Delito vergonzoso
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BARATARIA

Delito vergonzoso

 


Doña Leonor lleva cinco años buscado a Eugenia, una adolescente que desapareció cuando iba camino a la casa de sus padres que se ubica en un sector de San Martín Mexicapan. Procedía de la Central de Abasto a donde había ido a comprar tela para sus prácticas de corte y confección. La sufrida madre anhela verla, en el estado en que se encuentre. Ella sospecha que fue secuestrada por un individuo de Tlaxcala, que conoció en un diciembre de 2018 en Juquila, a donde había acudido en peregrinación a ese santuario. Lo más probable es que Eugenia sea víctima de trata de personas, que consiste en la explotación de mujeres, hombres, niñas, niños y adolescentes, con diversos propósitos, incluidos el trabajo forzoso y, por supuesto, que la explotación sexual.

Los traficantes utilizan tácticas tales como el abuso físico y sexual, el chantaje, la manipulación emocional y la retirada de documentos oficiales, para controlar a sus víctimas. Dicha explotación puede tener lugar tanto en el país de origen de la víctima, como durante la migración o hasta en un país extranjero.

Lo cierto es que da coraje ver cómo las madres de familia, como doña Leonor, están buscando a sus hijas por culpa de bandas de delincuentes, que no son más que desadaptados sociales, que han encontrado la forma fácil de conseguir dinero.

El miércoles último, en el Congreso local, se abordó el caso de la trata de personas, cuando la diputada morenista, Cony Rueda solicitó al titular de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), José Bernardo Rodríguez Alamilla, implementar operativos y protocolos para la prevención del delito de trata de mujeres, niñas, niños y adolescentes en los principales destinos turísticos de Oaxaca.

Cony Rueda señaló que con el turismo llega la derrama económica pero también se hacen evidentes las deficiencias institucionales para atender delitos como el de la trata de personas.

La diputada citó información de la Organización “Causa Común” y mencionó que durante el año 2022 Oaxaca aumentó en un 500 por ciento el número de delitos de trata de personas respecto al 2021; es el estado con mayor incremento a nivel nacional y teniendo entre sus principales víctimas a mujeres, niñas y niños.

La legisladora señaló que el turismo sexual es un negocio perfectamente organizado, en donde “la corrupción, la omisión de las autoridades, los vacíos legales y la indiferencia de la sociedad son sus terrenos fértiles”.

Y vaya que es un negocio perfectamente organizado, la trata de personas.

La trata de personas es uno de los negocios ilícitos más lucrativos en Europa, donde los grupos criminales obtienen unos beneficios de 3 mil millones de dólares al año; es éste un negocio considerable que se abastece de la población mundial más marginalizada.

Datos recientes dan cuenta que seis municipios de la entidad oaxaqueña presentaron mayor incidencia de delitos por trata de personas, desapariciones y explotación sexual.

Durante la presentación del informe “Trata de personas: políticas públicas en estados y municipios”, elaborado por el Centro de Estudios Sociales y Culturales “Antonio de Montesinos”; seis municipios de Oaxaca con alerta de género destacaron por su alta incidencia en delitos contra mujeres.

Huajuapan de León encabeza la lista con desapariciones, trata de personas y explotación sexual.

Le sigue Santa Lucía del Camino considerada como una “zona roja”, en explotación sexual; así como Oaxaca de Juárez y Santo Domingo Tehuantepec por desapariciones y posible explotación sexual.

En la misma lista destacan, Santa María Huatulco, por turismo sexual y explotación infantil, así como Salina Cruz, por explotación sexual por turismo, además de ser considerada una ciudad de paso de redes de trata.

En esa ocasión, Alicia Mesa Bibriesca, directora del Centro de Estudios Sociales y Culturales “Antonio Montesinos”, dijo que en estas bandas, además de los reclutadores, transportadores, intermediarios del tratante y proxenetas, también hay involucrados funcionarios corruptos que facilitan este delito.

Hace cuatro años, la Fiscalía General de Oaxaca negó que Oaxaca sea destino de turismo sexual infantil; sin embargo, en 2019 ya se habían integrado 7 carpetas de investigación por casos de pornografía infantil.

De esos casos presentados, de 8 víctimas son niñas de entre 12 y 7 años de edad y 17 son niños de entre 7 y 13 años.

En las indagatorias, según el Fiscal, los implicados son trabajadores que realizan aseo en las escuelas o profesores.

Detalló que el último caso judicializado, un profesor de educación primaria fue sujeto a proceso al encontrarse evidencias de cometer pornografía infantil.

Según un estudio realizado por la Unidad de Trata de Personas de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Oaxaca, junto con Guerrero y Cancún, son los lugares y paraísos donde se práctica clandestinamente la pornografía infantil.

Ello también, basado en los datos que arrojó el estudio de UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), denominada “Infancia Robada”, refiere que hay diversos destinos turísticos donde se genera con mayor intensidad el turismo sexual infantil, entre ellos Oaxaca

En junio de 2019, el Congreso de Oaxaca aprobó tipificar el delito de turismo sexual infantil con un castigo que oscila entre los ocho hasta los 14 años de prisión.

Todo bien hasta ahí, pero hace falta más, para hacer frente a la trata de personas. Para empezar, no hay presupuesto para crear programas en la materia, menos un organismo que atienda a las víctimas, a nivel estatal.

Tampoco se han establecido albergues o un fondo para las personas que sean afectadas por este delito. Estamos pues, en pañales, para combatir este delito vergonzoso que trae de cabeza a madres de familia como doña Leonor, que espera un día poder reunirse con su hija.