Desde que se publica esta modesta columna de comentarios luchamos contra la corrupción, y para encausar una información democrática que sea de utilidad para la sociedad. Porque en democracia, la información y la libertad de expresión son patrimonio de todos y no privilegios de grupos elitistas que no tienen interés de defender la justicia ni la equidad social y de poder.
Por eso, saludamos la firme determinación del gobierno federal que viene para establecer reglas claras en las relaciones profesionales entre comunicadores y los gobiernos. Esta histórica apertura para informar: transmitir los hechos, y analizar sus efectos, debe ser justamente valorada por los comunicadores y por la comunidad, porque la libre información nos afecta a todos, especialmente cuando las redes sociales de la internet superan por su diversidad a los medios tradicionales de comunicación masiva.
Además, esta apertura pega derechito a los “chayoteros” de cuello blanco que viven colgados del erario. También la información democrática obliga a las escuelas de periodismo a mejorar sus programas de estudios. Porque los programas de estudios de esas escuelas son muy pobres en su contenido libertario, por eso padecemos periodistas sometidos a los poderosos.
No se trata de dividir a los periodistas entre malos y buenos. La idea es impulsar periodistas capaces de ser críticos en todos los temas, privilegiando siempre la libertad, la verdad, la justicia, la igualdad, la inclusión. El gran objetivo es, que ningún sector, ni persona alguna, sea invisible ante los poderosos y los gobernantes.
Sé por experiencia en los medios de comunicación, que se cometen muchas injusticias prejuzgando a los reporteros calificándolos de chayoteros, cuando los dueños de las empresas mediáticas donde ellos trabajan, hacen convenios millonarios con políticos poderosos y otros grupos mafiosos.
Esos convenios entre los dueños de las grandes empresas de comunicación y los grupos de intereses oscuros son los verdaderos chayoteros perversos. Esos chayoteros mayores y de cuello blanco, son los que dañan a la sociedad vendiendo a los medios de comunicación masiva para hacer negocios sucios en plena impunidad.
Así las cosas, es bueno saber, que no hay enemigo más peligroso para los reporteros honestos, que un reportero chayotero perverso apoyado por un patrón poderoso y también chayotero de cuello blanco. Así de claro.
Esto debería ser bien entendido por aquellos políticos que creen que todos los reporteros son deshonestos y que por lo tanto, todos merecen ser medidos con la misma vara.
Periodista que no pudo vencer EPN
La escuela de periodismo de la Universidad de Arizona, que instituyó este premio en 1954, le concedió el premio Zenger a la Libertad de Prensa 2018 a Carmen Aristegui “Por su valiente dedicación a exponer la corrupción gubernamental en México”, según señaló la institución.
En lo personal no me sorprende para nada que Carmen Aristegui reciba ese reconocimiento por su lucha contra la corrupción, porque conozco su trabajo ejemplar. Mi comentario es para destacar que Carmen Aristegui, es la periodista mexicana, que Enrique Peña Nieto no pudo vencer a pesar de que le echó encima toda la maquinaria del poder presidencial.
Debo destacar también, que la Escuela de Periodismo de la Universidad de Arizona, una de las escuelas de mayor prestigio, no privilegia la frivolidad y los intereses de personas u organismos, de esos que se dedican a reconocer a jilguerillos variopintos sin ningún mérito.
Asimismo, es muy interesante observar que las mujeres siguen ganando respeto y espacios en el periodismo de investigación exponiendo sus vidas al denunciar a verdaderos delincuentes. Para bien de la sociedad son mujeres las que han escrito los más importantes libros donde reportan la corrupción de aquellos mandones que nadan de muertitos en un mar de impunidad.
Por eso, desde esta modesta columna de comentarios, felicito a Carmen Aristegui por ese premio tan merecido. Bien harían las escuelas de periodismo de México, en conocer la trayectoria de periodistas Hombres y mujeres valientes que hacen tan importante labor contra los corruptos.
Esto es importante. Y ¡Hay que decirlo!
Es mi opinión. Y nada más…
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