La capitulación priista

Si en la elección del 5 de junio el PRI tuvo en Oaxaca su funeral, con la actuación de Amlito Moreno se acaba de sepultar al otrora partidazo en el ámbito nacional.

Sin duda, en esta elección para gobernador nuestra entidad, Oaxaca, se convirtió en laboratorio y avanzada electoral para la 4T y señaló parte del derrotero que seguirá Morena en el resto del país y para 2024. Una oposición dividida, asustada, confundida y sin brújula. Un priismo anémico, disminuido desde su interior con un candidato débil, cuestionado, con fantasmas incómodos y sin apoyo y, si fuera el caso, con expedientes jurídicos abiertos, por si acaso.

El cambio de régimen en el ámbito federal habría supuesto un giro democrático en la búsqueda de acuerdos, la implantación de un régimen donde fueran la negociación de altura, los verdaderos consensos los ejes de la política de estado para llevar a buen puerto los proyectos, planes o políticas públicas del gobierno en turno.

Deberían estar muertas las viejas prácticas corporativistas, el intercambio de favores o, de plano, la negociación de complicidades, cornisa por la cual transitaron por décadas los gobiernos pos revolucionarios de signo tricolor.

Sin embargo, lo visto en estos días raya en lo más pueril de la política, la presión, el uso de expedientes judiciales, la amenaza velada y abierta, la “justicia” por consigna revolcada en los lodos de acciones muy cercas del abismo de lo ilegal para lograr metas bajo el argumento de “haiga sido como haiga sido”. Un líder partidista, los enemigos políticos bajo fuego, obligados a “negociar” con la pistola sobre la mesa. Lejos, muy lejos la política de estado que habían ofrecido.

¿Qué posición asumirá el PRI de Oaxaca, comandado por Javier Villacaña ante lo que parece capitulación adelantada de su líder nacional? (Amlito) Alito Moreno quien es acusado de alta traición por los priistas, entre ellos exdirigentes nacionales. Esos exlíderes priistas verdaderamente molestos con la capitulación ante la militarización de la Guardia Nacional impulsada desde Palacio Nacional pero, realmente, al dinamitar la incipiente, lejana y endeble alianza opositora.

El gobernador, Alejandro Murat, tiene ante sí una encrucijada si desea convertirse en candidato de su partido a la presidencia de la República ante este boquete político electoral que el obús de Morena ha dejado a la nave priista, que ya de por sí apenas luchaba por mantenerse en la línea de flotación.

Y el PAN de Naty Díaz o el PRD de Raymundo Carmona Laredo tienen la tarea de refrendar y avalar la decisión de sus dirigencias nacionales que el martes abrieron un compás de espera a la alianza “Va por México” con los priistas en tanto el tricolor no retire la propuesta de ampliar el plazo para la presencia militar en labores de seguridad pública hasta 2028.

Esa alianza que hace 30 años parecía del agua con el aceite hoy, simplemente, ha zozobrado.

Basura, fuera de control

A quien se le está saliendo de control el tema de la basura es al edil de Oaxaca de Juárez, Francisco Martínez Neri, porque los recolectores particulares de basura se niegan a obedecer y han adoptado diversos espacios públicos de este municipio como tiraderos de diferentes tipos de desechos.

La basura que los particulares suelen arroja en complicidad con algunos funcionarios municipales que fingen desconocer cuándo y a qué hora acuden a estos espacios aledaños a la Central de Abasto y Riberas del Atoyac, provienen sobre todo de municipios como Santa Lucía del Camino.

Mientras esto sucede todos los días, lo cual obliga al ayuntamiento de Oaxaca de Juárez a hacerse cargo de basura que no le corresponde, el edil se mantiene en el mismo discurso de continuar el diálogo con las autoridades de los municipios que operan con los recolectores particulares, al no contar con un tiradero o espacio propio para sus desechos.

De este problema que no se resuelve, aunque el presidente municipal asegure que se va avanzando, sugiere la urgente intervención de las autoridades del Gobierno federal, porque del Gobierno del Estado no se ve interés alguno en apoyar al edil capitalino, rodeado de exporros y exmilitantes de la APPO que solo ocupan puestos sin conocimiento alguno.

UABJO en la encrucijada

La UABJO está en la búsqueda de su sendero. El Consejo Universitario tiene la tarea de dotar a la máxima casa de estudios de una Ley Orgánica y sustituir a la ya obsoleta que ha estado vigente por más de 30 años. Eran otros tiempos, otras épocas y el principal centro educativo enfrenta la coyuntura del nuevo gobierno que le puede dar el tiempo y el espacio para reestructurarse.

Es necesaria una revolución jurídica, es la misión para un proyecto universitario. De acuerdo con algunas fuentes, la nueva Ley Orgánica tendría que ser aprobada en diciembre, justo en el momento en que habría transición de poderes en el estado.

La restructuración de la UABO debe ser prioridad en la agenda político-social del nuevo gobierno. Esperemos que el Consejo Universitario se coloque a la altura y tome al toro por los cuernos en temas como el sistema electoral que determina a directores y responsables de la administración universitaria.