Policía maltrecha
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BARATARIA

Policía maltrecha

 


El asunto es grave, solo uno de cada 7.6 policías en Oaxaca cuenta con certificación para resguardar la seguridad ciudadana y, mucho menos enfrentarse a la delincuencia organizada, ¡vaya! ni a la delincuencia común.

Apenas el 13% de los uniformados, entendemos, cuenta con el Certificado Único Policial y, claro, es entre las policías municipales donde se encuentra el mayor rezago y, de acuerdo con las normas vigentes, tendría que ser la “primera respondiente” ante algún acto delictivo.

Pero ¿cómo hacer? si, por ejemplo, hay que atender un homicidio, feminicidio, hurto, violación, violencia, pues es muy alta la posibilidad, el 87% que quien acuda a una escena del crimen carezca de conocimientos para aplicar un protocolo, resguardar huellas y pistas, atender a alguna víctima, enfrentar y/o someter a un delincuente. ¿Qué hacer para que no cometa errores y evitar que algún criminal use ese yerro para evadir la acción de la justicia, así como para aplicar la ley, pero sin pisotear ni violar los derechos humanos tanto de las víctimas como del presunto delincuente y, de nuevo, ello le abra la puerta para quedar “limpio”?

El jueves las autoridades del Secretariado Ejecutivo del Sistema de Seguridad Pública, de SSP estatal y policiacas pintaron un gris horizonte para hacer frente a la delincuencia materialmente… ¡sin policías capacitados! Y apenas nos referimos a su adiestramiento, falta considerar la condición física, edad, equipamiento y herramientas de inteligencia para garantizar la vida del uniformado, el resguardo del patrimonio y la seguridad ciudadana, la defensa de la vida.

Nada más, de inicio, las autoridades señalaron un estimado, más de 33 mil 600 pesos, para la formación inicial de un elemento, para lo cual se requiere 23 mil 92 pesos; 10 mil 561 pesos para la evaluación y control de confianza. Pero ello no termina ahí, periódicamente los uniformados deben refrendar su adiestramiento, 10 mil pesos más y el curso de competencias básicas más de 4 mil 233 pesos, un cerro de dinero.

Para obtener el Certificado Único Policial, un elemento se debe enfrentar a un examen de control de confianza; formación inicial o equivalente, además de una evaluación de competencias básicas o profesionales y evaluación del desempeño. Nada más.

En resumen, en Oaxaca tenemos una policía maltrecha, poco confiable, sin adecuado adiestramiento y costosa ante lo oneroso de su adiestramiento y certificación.

¿Y la delincuencia? ¡Mejor ni hablamos! Es fin de semana.

 

ELECCIONES EN MANOS DE VIEJITOS

Varias aristas se han ido desgranando de la intención de aplicar y que el Congreso de la Unión apruebe el Plan “B” de la Reforma Electoral. No repetiremos el intento de dinamitar al INE, dar un burdo “machetazo” al servicio profesional electoral que, según estimaciones en el país provocará el despido de casi 6 mil funcionarios de base, una tercera parte de los recursos humanos con los que cuenta el instituto, lo que no solo entorpecerá el cumplimiento de sus funciones, sino que representará una enorme carga financiera ante las previsibles demandas laborales que emprenda el personal perjudicado por los recortes y, sobre todo, desempleo.

En el caso de Oaxaca, la estimación es que están en riesgo al menos 539 puestos de trabajo, señaló el lunes el consejero electoral Uuc-kib Espadas. Personal especializado en organizar el proceso y que podría en riesgo, entre otras cosas, la preparación de funcionarios electorales, la instalación de casillas, por ejemplo.

Al confirmar que irán en la demanda contra el “machetazo” al INE, el delegado Édgar Humberto Arias indicó que se pone en riesgo la certeza jurídica y los derechos humanos de los trabajadores del árbitro y deslizó otro detalle de suma importancia: al conformarse las casillas electorales y adiestrar a quienes recibirán el voto de sus vecinos, tras la insaculación, se busca que sean las personas de mayor edad quienes integren esas casillas.

Es clara, burda y alevosa la intención. Explicamos. Los adultos mayores, los “viejitos” son los principales beneficiarios de los programas sociales (algunos dicen limosnas) del obradorismo y sus compinches.

Solo recordemos las pláticas con nuestros vecinos al referirse “la ayuda de López Obrador”; “el dinerito que nos da el Peje o López Obrador”. No se detienen a escudriñar que el dinero es de todos nosotros, el que pagamos mediante impuestos, de nuestros salarios, el presidente, el gobierno no los pone de su bolsa.

No, no desconfiamos de los adultos mayores, pero sin duda habría “dados cargados” cuando se trata de diseñar estrategias electorales y defensores del régimen y del voto cautivo en favor de López Obrador o alguna de sus “corcholatas”. En Oaxaca es elevada la dependencia de los hogares, adultos mayores, ninis de las “ayudas” oficiales de tal suerte que, en las casillas, esos beneficiarios no dudarían en favorecer el voto en favor de “quien les ayuda”.

Es otra de las amenazas del Plan B.

 

DIRECTORES EN CAMPAÑA

Raro el activismo político, que no es otra cosa, de los recién nombrados directores de sistemas de educación media superior. Un día sí y el otro también se bombardea con insulsos boletines de prensa oficiales que dan cuenta de actividades, más parecido a la difusión de imagen, de burócratas como el director del IEBO, Francisco Javier Salinas Huergo, de la oscura Blanca Luz Martínez Guzmán, quien despacha desde el Cecyteo o de Verónica Hernández González, del Cobao y que no se ha desprendido de la sombra de nepotismo e incluso de Emilio Montero, del IEEPO.

Muchos de los “programas” que difunden son actividades cíclicas en el sistema educativo oaxaqueño, no hay nada nuevo, pero los funcionarios se montan en ellos y los “venden” como novedosos, aunque sean producto de años de trabajo de los empleados de esas instituciones quienes los han ido instrumentando y perfeccionando.

Qué bueno que los apoyen, lo malo es el trasfondo político que encierra su “activismo”.

Vendan su imagen pero con resultados tangibles señores “directivos” del IEBO, Cecyteo y Cobao.