afectados y el agua que antes había ahí, se acaba, dejando a la población sin otra solución.

Contaminación: En muchos casos, el problema no es la falta de agua sino que los depósitos como mantos acuíferos, lagos, ríos y presas, están contaminados. En este caso, las causas de la escasez de agua no se deben al desabasto, sino a que los seres humanos no la pueden consumir ya que puede traer enfermedades y otras consecuencias a la salud.

La sobrepoblación: Sumado a las causas de la escasez de agua que se mencionaron en los puntos anteriores, como resultado del crecimiento exponencial de la población, cada vez hay más demanda de este recurso ya que son más las personas que requieren tener acceso a agua potable para cubrir sus necesidades básicas. Como consecuencia, las cantidades de agua que existen en nuestro país parecen no ser suficientes para abastecer a todos los mexicanos y lo mismo está sucediendo en otras partes del mundo. Si los hábitos de consumo de la población no cambian y se sigue utilizando el agua como un recurso infinito, corremos el riesgo de que este problema aumente.

Hay varias acciones que se pueden llevar a cabo para combatir las causas de la escasez de agua y si cada persona las lleva a cabo, el cambio será notorio. Por ejemplo: No desperdiciarla e imponer sanciones elevadas a quienes lo hagan; reportar las fugas de agua y la dependencia encargada de ello repararlas inmediatamente porque vemos que pasan tres días y la fuga permanece; recolectar el agua pluvial. Hay que reconocer que decenas de colonos ya lo hacen y se han ahorrado varios miles de pesos pues ya no compran las pipas con agua y, finalmente, reutilizar el agua. Sí todos lo hiciéramos, estaríamos ahorrando el agua, que hoy día es tema de preocupación para todos los que amamos esta vida.