Un auditor de magros resultados
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BARATARIA

Un auditor de magros resultados

 


Magros, muy magros son los resultados ofrecidos por el cuestionado oaxaqueño, David Colmenares Páramo, al frente de la Auditoría Superior de la Federación, titularidad que asumió el 15 de marzo de 2018 impulsado por una alianza PRI-MOR, con el apoyo de verdes, PAN y MC, particularmente de los priistas de Enrique Peña Nieto; para muestra son los resultados ofrecidos de la primera entrega de Informes Individuales de la Fiscalización Superior a la Cuenta Pública 2021 difundida el pasado jueves 30 de junio.

De manera recurrente el auditor puede ser visto en desayunaderos de la capital, sobre todo los fines de semana, con amistades cercanas y políticas, no olvida sus raíces y nexos con esta tierra, lo cual no está en tela de juicio.

Designado como auditor superior de la Federación para el periodo 2018-2026, asumió en abril de 2018; desde entonces le han llovido críticas por su proclividad a ajustar equipo, colaboradores y aceptar “corchetes” a sus auditorías que han irritado la piel de gobiernos, como la señalada al exgobernador Manuel Velasco, en Chiapas, (con el cual existe una “conexión oaxaqueña”), o la disminución de revisiones a la cuenta pública de la 4T, la reducción de denuncias penales por presuntos desvíos, el “achicamiento” de la ASF o haber bajado la cabeza luego del regaño presidencial al difundir que la Auditoría determinó que el costo de la cancelación del aeropuerto de Texcoco ascendió a 331 mil 996 millones de pesos.

Desde el púlpito de La Mañanera, López Obrador lo acusó de ser parte de las campañas en su contra, fue citado a comparecer ante diputados, “ajustó” su equipo y, si bien no salió indemne, si le bajó varias rayitas a su accionar, a pesar de ser proclive a exhibirse en los medios, escribir de manera cotidiana en diarios nacionales, participar en medios radiofónicos y estar presto a las entrevistas.

Se desempeñó como secretario de Finanzas de Oaxaca durante todo el sexenio de Heladio Ramírez, de 1986 a 1992 y, tras el regaño presidencial ¡aceptó y reconoció! “que si había un error en la metodología de su revisión”. Acto seguido, separó del cargo a Agustín Carso, quien encabezó dicha auditoría. Y ahí se perdió y perdió cualquier indicio de independencia y credibilidad.

Es necesario recordar aquí que ocupó durante un breve periodo el cargo de auditor especial de Gasto Federalizado en la ASF, pero fue despedido por el entonces titular de la Auditoría, Juan Manuel Portal, “por no dar resultados”. Años después lo sustituyó en el cargo.

Una revisión referente a la matriz del gasto federalizado a la cuenta pública referente a Oaxaca permite destacar los magros resultados de su trabajo. En lo referente al gasto federalizado correspondiente a las 32 entidades federativas, revisó una suma de 8 billones 780 mil  493 millones 365 mil pesos y halló apenas 836 millones 253 mil pesos como montos por aclarar.

En el caso de Oaxaca, señala que apenas auditó 1 mil 699 millones 281 mil pesos, ni 2 por ciento del presupuesto total y solo halló un monto de 6 millones 818 mil 900 pesos como sumas por aclarar. Una auditoría “barco” al gobierno muratista.

Así tenemos que de 211 millones de pesos del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública de los Estados y del Distrito Federal, determinó anomalías por 4.66 millones de pesos; apenas 2 mdp a aclarar del Fondo de Aportaciones Múltiples de más de 2 mil mdp revisados. Ninguna irregularidad en Gestión Administrativa y Financiera de Recursos del Gasto Federalizado ni en el desempeño del Gasto Federalizado.

La mayoría de irregularidades la determinó en la eterna construcción de la autopista a la Costa pero esa obra está en manos del gobierno federal. Aquí Banobras debe aclarar la aplicación de recursos por 88 mdp, por falta de contratos y pagos sin soportes documentados.

Es cierto, es apenas la primera entrega de la revisión de cuenta púbica al quinto año del gobierno muratista. También es cierto que no necesariamente debe develar descubrimientos espectaculares, grandes desvíos o mal uso de recursos, si no los encuentra. Sin embargo, en esta primera entrega nada se tocó del alud de dinero que se maneja, por ejemplo, en el sector salud, los recursos usados para contener el Covid-19, la falta de medicamentos; es tradicional encontrar divergencias en el IEEPO, muchas de las cuales quedan sin aclarar; en la nómina magisterial, pago de sueldos, de prestaciones; el gobierno local en turno casi siempre es llamado a aclarar el pago, uso e inversión en obras por parte de sus dependencias; del monto y la contratación de deuda.

En esta primera entrega nada hay de ello y solo tocó de manera genérica al gobierno saliente.

En febrero de 2021 Colmenares veía apagarse su estrella administrativa, como auditor y fiscalista. Panistas exigían su cabeza al considerar una vergüenza “tener un auditor doblado al Ejecutivo”, idea que fue respaldada por el exauditor Superior de la Federación, Juan Manuel Portal, el mismo que lo despidió años antes y quien ventiló en medios que Colmenares estaba dañando la credibilidad de la Auditoría Superior.

Sin embargo, el auditor puede estar tranquilo, conservar la chamba y seguir desayunando los fines de semana con sus amigos oaxaqueños, a pesar de los magros resultados de sus auditorías.

¿O por ello?