Oaxaca sangriento
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BARATARIA

Oaxaca sangriento

 


Oaxaca ha dejado de ser un estado tranquilo para mudarse a una entidad violenta.

Es lamentable, pero ahora Oaxaca figura entre los estados del país con más homicidios dolosos, de acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública nacional.

Hasta este jueves 23 de febrero, de acuerdo con cifras del EL IMPARCIAL, El Mejor Diario de Oaxaca, han ocurrido un total de 113 homicidios dolosos en las ocho regiones de la entidad, como en la ciudad de Oaxaca-capital. Casi dos muertos por día.

En enero ocurrieron 65 homicidios dolosos, en tanto que, en lo que va del presente mes de febrero, ya van 48 asesinatos, de los cuales, cuatro han sido niñas y niños, además de los feminicidios.

La ciudadanía está aterrorizada ante la elevada cifra de muertos y preocupada por la inacción policiaca.

Las autoridades que conforman el Gabinete de Seguridad, se defienden y dicen que están haciendo bien las cosas, pero la percepción ciudadana es diferente.

La cosa es que no hay operativos de revisión en los antros de vicio, que es donde se concentran los delincuentes. Es en los bares de mala muerte en donde se fraguan los golpes, los ataques, donde se trafica la droga y donde se consume.

Por otro lado, extrañamente ya no se instalan en determinados puntos de la entidad, los acostumbrados retenes que evitarían la transportación de armas y drogas.

En la ciudad de Oaxaca la vigilancia es deficiente. A las 10 de la noche se retira el patrullaje y sólo se mantienen en mínimas zonas.

La conferencia de prensa que da el Gabinete de Seguridad y “La Mañanera” de Salomón Jara son un acierto, pues los periodistas tienen la oportunidad de preguntar y transmitir a la opinión pública lo que realmente está ocurriendo en Oaxaca.

Así no enteramos que en la entidad operan cuatro cárteles, que la droga entra por el estado de Guerrero y que los transportistas, disfrazados de organizaciones sociales o sindicatos, tienen mucho que ver con la delincuencia organizada al estar involucrados en la venta y transportación de droga, comercio de ilegales, despojo de tierras y cobro de piso.

Lo importante es que ese Gabinete de Seguridad, la cual integra la Secretaría de Gobierno, la Secretaría de Seguridad Pública y la Secretaría Ejecutiva del Sistema Estatal de Seguridad Pública, actúe de inmediato, antes que enfrenten el hartazgo ciudadano.

Ellos, en sus intervenciones, han dado sus versiones respecto a este grave problema de la violencia que tiene su origen en las drogas, en el ajuste de cuentas entre bandas rivales, también en la disputa de las plazas y en el consumo.

El problema es tal, que los medios de comunicación nacionales, e internacionales, han publicado los crímenes atroces que han ocurrido en la entidad, en donde figuran niñas y niños. Bueno, ni los medios de comunicación que cubren la guerra entre Rusia- Ucrania han divulgado fotos de un par de niños derribados en la tierra, al ser asesinados en un estado que se presume pacífico.

Bueno, hasta el arzobispo Pedro Vázquez Villalobos ha externado su preocupación y ha condenado la elevada cifra de muertos que observa Oaxaca en los últimos días.

El Gobierno del Estado debe tomar los toros por los cuernos y buscar las estrategias adecuadas para frenar esta matazón y si es necesario dar de baja al funcionario que no esté funcionando en el gabinete de seguridad; que proceda en consecuencia porque la paz no se puede ni se debe regatear por la omisión de unos cuantos.

 

EL MISMO DISCURSO

El director general del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), Emilio Montero, mantiene el mismo discurso de sus antecesores, pero sin resultados a más de dos meses de haber iniciado la actual administración estatal.

El funcionario que dice conocer la situación educativa y magisterial del estado, señala lo que muchos oaxaqueños hemos oído de otros directores, como el hecho de que más del 90% del presupuesto del Instituto se va al pago de salarios y prestaciones, así como el respeto que se tendrá con la Sección 22 y estudiantes normalistas.

Parece que para el nuevo director lo más importante es quedar bien con la Sección 22 y evitar todo tipo de conflicto, pero a la fecha no ha mostrado ni ha dado a conocer un plan de trabajo que realmente de una esperanza en abatir el rezago educativo que tiene Oaxaca.

Emilio Montero no ha puesto en orden las áreas administrativas y tampoco ha mostrado la intención de poner fin a las rentas que se mantienen en más de 20 inmuebles con un costo de varios millones de pesos, que bien pueden ser utilizados para mejorar aulas, sanitarios o dotar de equipos y material a los escolares de escasos recursos.

Con el paso de los años veremos si Emilio Montero es más de lo mismo, un funcionario improvisado que solo llegó a este cargo por favores políticos y no por su conocimiento ni experiencia en el tema.