El arzobispo y paso de la reina
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BARATARIA

El arzobispo y paso de la reina

 


El arzobispo de Antequera Oaxaca, Pedro Vásquez Villalobos, se pronunció el pasado domingo en contra de los asesinatos de defensores y luchadores sociales ocurridos en el estado de Oaxaca.

El presbítero jamás había pronunciado una homilía tan sentida, como ese día, que emocionó a sus fieles católicos. Y no era para menos. Monseñor habló de Filogonio Martínez Merino, connotado activista, quien en vida se había opuesto a  la construcción de la presa hidroeléctrica de Paso de la Reina, perteneciente al distrito de Jamiltepec.

Manos criminales victimaron a Martínez Merino el miércoles de la semana pasada en la comunidad de Piedra Blanca, localizada entre Paso de la Reina y La Humedad, considerada como una de las más peligrosas para los defensores del ambiente.

A muchos católicos causó extrañeza que Vázquez Villalobos abordara ese tema tan escabroso en su homilía, pero era necesario, porque el prelado conoce el tema a la perfección. ¿Cómo? Sí. Cuando fue obispo de la diócesis de Puerto Escondido.

Tal vez, esa época sería la etapa más combativa, la más solidaria del ministro religioso con los campesinos, los indígenas, con los oprimidos, aquellos olvidados a quienes el ahora desaparecido, Bartolomé Carrasco Briseño amó y cuidó a lo largo y ancho de los surcos empobrecidos de la entidad oaxaqueña.

En junio de 2014, en un documento signado por el entonces obispo de Puerto Escondido, Pedro Vázquez Villalobos, sacerdotes, agentes de pastoral y religiosos de la iglesia Católica, se pronunciaron en contra del megaproyecto de construcción de la hidroeléctrica “Paso de la Reina”, en la costa Oaxaca, anunciado por la Comisión Federal de Electricidad.

Así, a través de un manifiesto que suscribió Vázquez Villalobos al término de una misa celebrada en la cancha de basquetbol, denunciaron que los pueblos mixtecos, chatinos, afromexicanos y mestizos son los dueños legítimos de estas tierras y territorios y han resistido a través de su organización, su solidaridad, formas propias de participar, de consultar y generar acuerdos para el bien común.

“Por otra parte, vemos también con preocupación que el Gobierno Federal, a través de un documento que comenzó a circular en las comunidades de la Costa de Oaxaca, donde la Coordinación de Proyectos Estratégicos de la Comisión Federal de Electricidad lanzó graves descalificaciones contra nuestro trabajo señalándonos de ajenos a la región y acusándonos de desinformar y confundir a la opinión pública”.

“Este tipo de ataques construyen un entorno adverso para los defensores y defensoras de derechos humanos, agentes de pastoral y las comunidades de la Diócesis y colocó en un grave riesgo nuestra labor”.

“Nos duelen las injusticias, los abusos, la explotación de los más débiles, nuestra misión es trabajar por el plan Salvador de Dios que alcanza a toda su creación”.

El documento subraya “que como iglesia Católica, es un imperativo ético, social, económico, ambiental y sobre todo religioso, muy urgente: la defensa de la vida y de la naturaleza”.

Se comprometieron, además, “profundizar la esencia pastoral en las poblaciones más frágiles y amenazadas por el desarrollo depredador y apoyarlas en sus esfuerzos para lograr una equitativa distribución de la tierra, del agua y de los espacios urbanos”.

Fortalecidos por la solidaridad de Don Pedro Vázquez, los indígenas se fortalecieron e iniciaron una larga lucha que hasta el momento ha dejado decenas de muertos, entre ellos los siguientes líderes:

Jaime Jiménez Ruiz, acribillado el pasado 28 de marzo de 2021, por sujetos desconocidos en el camino de Santiago Jamiltepec a su comunidad; así como los indígenas chatinos,  Raymundo Robles Riaño, Noé Robles Cruz y Gerardo Mendoza Reyes. El caso más reciente es el de Filogonio Martínez Merino, quien fue victimado hace siete días en Piedra Blanca, Jamiltepec. Hasta el momento, la policía no ha detenido a ningún presunto responsable, en tanto la familia de la víctima teme por su integridad física.

Por eso, el domingo pasado, el arzobispo de Antequera Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos rompió el silencio y denunció este crimen para demandar justicia y de paso señalar que esas comunidades olvidadas de la entidad oaxaqueña no están solas.

“¿Por qué queremos callar a los defensores? ¿Por qué? ¿Qué intereses nos mueven para que se cierre la boca de quienes defienden tantas cosas para bien de las comunidades?”, se preguntó el jerarca de la Iglesia católica en la entidad.

“No lo entiendo, no lo entiendo”, se respondió a sí mismo, para luego externar que tampoco comprende por qué alguien le quita la vida a otra persona con tal de despojarla de los bienes que logró con mucho esfuerzo.

“No lo entiendo, por qué tanta maldad, por qué tantos crímenes y tantos unos contra otros. ¿Qué está pasando en nuestra sociedad, en nuestras familias? Porque los asesinos salen de las familias y los que les quitan los bienes a otros salen de nuestras familias. Y los que se quieren enriquecer con una vida fácil salen de nuestras familias. ¿Qué hemos descuidado, qué dejamos de hacer?”.

Ojalá   que más voces solidarias se unan en apoyo de las comunidades campesinas, que no aceptan las imposiciones gubernamentales, como es el caso de Paso de la Reina, donde miles de campesinos perderán sus tierras, si el gobierno federal, lo pone en marcha.

Le hacen la tarea

Triunfal, el presidente municipal de la ciudad de Oaxaca, Francisco Martínez Neri confió en que en breves horas quede concretado el sitio de disposición final de la basura. A través de redes sociales, el edil capitalino confió en que hoy quede concretado el tema de la adquisición de un predio y en las próximas horas normalizar el servicio de recolección de los desechos orgánicos e inorgánicos. Sí, lo cierto es que Martínez Neri ha dado muestras de falta de oficio político para resolver el problema de la basura, pues tuvo que entrar el gobernador a enmendarle la plana.