A cien días del gobierno transformador, es tiempo de que revisemos nuestra escala de valores, sobre todo, respecto del combate frontal contra a la corrupción y la impunidad que puso en marcha y con mano firme el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En términos generales. AMLO goza del 80% de la aceptación social, y quienes no ven sus logros positivos se dividen en dos grupos: los mafiosos del poder ya conocidos y los indecisos que no comprenden que el cambio transformador ya está dando frutos.
Los que no ven lo bueno de la “4taT” pierden privilegios y pertenecen a la oligarquía tradicional donde sobresalen algunos grandes empresarios, banqueros, periodistas “chayoteros”, líderes sindicales “charros” y organizaciones civiles acostumbradas a vivir de las de las millonarias dadivas que les daban los gobiernos corruptos.
Sopesando valores… ¿en qué cancha juegas…? Me refiero a valores éticos relacionados directamente con la corrupción de los gobernantes y la impunidad que cínicamente se regalan unos a otros. Quienes descalifican la transformación política e institucional que se asoma en el nuevo gobierno federal, de hecho se atrincheran a favor de los carteles criminales que tanta sangre inocente han derramado.
Los oligarcas que defienden a los criminales y su impunidad, son los verdaderos enemigos de México y de sus propias familias. En su ceguera, esos defensores oficiosos de los mafiosos, atentan contra la paz y la unidad que la sociedad necesita para lograr la justicia y la equidad para todos.
La democracia no basta para hacer buenos gobiernos, porque hacer gobiernos honestos es tarea de todos.
Elite de mandones
Cuando los mexicanos pecábamos de inocentones, creíamos que la elite de mandones estaba integrada por personas respetadas y respetuosas, que en alguna forma eran ejemplo y rectores del desarrollo social de los pueblos.
Para nuestro desencanto, en ese grupo reducido de notables, vemos a los gobernantes en sus tres órdenes: banqueros, periodistas, militares, empresarios, intelectuales, religiosos y en el centro tenemos a narcotraficantes y a otros tipos de crimen organizado.
Esa podrida realidad, que como siempre, los poderosos tratan de minimizarla para no verla y no molestar a la minoría oligarquía. La anatomía social de esta elite de notables debe ser materia obligada en el sistema educativo. Desde la primaria hasta los doctorados para obligarnos todos, a discernir sobre la calidad ética de quienes dirigen el destino de nuestra nación. De no hacerlo si, seguiremos condenados al yugo de la dejadez que nada bueno aporta a la nación.
Los que ponen en duda la transformación de México que encabeza el presidente de México, bien harían si entendieran que la cuarta república es posible y que de hecho ya está en marcha exitosamente.
Los despistados que nunca faltan, deben saber que la transformación de México, y sus instituciones, no es de derecha ni de izquierda; se trata de un verdadero cambio social que en mucho supera a las ideologías partidistas tradicionales que nada aportan a la democracia.
Es muy interesante observar que mientras los partidos perdedores languidecen divididos y sin futuro, los empresarios deciden hacer una verdadera cargada cerrando filas con AMLO, para consolidar su gobierno transformador.
Observemos también, que mientras los empresarios respetables y respetados se unifiquen entre ellos mismos, y así unidos como un poderoso sector generador de riqueza y bienestar social impedirán que los políticos “colas-largas” que todos conocemos, lleguen a puestos importantes en el gobierno de AMLO.
Si los empresarios decentes cierran filas, los políticos que se hicieron millonarios de la noche a la mañana robando desde el poder público, quedaran sin posibilidades de seguir gozando de la impunidad que tanto corroe a las instituciones gubernamentales.
Por lo tanto, sea bienvenida la cargada de millonarios, porque son tiempos de unir capitales y proyectos empresariales con verdadero sentido social para lograr una justa distribución de riquezas y de bienes nacionales. Además, los despistados que esperaban que López Obrador chocara de frente con los empresarios se equivocaron de cuerpo entero.
También se equivocaron aquellos que esperaban un encontronazo entre AMLO y el gobernador Alejandro Murat Hinojosa. Para tranquilidad y bien de todos los oaxaqueños, las relaciones del gobierno de Oaxaca, lucen perfectamente armonizadas con el gobierno federal.
Esto es importante. Y ¡Hay que decirlo!
“Nunca subestimen el poder de la palabra escrita”
Es mi opinión. Y nada más…
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