Cifras espeluznantes

¿Un asesinato cada nueve horas en Oaxaca?  Pero si hay vigilancia de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano… ¿Dónde? Se preguntará usted, que tal vez ha sufrido en carne propia los embates de la delincuencia, al ser asaltado, o hasta sufrido la pérdida de algún familiar por estos eventos.

En su edición de EL IMPARCIAL del 25 de abril pasado, en nota de nuestro compañero, Pedro Silva Alanis se da cuenta de que, en lo que va de 2023, en territorio estatal se registra un asesinato en promedio cada 9 horas, de acuerdo con el informe diario de Víctimas reportadas por delito de homicidio (Fiscalías Estatales y Dependencias Federales) del Secretariado Ejecutivo del Sistema de Seguridad Pública Federal.

Ahí se precisa que hasta el domingo 23 de abril, en territorio estatal se habían reportado de manera oficial 293 decesos violentos. Y sigue la mata dando, pues hasta el primero de mayo ya habían ocurrido una decena más de homicidios dolosos, entre los cuales se encuentra un profesor de la Sección 22 del magisterio asesinado en la Mixteca.

Desde que inició el 2023, las cifras de crímenes se han disparado, aún cuando el gobierno federal y estatal se empeñen en maquillarlas; porque, ¿qué otra cosa saben hacer?

La información es real; no se puede ocultar. Por ejemplo, nos dice en su nota, Pedro Silva, que Oaxaca ha registrado al menos 4 jornadas sumamente sangrientas.  En dos de los casos, con 9 asesinatos en 24 horas. Así, los días más violentos registrados en el estado han sido el jueves 9 de febrero y el lunes 27 del mismo mes, en el que hubo 9 homicidios. Dos jornadas reportaron 8 asesinatos en un día, el jueves 16 de marzo y el martes 4 de abril, fecha en que Oaxaca ocupó el deshonroso segundo lugar por muertes violentas en el país.

Pero, además de estos asesinatos dolosos, también Oaxaca se encuentra en el ojo del huracán en cuanto a la cifra de feminicidios, pues hasta el mes de marzo ocupaba el primer lugar nacional en cifra de mujeres asesinadas, situación que no debe enorgullecernos, si no preocuparnos por nuestras hermanas, por nuestras hijas, por la familia de los amigos.

El pasado 6 de marzo de este año, el Grupo de Estudios Sobre la Mujer Rosario Castellanos (GESMujer), informó que hasta ese día habían ocurrido 28 feminicidios en lo que va de 2023. Pero hasta mayo, ya han ocurrido tres o cuatro feminicidios más. Algo horripilante en un estado que vive del turismo y que necesita ser seguro para no ahuyentar a los que nutren su economía.

Por otro lado, el pasado 21 de marzo, día en que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador dio su conferencia de prensa en Oaxaca, el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval González, informó que Oaxaca está debajo de la media nacional en incidencia de homicidios dolosos y en el total de delitos de impacto ocupa la posición 24 a nivel nacional. Por favor, ¿qué pretende el gobierno con eso, si la sangre corre por las comunidades oaxaqueñas?

“La federación, en coordinación con autoridades estatales, prioriza la atención en Oaxaca de Juárez, Huajuapan de León, San Juan Bautista Tuxtepec y Juchitán de Zaragoza, municipios que concentran el 31 por ciento de hechos delictivos”, puntualizó el titular de la Sedena.

E indicó que a la fecha, 23 mil 232 integrantes operativos del Ejército, de la Fuerza Aérea Mexicana, de la Secretaría de Marina, de la Guardia Nacional, así como de las policías estatal y municipal están desplegados en Oaxaca. Pero, ¿dónde?

Por su parte, López Obrador dijo en esa ocasión: “Me da gusto que haya una tendencia a la baja en la mayoría de los delitos. (…) Hay tres estados del país que son los que más apoyo reciben en Programas para el Bienestar: Chiapas, Oaxaca y Guerrero. Entonces, vamos a seguir trabajando en beneficio de los oaxaqueños”, subrayó.

Los delitos de robo en transporte, homicidio doloso, trata de personas, extorsión, robo a casa habitación y de vehículos registran reducción, mientras que se estabilizan las cifras de secuestro, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública a enero de 2023.

Por supuesto que el presidente está en su papel, lo cierto es que en nuestro caso es difícil que nos traguemos esto, si bien sabemos cómo la delincuencia va creciendo en esta entidad, debido a la disputa de los cárteles por el territorio y, además como se han infiltrado en las corporaciones policiales y la milicia.

Hay que tomar en cuenta, también, como en la región del Istmo de Tehuantepec es donde han ocurrido la mayor cifra de homicidios dolosos, debido al control de los cárteles de lo que será el Corredor Transísmico. Pero ese ya es tema de otra entrega.

Migrantes, a su suerte

Por todos lados, sobre todo en la capital oaxaqueña, se observa diariamente a decenas de familias de migrantes que piden dinero o trabajo en los principales cruceros, mercados o zonas turísticas, acompañados de menores de edad, desde recién nacidos hasta adolescentes.

Las y los migrantes están a su suerte y ninguna autoridad de Gobierno los apoya, sobre todo a aquellos niños y niñas que son expuestos a todo tipo de peligros, como explotación, maltrato o incluso trata.

La situación parece empeorar porque a la entidad ya viene otra caravana de migrantes, integrados sobre todo de venezolanos, guatemaltecos y hondureños, entre otros que seguramente permanecerán por varios meses en el estado, en su trayecto hacia el sueño americano.

Se sabe que en diferentes dependencias de Gobierno se simulan reuniones para atender el tema de estos migrantes que llegan en caravanas, pero solo se quedan en discursos y no hay actuación para dar atención a este sector de la población, sobre todo en la atención y prevención de enfermedades.

Será interesante saber qué acciones tomará el Gobierno cuando empiece a destaparse los casos de trata de menores o los brotes de enfermedades como el paludismo, el cual se sabe volvió a resurgir en la entidad por la presencia de migrantes en el Istmo de Tehuantepec.